miércoles, 21 de enero de 2015

Ébola: el asesino en serie

Por Sergio Ruiz

El ébola en África ha creado una emergencia de salud sin precedentes a lo largo de 2014.  Una de las epidemias más virulentas y violentas de la historia recienteHay 18,7 millones de personas en riesgo, de las que 9,8 millones son niños. La epidemia se ha cobrado ya  cerca de 8.500 víctimas mortales, hay 21.086 casos de contagio en 8 países, la inmensa mayoría en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Más de 10.000 niños han quedado huérfanos y 5 millones de niños no van a la escuela, lo que les hace aún más vulnerables.
La palabra "exponencial", cuando se utiliza para describir brotes de enfermedades infecciosas, siembra el miedo en el corazón de los políticos. Sin embargo, los epidemiólogos de la Organización Mundial de la Salud  (OMS), que rastrean la propagación del virus del ébola, sostienen que la epidemia de África Occidental ha venido creciendo exponencialmente durante al menos 32 semanas, desde mayo (semana epidemiológica 21 de 2014, véase la figura) hasta diciembre del pasado año. El número de nuevos casos se duplicaba cada 20-30 días. Desde entonces el contagio se ha conseguido ralentizar, que no detener, ni mucho menos. Casi un año ha pasado ya del primer brote en África Occidental (se originó en marzo de 2014), cuando un niño guineano contrajo la fiebre hemorrágica.


"El cambio de comportamiento en el que hemos trabajado, que hemos esperado y que hemos anticipado, está por fin ocurriendo", ha explicado el doctor David Nabarro, enviado especial de la ONU para el ébola. Nabarro sostiene que las prácticas funerarias, que involucraban a personas tocando y limpiando cuerpos de víctimas del ébola, han sido un combustible para la expansión del brote. La regulación de este problema es uno de los motivos para el freno del "crecimiento exponencial" de aquellos críticos meses del año pasado. Según Nabarro, "los equipos de entierro seguro están proporcionando sepulcros dignos y seguros y el resultado es que estamos viendo los inicios de un descenso en el brote"

También la OMS ha señalado un posible retroceso del brote, que ha celebrado el descenso del número de casos en tres de los países más afectados (se estima que para febrero quizá Liberia se pueda haber liberado del ébola). "Este descenso es real pero no implica que la batalla haya terminado", ha declarado Tarik Jasarevic, portavoz de la ONU. Se trata de una "primera señal de optimismo y el resultado del trabajo que se ha estado haciendo en los últimos meses".

La preguntas que se nos suscitan son muy delicadas:

¿Por qué durante meses se ha permitido el crecimiento desmedido del ébola?

Viendo las medidas que se han tomado, ante los brotes en España o Reino Unido, cifras irrisorias si las comparamos con las africanas,

¿Dónde ha estado el compromiso real de Occidente con el tercer mundo?

¿Por qué no se ha desarrollado una vacuna, si se sabe cuál es el agente patógeno de la enfermedad?

FAO

Para llegar a una reflexión aún más dura,

¿No somos todos humanos?

¿Vale menos la vida de un guineano, o de un nacido en Liberia, que la mía?

Todas estas cuestiones, dan lugar a recuperar la cita que ayer utilizamos en Veritas, y que, aún casi medio siglo después de la muerte de Luther King, sigue siendo actual: "Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos"

El ébola, ese asesino en serie al que hemos dejado actuar con total impunidad.

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