El Gobierno anunció ayer una rebaja en la factura de la luz del 2,2%para las familias que entrará en vigor el 1 de agosto. Sin embargo, el Gobierno no explicó que parte de esa rebaja tiene fecha de caducidad y que la tarifa subirá desde el 1 de enero de 2016. Así figura en el decreto ley publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha manifestado su intención de agotar la legislatura, de modo que esa subida llegaría poco después de las elecciones generales.
La rebaja del IRPF y la del recibo de la luz fueron las dos medidas estrella del Consejo de Ministros de este viernes. La propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se encargó de presentar la rebaja de la electricidad, pues el ministro de Industria, José Manuel Soria, no compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Lo que hace el Gobierno es reducir aproximadamente un 4% la parte regulada del recibo, lo que tiene un impacto que el Gobierno calculó en el 2,2% sobre la factura media de las familias. Sin embargo, el decreto ley publicado este sábado en el BOE muestra que la rebaja anunciada es temporal y que, tras un periodo de cinco meses que se solapa con el calendario electoral, la mayor parte se revertirá y el recibo de la luz volverá a subir.
En concreto, la partida afectada son los llamados pagos unitarios por capacidad. El Gobierno considera que la reforma eléctrica ha dejado margen para bajarlos ya desde principios de 2015, pero indica que, "por criterios de prudencia y hasta ver el comportamiento real de la demanda", hasta el momento se ha mantenido la cantidad que pagan los consumidores por este concepto y ahora hay "un exceso de recaudación en esta partida para el año 2015".
Lo que hace el Gobierno es reducir aproximadamente un 4% la parte regulada del recibo, lo que tiene un impacto que el Gobierno calculó en el 2,2% sobre la factura media de las familias. Sin embargo, el decreto ley publicado este sábado en el BOE muestra que la rebaja anunciada es temporal y que, tras un periodo de cinco meses que se solapa con el calendario electoral, la mayor parte se revertirá y el recibo de la luz volverá a subir.
En concreto, la partida afectada son los llamados pagos unitarios por capacidad. El Gobierno considera que la reforma eléctrica ha dejado margen para bajarlos ya desde principios de 2015, pero indica que, "por criterios de prudencia y hasta ver el comportamiento real de la demanda", hasta el momento se ha mantenido la cantidad que pagan los consumidores por este concepto y ahora hay "un exceso de recaudación en esta partida para el año 2015".
Ante esta situación, se rebajan esos pagos, pero la revisión se hace en términos anuales. Por ello, para realizar en los meses que quedan de este año una reducción equivalente a la rebaja anual, se aprueban unos pagos de capacidad más bajos durante los meses de agosto a diciembre. Eso es lo que se traduce en la rebaja del 2,2% de la factura que anunció Santamaría.
Lo que el Gobierno no dijo es que el propio decreto ley aprueba ya una subida que entra en vigor el 1 de enero de 2016. En términos netos, el efecto de la rebaja inicial y la subida posterior deja la reducción de la tarifa en menos de la mitad de lo anunciado por la vicepresidenta, aunque el Gobierno no ha facilitado cifras al respecto.
En la exposición de motivos, el Gobierno señala que "la medida debe adoptarse con la máxima antelación posible para evitar saltos bruscos en la repercusión que estos cambios de precios podrían suponer para los consumidores en caso de retrasarse su aprobación, lo que rompería la estabilidad de precios actual".
Lo que el Gobierno no dijo es que el propio decreto ley aprueba ya una subida que entra en vigor el 1 de enero de 2016. En términos netos, el efecto de la rebaja inicial y la subida posterior deja la reducción de la tarifa en menos de la mitad de lo anunciado por la vicepresidenta, aunque el Gobierno no ha facilitado cifras al respecto.
En la exposición de motivos, el Gobierno señala que "la medida debe adoptarse con la máxima antelación posible para evitar saltos bruscos en la repercusión que estos cambios de precios podrían suponer para los consumidores en caso de retrasarse su aprobación, lo que rompería la estabilidad de precios actual".
A la espera del autoconsumo
El decreto ley tampoco incluye ninguna rebaja de peajes ni de cargas para el autoconsumo de energía eléctrica. Lo que dice la norma es que "de forma excepcional y siempre que se garantice la seguridad y la sostenibilidad económica y financiera del sistema, con las condiciones que el Gobierno regule, se podrán establecer reducciones de peajes, cargos y costes para determinadas categorías de consumidores de baja tensión de la modalidad de suministro con autoconsumo", según figura en el BOE.
Es decir, el decreto deja las manos libres al Gobierno para aprobar esas rebajas de cargas, peajes y costes, pero Industria no ha concretado aún en que se traducirá eso. En todo caso, tanto la potencia máxima contratada de consumo como la instalada de generación no serán superiores a 10 kW.
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