Por Mati Cardeñas y Raquel Márquez.
¿Qué motiva el comportamiento? Según el psicólogo humanista Abraham Maslow, nuestras acciones están motivadas con el fin de lograr ciertas necesidades. Presentó por primera vez su concepto de una jerarquía de necesidades en 1943 a través de su publicación "Una teoría de la motivación humana" y su posterior libro “Motivación y Personalidad”. Esta jerarquía sugiere que las personas están motivadas para satisfacer sus necesidades básicas antes de pasar a otras necesidades más avanzadas.
Mientras que algunas de las escuelas de pensamiento existentes en el momento (como el psicoanálisis y el conductismo) tendían a centrarse en los comportamientos o conductas problemáticas, Maslow estaba más interesado en aprender sobre aquello que hace feliz a la gente y las cosas que hacen para lograr ese objetivo. Como humanista, Maslow cree que la gente tiene un deseo innato de autorrealización, sin embargo para lograr este objetivo antes deben cumplirse una serie de necesidades básicas como la de necesidad de alimentarse, de seguridad, amor y autoestima.
Comúnmente esta jerarquía se representa como una pirámide. Los niveles más bajos de la pirámide se componen de las necesidades más básicas, mientras que las necesidades más complejas se encuentran en la parte superior de la pirámide. Al igual que Carl Rogers, Maslow hizo hincapié en la importancia de la autorrealización, ya que lo considera un proceso de crecimiento y desarrollo de una persona con el fin de alcanzar su potencial individual.
A continuación vamos a ver los tipos de necesidades que establecía Maslow y la importancia que les daba.
Tipos de Necesidades
Maslow cree que estas necesidades son similares a los instintos y juegan un papel importante en el comportamiento y la motivación. Necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales y autoestima son las necesidades de deficiencia, lo que significa que surgen debido a una privación de ellas. Denomina el nivel más alto de la pirámide como las necesidades de crecimiento. Estas no se derivan de la falta de algo, sino más bien de un deseo de crecer como persona.
Hay cinco niveles diferentes en la jerarquía de necesidades de Maslow:
- Necesidades Fisiológicas: Inlcuyen las necesidades más básicas, aquellas vitales para la supervivencia, como la necesidad de agua, aire, comida y sueño. Maslow cree que estas necesidades son las más básicas e instintivas de la jerarquía, porque todas las necesidades se convierten en secundarias hasta que se cumplan estas necesidades fisiológicas.
- Necesidades de Seguridad: Incluyen las necesidades de seguridad y protección. Son importantes para la supervivencia, pero no son tan exigentes como las necesidades fisiológicas. Se trata, por ejemplo, del deseo de un empleo seguro, estabilidad económica o barrios seguros donde vivir.
- Necesidades Sociales: Incluyen las necesidades de pertenencia, amor y afecto. Relaciones como amistades, relaciones románticas, y familia ayudan a cumplir con esta necesidad de compañía y aceptación, al igual que la participación en la vida social, la comunidad o grupos religiosos.
- Necesidades de Estima: Incluyen la necesidad de dignidad personal, éxito, reconocimiento social, y logros consguidos.
- Necesidades de Autorrealización: Las personas son conscientes de sí mismas, les preocupa más su crecimiento personal y menos las opiniones de los demás.
Críticas a la Jerarquía de Necesidades de Maslow
Aunque algunas investigaciones mostraron cierto apoyo a las teorías de Maslow, la investigación no ha podido fundamentar la idea de una jerarquía de necesidades. Wahba y Bridwell dijeron que había poca evidencia tanto de la clasificación que Maslow hacía de las necesidades como de que éstas tuvieran un orden jerárquico.
Otras críticas a la teoría de Maslow son que la definición de autorrealización es difícil de probar científicamente ya que su investigación sobre ella se basó en una muestra muy limitada de personas, incluidos sus conocidos, así como de biografías de personas famosas que Maslow creía que representaban el concepto de autorrealización.
Independientemente de estas críticas, la jerarquía de necesidades de Maslow representa parte de un cambio importante en la psicología. En lugar de centrarse en el comportamiento y el desarrollo anormal, la psicología humanista de Maslow se centra en el desarrollo de los individuos sanos. Si bien hay relativamente poca investigación que apoye la teoría, su jerarquía de las necesidades es bien conocida tanto dentro como fuera del campo de la psicología.
