miércoles, 21 de enero de 2015

El ébola afecta la situación económica de los hogares en Liberia y Sierra Leona

Vía Grupo Banco Mundial Press. Ciudad de Washington, 12 de enero de 2015.

Encuestas recientes indican una disminución del empleo, inseguridad alimentaria e inquietudes sobre el bienestar en el largo plazo
Las consecuencias socioeconómicas del ébola en Liberia y Sierra Leona son amplias y persistentes, según dos nuevos informes del Grupo Banco Mundial. En ambos países continúa la pérdida de empleos, a pesar de que sus perspectivas en materia de salud son diferentes. Estos efectos no se han limitado a las zonas de mayor concentración de infecciones, lo que indica una desaceleración de toda la economía. Como resultado, muchos hogares se han visto obligados a tomar medidas inmediatas para hacer frente a la situación, lo que puede tener importantes efectos en su bienestar en el largo plazo.

“El virus del Ébola debe ser erradicado; esta es la primera prioridad”, dice Ana Revenga, directora superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza del Grupo Banco Mundial. “Pero sus efectos secundarios en el plano socioeconómico ponen en alto riesgo la prosperidad presente y futura de los hogares de Liberia y Sierra Leona. Debemos prestar mucha atención a los grupos que son más vulnerables a la crisis tanto sanitaria como económica, y asegurarnos de que reciban apoyo durante y después de la crisis”.
Para recoger información sobre los principales efectos socioeconómicos del ébola, el Grupo Banco Mundial y algunos asociados están realizando encuestas de alta frecuencia, utilizando teléfonos móviles. En Liberia, las encuestas están a cargo de la organización Gallup, en colaboración con el Instituto de Servicios de Estadística y Geoinformación de ese país En Sierra Leona, la recopilación de datos la encabeza Statistics Sierra Leone, en colaboración con la iniciativa Innovations for Poverty Action.

Liberia
La economía liberiana continúa reduciendo puestos de trabajo a un ritmo mayor que la tasa de reemplazo de dichos empleos. Según la tercera ronda de encuestas telefónicas, casi la mitad de los jefes de hogar liberianos siguen desempleados, a pesar de los puestos de trabajo relacionados con la respuesta ante la crisis que se están creando en los sectores de construcción y salud. Las pérdidas de empleo más recientes han afectado predominantemente a trabajadores asalariados en las zonas urbanas, sobre todo en el sector privado y el sector no gubernamental. A diferencia de los desempleados en el sector público, que continúan recibiendo sueldo a pesar de no estar trabajando, la situación de estos nuevos desempleados significa la pérdida de ingresos para sus hogares.

Las mujeres son particularmente vulnerables al estancamiento del mercado laboral, porque en su gran mayoría son trabajadoras por cuenta propia del sector no agrícola, que se ha visto fuertemente afectado. Entre las personas que tenían trabajo antes de la crisis, el 60 % de las mujeres no trabaja actualmente, en comparación con el 40 % de los hombres; además, generalmente ha sido más probable que las mujeres estén desempleadas, en comparación con los hombres.

Aumentan las inquietudes acerca de la capacidad de los agricultores para organizar cuadrillas de trabajo ante el temor al ébola, situación que reduce las cosechas. Más del 80 % de los hogares que habían finalizado su cosecha declararon que esta había sido menor esta temporada que la anterior, y que la principal razón había sido la imposibilidad de trabajar en cuadrillas debido al virus del Ébola. Esa fue también la razón principal por la que el resto de los hogares agrícolas no pudo terminar la cosecha.

Persiste la inseguridad alimentaria en el país, y los hogares continúan declarando que no tienen suficiente dinero para comprar arroz, independientemente de su precio. Alrededor de tres cuartas partes de los hogares expresaron que, en algún momento de la semana anterior estuvieron preocupados de que no tendrían suficiente para comer. Alrededor de dos tercios de los hogares respondieron que no habían podido comprar suficiente arroz para satisfacer sus necesidades en las dos semanas anteriores, y casi el 80 % de estos señalaron que la razón principal era la falta de dinero, no la falta de disponibilidad o los altos precios del arroz. Los precios del arroz siguen siendo 40 % más altos que el precio de enero, utilizado como referencia.

