miércoles, 21 de enero de 2015

El secretario de Seguridad llegó al piso de Nisman antes que el juez

Vía ElPaís.es

El secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni, ha reconocido que llegó al piso del fiscal Alberto Nisman antes de que lo hicieran la juez y la fiscal encargadas de la investigación de la muerte del funcionario. "Llegué dos minutos antes que el juez, y una hora después llegó la fiscal”, ha asegurado Berni en declaraciones a la cadena TN. "No entré al baño y no dejé que entrara a nadie”, ha defendido el miembro del Gobierno de Cristina Fernández, que encontró a su llegada a la casa a la madre de Nisman, "a alguien que parecía su tía" y a los guardaespaldas del fiscal.



El secretario de Seguridad ha explicado en la entrevista con la cadena los primeros momentos en el lugar de los hechos. La madre de Nisman “suponía que su hijo estaba muerto”, ha asegurado Berni, que ha agregado: "Si es un pariente mío, yo me vuelvo loco, yo me vuelvo loco. Imagínese, yo tiro la puerta abajo". "La preocupación de la madre era que se resguardara todo, y así se dispuso con la custodia de Nisman. Le pedí a la fiscal y al juez que estuviera presente la madre, que tenía miedo de que se sustrajera información importante", detalló.

Los diarios argentinos recogen, por otro lado, una revelación de la agencia DyN, según la cual los investigadores de la muerte del fiscal han descubierto un tercer acceso al apartamento de Nisman. Se trata, según esa información que citan Clarín y La Nación, de un pasadizo que conecta el piso del fiscal con otro "habitado por un ciudadano extranjero, que no es de origen iraní, y en el que están ubicados equipos de aire acondicionado".

"El pasillo es un estrecho desfiladero; los equipos de aire acondicionado están situados contra una larga pared y hay sobre el lado opuesto una suerte de barral de protección, por el que se desplazan -por ejemplo- los técnicos que son convocados a reparar los equipos de refrigeración", informa La Nación. En ese pasadizo, los investigadores detectaron una pisada de apariencia reciente en el piso, y sobre el "barral de protección" una huella digital. Ambos rastros han sido enviados a analizar, con el objetivo de determinar si tienen o no relación con la muerte del fiscal. El pasadizo está situado en el decimotercer piso del edificio, donde se encuentra el apartamento de Nisman.

A medida que avanzan las horas aumentan las dudas sobre la muerte de Alberto Nisman, que falleció por un tiro en la sien, aunque los primeros informes forenses conocidos revelan que "no hubo intervención de terceras personas", según informó Viviana Fein, la fiscal a cargo de la investigación. Es decir, los primeros exámenes apuntan al suicidio, que se habría producido entre las dos y las tres de la tarde del domingo (hora de Argentina). La causa, sin embargo, está catalogada como "muerte dudosa", y se investiga si pudo haber alguna inducción o instigación al suicidio a través de amenazas.

Las pruebas periciales aún no han concluido. Ayer se conoció que en la mano derecha del fiscal, con la que supuestamente se disparó, no se encontraron vestigios de pólvora, razón que los analistas más críticos con el Gobierno de Cristina Fernández esgrimen para defender que no se trata de un suicidio. Ahora bien, la fiscal encargada de investigar su muerte, Viviana Fein, explicó que el hecho de que no se encontrara pólvora no significa que no se disparase él mismo. “Al ser un arma del calibre 22, no ser un arma de guerra, usualmente no permite que el barrido electrónico dé un resultado positivo. No descarta que no lo haya disparado él”, indicó en una entrevista radiofónica.

Su último mensaje lo emitió también por WhatsApp el sábado a las seis de la tarde. Era una foto de su escritorio que mandó a Waldo Wolff, vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Se veía una mesa repleta de documentos y 15 rotuladores amarillos. Estaba trabajando en la denuncia que iba a exponer el lunes en el Congreso.

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