martes, 25 de agosto de 2015

Artículo de Psicología: El Síndrome de París

Por Raquel Márquez

Existen una gran cantidad de síndromes psicológicos desconocidos para la mayoría de personas, hoy vamos hablar de uno que probablemente pocos hayan oído nombrar: el Síndrome de París.

Se conoce desde 1986, cuando el psiquiatra japonés Hiroati Oka describió los síntomas que padecían personas de su país que habían viajado recientemente a París. Por ridículo que parezca, el Síndrome de París es muy real. Hay ciudades que se usan reiteradamente en televisión, literatura y cine. Roma, es la ciudad eterna, Nueva York la ciudad que nunca duerme, París la ciudad de la luz. Esta última ha sido especialmente ensalzada como la representación del romanticismo, no en vano también se suelen referir a ella como París, la ciudad del amor. Esto crea una idea de que París es perfecta, romántica, moderna pero antigua, libre y bohemia.


Ciudad de artistas y pensadores, ¡siempre con tanto que ofrecer! Esta es la imagen, a grandes rasgos, que se proyecta de París y esto la convierte en una de las primeras opciones para viajar. La ciudad tiene una imagen idílica en la gran mayoría de las personas que ha sido propagada por los medios de comunicación y las películas, esto contribuye a la creación de una imagen errónea de París. Al igual que cualquier otra ciudad en el mundo, tiene ventajas y desventajas, muchos parisinos son rudos con los turistas, especialmente los que no hablan francés y los servicios públicos no son especialmente buenos.

El Síndrome de París, básicamente, consiste en la horrible sensación que experimentan algunos turistas cuando se dan cuenta que la Ciudad de la Luz no es lo que esperaban. 

Los principales aquejados por este síndrome son los turistas japoneses, ya que su carácter tranquilo, sereno y educado les hace más proclives a ser víctimas de este síndrome ya que la imagen que ellos perciben a través de los medios de comunicación estalla durante su primer día en la ciudad chocando con la realidad.


Los tres factores más importantes que contribuyen a la aparición de este síndrome son:
  • Las diferencias culturales
  • La barrera lingüística
  • La fatiga física.
¿Qué pasa con aquellos que sufren el Síndrome de París? 
Este contraste entre expectativas y realidad provoca en algunas personas una combinación de síntomas físicos y psicológicos. Algunas personas desarrollan miedo a volver a viajar durante un tiempo, otros sufren delirios agudos, mareos, sudoración, alucinaciones, depresión y sentimientos de persecución. En la mayoría de los casos, unos días de reposo en cama y una buena hidratación solucionan el problema ya que los problemas psicológicos que provoca no necesitan ser tratados con medicación ni terapia ya que se trata de una sintomatología pasajera. 

Esto no es difícil de entender dado que la cultura japonesa y francesa son polos opuestos. El choque cultural es probablemente bastante grande como para soportarlo sin presentar problemas. Sin embargo no son sólo los turistas los que padecen este síndrome, también estudiantes de intercambio y japoneses que se han trasladado a París para trabajar. No obstante tan sólo sufren este síndrome la primera vez que visitan la ciudad ya que desde ese momento la imagen real de la ciudad reemplaza a la creada en sus mentes pero una ciudad así bien merece unos días de tensión. Y es que no hay nada perfecto, ni siquiera la hermosa París.

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