Sierra Leona

En la primera ronda de recopilación de datos, los trabajadores asalariados y los trabajadores por cuenta propia no agrícolas registraron las mayores disminuciones del empleo en las zonas urbanas de Sierra Leona, y el ébola era una de las principales razones para no trabajar. Se estima que unos 9000 trabajadores asalariados y unos 170 000 trabajadores por cuenta propia en los sectores no agrícolas están sin trabajo desde julio y agosto de 2014, los meses utilizados como referencia. El porcentaje de hogares propietarios de una empresa familiar no agrícola que había dejado de operar se triplicó del 4 % al 12 %, y entre aquellos que continuaban con sus negocios, el ingreso promedio había disminuido 40 %.
La pérdida de empleos se ha debido principalmente a los efectos indirectos de las medidas preventivas que han sido necesarias para contener la propagación de la enfermedad, y al trastorno general de la economía que ha causado el brote de ébola. No se encontraron diferencias del impacto en la fuerza laboral entre los distritos declarados en cuarentena y aquellos que no fueron sometidos a esa medida, lo cual resaltó aún más la importancia de los efectos indirectos en toda la economía.

La inseguridad alimentaria es elevada, y la cosecha continúa. Hasta ahora no existen pruebas de efectos negativos en la agricultura debido específicamente al ébola; las actividades de cosecha continúan y en las siguientes rondas de recopilación de datos se hará un seguimiento de los efectos relacionados con el ébola que pudieran producirse.

Existen algunas pruebas de una disminución del uso de servicios sanitarios para condiciones no relacionadas con el ébola en Freetown. Específicamente, en la capital una proporción mucho menor de mujeres declararon haber concurrido a consultas clínicas posparto en 2013. Sin embargo, en el resto del país existen escasas pruebas de tal disminución.

“Las encuestas de alta frecuencia han sido sumamente útiles para salvar la brecha entre el análisis del crecimiento a nivel nacional y las observaciones de quienes se encuentran en el terreno como parte de la respuesta frente a la crisis”, dice Kristen Himelein, economista del Grupo Banco Mundial especializada en el tema de la pobreza para Liberia y Sierra Leona. “Desde el punto de vista de la pobreza, nos preocupan particularmente los hogares que se están viendo obligados a adoptar medidas que pueden afectar sus posibilidades de lograr mayor bienestar en el largo plazo, y ahora podemos hacer un seguimiento casi en tiempo real”.

Las encuestas telefónicas constantes harán posible un seguimiento oportuno y eficaz para determinar de qué manera el ébola está afectando a las economías y los hogares en Liberia y Sierra Leona, a fin de ayudar a los Gobiernos y otras partes interesadas a abordar los problemas socioeconómicos más urgentes a medida que vayan surgiendo y, a la larga, brindar asistencia en la planificación para la recuperación de la crisis.

Respuesta del Grupo Banco Mundial frente a la crisis de ébola

El Grupo Banco Mundial está movilizando cerca de US$1000 millones en financiamiento para los países más golpeados por la crisis de ébola. Esta cifra incluye más de US$518 millones para la respuesta de emergencia, provenientes de la Asociación Internacional de Fomento —el fondo del Grupo Banco Mundial para los países más pobres—, y por lo menos US$450 millones de la Corporación Financiera Internacional —institución que forma parte del Grupo Banco Mundial— para contribuir al comercio, la inversión y el empleo en Guinea, Liberia y Sierra Leona. Para obtener más información, visite www.worldbank.org/ebola

Esta encuesta complementa un análisis publicado anteriormente por el Grupo Banco Mundial en el que se muestra que si el ébola sigue avanzando en los tres países más afectados y se propaga hacia los países limítrofes, en dos años el impacto financiero a nivel regional podría llegar a los US$32 600 millones a fines de 2015, lo que sería un golpe catastrófico para Estados que ya son frágiles.

Banco Mundial

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