Gracias a las últimas técnicas de datación, el descubridor del fósil Ron Clarke y su equipo han calculado que los sedimentos que rodean el fósil tienen casi cuatro millones de antigüedad. De confirmarse que esa es la edad del propio esqueleto, Sudáfrica volvería a situarse en el centro de la evolución humana, una posición que en los 60 cedió a África oriental.
Con aproximadamente el 90 % de sus huesos intactos, Little Foot se colocaría por delante del esqueleto Lucy, que solo cuenta con el 40 % y carece de cabeza. Mientras que esta ha presumido de una posición privilegiada en cuanto al origen del hombre durante décadas, Little Foot es todavía un desconocido para la literatura científica. Clarke, sin embargo, ha pasado gran parte de los últimos quince años excavando cuidadosamente en la roca en la que se encuentra incrustado en unas cuevas cerca de Johannesburgo.
Intentos anteriores por determinan la edad del esqueleto dieron resultados dispares, desde 2,2 millones de años a los 4 que casi se han determinado ahora. La datación se ha realizado con una nueva técnica que mide los niveles de isótopos de aluminio y berilio en el cuarzo de las rocas que rodean el esqueleto.
Intentos anteriores por determinan la edad del esqueleto dieron resultados dispares, desde 2,2 millones de años a los 4 que casi se han determinado ahora. La datación se ha realizado con una nueva técnica que mide los niveles de isótopos de aluminio y berilio en el cuarzo de las rocas que rodean el esqueleto.
Algunos expertos, sin embargo, se muestran reticentes. Comentan irónicamente que enterrar algo no significa que tenga la edad del propio suelo.
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