Una operación conjunta desarrollada por la Guardia Civil y la Agencia Tributaria ha permitido incautarse en el Puerto de Valencia de un cargamento de 300 kilos de cocaína que transportaba un barco procedente de Costa Rica y que podría haber alcanzado un valor en el mercado negro de unos 10 millones de euros.
Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, acompañado por el general de la Guardia Civil Fernando Santafé y la responsable del servicio de Vigilancia Aduanera de la AEAT, Mariví Abad, en una comparecencia en la que se ha exhibido el alijo incautado.
La operación tuvo lugar el pasado martes y por el momento no se han producido detenciones relacionadas con el hallazgo.
Tampoco se conoce aún cuál era el destino de la droga, oculta en un contenedor del barco y distribuida en 300 paquetes de un kilo cada uno.
"Es un contenedor que procedía de Costa Rica y había declarado mermelada, jalea y compota, pero dentro llevaba doce mochilas de viaje que contenían las trescientas pastillas de cocaína", ha detallado el delegado del Gobierno.
Ha explicado que se están realizando las investigaciones oportunas para comprobar la procedencia de la droga y sus posibles destinatarios para proceder a su detención.
Según Moragues, estos 300 kilos -sobre un total de 1.500 incautados en lo que v de año en el puerto de Valencia- "nos lleva a la conclusión de que es una operación importante de incautación, de más de 10 millones de euros de valor".
Ha subrayado que "fruto de la colaboración ciudadana y la eficacia de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria ha sido posible detectar la existencia de los llamados ganchos, doce mochilas de viaje en el interior del contenedor", y su posterior incautación.
Se trata de un método que consiste en que cuelgan de las puertas del contenedor bolsas o mochilas con la droga en origen y cuando llega a los destinatarios, ya avisados, saben que "ese contenedor que aparentemente lleva mermelada, compota o jalea lleva ganchos en la parte trasera de las puertas del contenedor y proceden a cogerlo".
Preguntado por si se había estado esperando a los destinatarios cuando se detectó la droga, ha explicado que habitualmente se hace una comprobación en el terreno para intentar detenerlos y en este caso el contenedor ha estado un tiempo "bajo vigilancia", aunque al final "se ha procedido a la aprehensión del alijo".
Respecto a si el barco que transportaba el contenedor está embargado o se ha adoptado alguna medida contra él, ha dicho que se trata de una embarcación "sin ninguna peculiaridad", y que "los consignatarios de los barcos tienen un desconocimiento total porque se dedican a transportar contenedores".
"El destino final de los 300 kilos de droga, en el menor tiempo posible y sujeto a autorización judicial con el procedimiento en marcha, es la destrucción", ha apuntado Moragues, quien ha explicado que se realiza en plantas incineradoras y hasta ese momento el alijo se encuentra "bajo supervisión policial".
Moragues ha felicitado a la Guardia Civil y la Agencia Tributaria por la "eficacia, profesionalidad y eficiencia" que ha permitido la incautación de la droga y ha reiterado el "compromiso del Gobierno de España en la lucha contra narcotráfico y para erradicar consumo de drogas".
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