Roger Federer disputó uno de los mejores partidos de su carrera deportiva ante un Andy Murray que venía como uno de los máximos candidatos al título en Wimbledon. El suizo lo venció en sets corridos por 7-5, 7-5, 6-4 y dejó boquiabierta a la pista central de Wimbledon. “He sido capaz de jugar muy bien desde el principio. El comienzo siempre es una parte importante del partido. Tuve que salvar un bola de break y luego la oportunidad de jugar un primer set muy sólido”, confesó en la rueda de prensa que recoge la ATP un hombre que estuvo impecable en todos los aspectos del juego: saque, winners, bajos errores no forzados…
Federer estaba pletórico tras su triunfo con todas las muestras de cariño que recibió por parte de su equipo, familia y aficionados. “Al final del día, lo disfruto. En un partido como este puedo tener una gran actuación y claramente es una sensación increíble cuando vuelves del partido y todo el mundo está tan feliz por ti”.
En la final chocará ante el número uno del mundo, Novak Djokovic,su verdugo en la edición de 2014 en lo que será una revancha de la final de la pasada temporada. “Novak lleva varios años siendo el mejor jugador y es extremadamente complicado para el resto ganar torneos, lo comprobé yo mismo aquí, el año pasado, en Indian Wells. Conseguí ganarle un par de veces en Shangái y en Dubái así que sé cómo ganarle, pero ya sabes, estamos en un torneo diferente, los dos hemos estado aquí antes, los dos lo vamos a intentar y espero ser yo quien gane el domingo”, comentó tras el partido de semifinales. “No pienso en el partido del año pasado; solo en que estoy feliz de estar de nuevo en una final. Sin embargo, el hecho de que sea ante Novak, el número uno del mundo, la hace más especial”, agregó.
Federer está fresco a sus 33 años, se mueve como los ángeles y no quiere dejar escapar la oportunidad de conseguir su Grand Slam número18. “Ahora quiero ganar por octava vez en Wimbledon. Sé que puedo vencer a Djokovic”. La ambición sin límites de un tipo que roza lo extraterrestre
Federer está fresco a sus 33 años, se mueve como los ángeles y no quiere dejar escapar la oportunidad de conseguir su Grand Slam número18. “Ahora quiero ganar por octava vez en Wimbledon. Sé que puedo vencer a Djokovic”. La ambición sin límites de un tipo que roza lo extraterrestre
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