Al menos 40 personas, 60 según la agencia oficial de noticias yemení Saba que controlan los rebeldes hutíes, murieron el pasado sábado a mediodía en un concurrido mercado popular por el ataque aéreo de la coalición árabe que lidera Arabia Saudí. La mayoría eran mujeres y niños.
El ataque se produjo en el municipio de Nehm, 60 kilómetros al noreste de la capital. Un estratégico acceso a Sanaa que la aviación rusa lleva dos meses intentando controlar.
Fuentes tribales locales apuntan que el objetivo eran tres vehículos en los que viajaban rebeldes hutíes que se estaban entrenando en la ciudad de Naqil ben Ghaylan.
“Estos huesos calcinados son de gente desplazada inocente, que no habían hecho nada malo”, explica un niño poco después de que se produjera el bombardeo.
Según la ONU desde marzo de 2015 la guerra en Yemen ha dejado más de 6100 muertos y 35.000 heridos.
El jueves pasado el Parlamento Europeo aprobó una resolución para imponer un embargo de armas de la UE a Arabia Saudí. Es un llamamiento para terminar con los ataques en las zonas controladas por los rebeldes hutíes donde se están registrando miles de víctimas civiles.
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