En un estudio publicado en 2011, investigadores de la Universidad de Illinois pusieron la jerarquía a prueba. Descubrieron que mientras que aunque el cumplimiento de las necesidades estaba fuertemente correlacionado con la felicidad, gente de diferentes culturas reportaron que la autorrealización y las necesidades sociales eran importantes, incluso cuando muchas de las necesidades más básicas aún no se habían cumplido.
Tras conocer las necesidades de Maslow, es necesario aplicar esta teoría a la práctica y a la vida cotidiana para poder ponernos en órbita. En este caso, aplicaremos la teoría de las necesidades de Maslow a los tipos de retribuciones salariales que encontramos en el mercado laboral. Nuestras dos pirámides quedarían así:
Como vemos en la segunda imagen, los términos y, sobre todo, el tipo de necesidades en el ámbito laboral cambian de conceptos para parecernos más cercanos.
La retribución fija hace alusión al sueldo base que cualquier trabajador gane a lo largo del tiempo en que presta sus servicios. La retribución variable es aquélla que va por encima del sueldo base, como pueden ser horas extraordinarias. La retribución en especie es aquél salario que se gana de forma no dineraria por la contraprestación de servicios. Los beneficios sociales son aquellos que se obtienen por formar parte de un equipo productivo y económico. Y, por último, el salario emocional tiene como fin satisfacer las necesidades personales y familiares del trabajador.
Pero para tener aún más claro de qué manera Maslow supo lo que necesitábamos, compararemos nuestra pirámide de tipos de retribución con dos profesiones, para conocer mejor de qué manera afecta el trabajo en nuestras necesidades.
En primer lugar, escogeremos a un trabajador de la hostelería. Un jefe de comedor de un hotel. Comenzaremos desde la base de la pirámide, para ver de qué manera las necesidades van convirtiéndose en más específicas y más prescindibles, a medida que vamos subiendo. Por tanto, nuestro jefe de comedor tendrá las siguientes necesidades:
(Los datos son orientativos)
- Retribución fija → Sueldo base de 1.100€ brutos mensuales
- Retribución variable → Plus de antigüedad, nocturnidad, peligrosidad, etc.
- Retribución en especie → Dietas pagadas por la empresa. Disponibilidad de comer en el restaurante del hotel.
- Beneficios sociales → Entrada gratuita al SPA del hotel en dos ocasiones durante la temporada.
- Salario emocional → Satisfacción en el trabajo. Sentirse motivado por el director del hotel. Delegarse en él grandes responsabilidades que harán que se sienta mejor valorado.
Tras haber analizado la pirámide de los tipos de retribución respecto a un trabajador de la hostelería, continuaremos con una persona que trabaje en una caja de ahorros o un banco. En este caso ocupará cargos directivos. Nuestro 'jefe ejecutivo' de banca, tendrá las siguientes necesidades retributivas:
- Retribución fija → Sueldo base de 4.000 € brutos mensuales
- Retribución variable → Plus por comisiones de ventas
- Retribución en especie → Posibilidad de conducir un coche a nombre de la empresa
- Beneficios sociales → Descuento del 40% en gimnasios adheridos a la empresa
- Salario emocional → Conciliación familiar. Acceso gratuito a locales de ocio e infantiles y posibilidad de guardería infantil con descuento del 30% en guarderías asociadas.
A pesar de la gran brecha económica que separa a los dos perfiles analizados, es obvio que las necesidades retributivas nos dirigen hacia las mismas conclusiones.
Nuestro jefe de comedor y nuestro ejecutivo de banca aspiran a cobrar la retribución fija mensual para poder hacerse cargo de sus obligaciones económicas como ciudadanos. Seguidamente, esperan cobrar la retribución variable que les ayude a mantener económicamente su posición.
Las retribuciones siguientes varían en función del perfil y, en ocasiones, puede darse alguna persona que reciba mensualmente su retribución fija y en especie, se sienta valorado y con ello reciba un salario emocional, pero no conozca ni perciba ninguna de las otras retribuciones.
Para concluir, debemos tener en cuenta que en todo salario existe un umbral de necesidad básico. Todas las personas aspiran a conseguir, mínimamente, una retribución fija para poder sobrevivir. De esta manera, la renta fija servirá para pagar gastos y asumir otros costes mensuales. Mientras que las demás retribuciones servirán para hacer otros gastos asumibles pero prescindibles. O, como llanamente podemos llamarlos, “caprichos”.
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