Australia aseguró hoy que mantiene el acuerdo para enviar a Camboya a cientos de inmigrantes detenidos en Nauru a los que ha reconocido como refugiados, después de que autoridades camboyanas pusieran en duda su continuidad.
Camboya recibió en junio a los primeros cuatro refugiados bajo este acuerdo, que prevé el pago por parte de Australia de unos 55,5 millones de dólares locales (39,6 millones de dólares o 35,2 millones de euros), incluidos los costes de reubicación.
La semana pasada, el portavoz del Ministerio del Interior de Camboya, Khieu Sopheak, dijo al diario The Cambodia Daily que su país "no tiene planes de importar más refugiados de Nauru a Camboya (...) cuantos menos recibamos, mejor".
La ministra de Asuntos Exteriores, Julie Bishop, salió al paso de estas declaraciones de las que dijo que "no son correctas" e insistió en que se trata de "un supuesto comunicado de uno de sus oficiales" (de Camboya).
Bishop indicó que se reunió recientemente con su homólogo camboyano, Hor Namhong, en Kuala Lumpur para discutir de forma "productiva y constructiva" sobre la manera como el Gobierno camboyano puede seguir trabajando con Australia y otros países.
"Camboya está comprometida con la solución regional y con el memorándum de entendimiento suscrito con el Gobierno australiano para reubicar a algunos solicitantes de asilo a los que se les ha reconocido como refugiados genuinos", dijo Bishop a la prensa.
El ministro de Inmigración, Peter Dutton, dijo a la emisora ABC que espera que Phnom Penh "honre" el acuerdo suscrito ya que otros solicitantes de asilo están listos para ir a ese país.
Tenemos conversaciones continuas a nivel de funcionarios y tenemos confianza en el memorándum que hemos suscrito con el Gobierno de Camboya que permite que vayan más de cuatro (refugiados)", acotó Dutton.
Australia recuperó en 2012 una política para tramitar en países terceros las solicitudes de los inmigrantes que viajan a Australia por vía marítima en busca de asilo con la apertura de centros de detención en Papúa Nueva Guinea y Nauru, criticada por la ONU y otras organizaciones internacionales.
En el caso de Nauru el 31 de julio había retenidas 637 personas, incluidos 87 niños y 111 mujeres, según datos del Gobierno australiano.
El Gobierno del conservador Tony Abbott ha endurecido las medidas contra la inmigración ilegal, incluidas las operaciones de la Marina para interceptar y rechazar en alta mar a los barcos que intentan alcanzar clandestinamente suelo australiano.
Muchos de los inmigrantes han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somaliay Siria, y otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o Bidun, de la región del Golfo.
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