Pese a haberse quedado a seis escaños de la mayoría absoluta, Artur Mas ve "gran legitimidad" para avanzar hacia el proceso separatista. "Hemos ganado, ha ganado el sí a la independencia" decía el todavía presidente de la Generalidad que, sin nombrar directamente al gobierno central, le pedía "aceptar la victoria" y prometía administrarla con "sentido de cohesión y concordia con España, Europa y el mundo".
Raül Romeva, número 1 de la lista, presumía de victoria pese "a las mentiras de España" y anunciaba poco después en la televisión pública catalana que, a partir de este lunes, se sentarán a negociar un nuevo gobierno porque "no hay alternativa, el dique se ha roto", afirmaba en este escenario improvisado del Born.
Por último era Oriol Junqueras quien decía que este domingo se han escrito "las páginas más gloriosas de nuestra historia" y adelantaba que en la primera sesión del Parlamento harán una declaración para abrir "un proceso para culminar la independencia de Cataluña".
Por último era Oriol Junqueras quien decía que este domingo se han escrito "las páginas más gloriosas de nuestra historia" y adelantaba que en la primera sesión del Parlamento harán una declaración para abrir "un proceso para culminar la independencia de Cataluña".
Mariano Rajoy dirá este lunes a sus barones y altos cargos que estén tranquilos, que "España va a seguir siendo España" y que la ley se va a cumplir. Pero el Partido Popular, una noche electoral más en esta dura legislatura, se vio envuelto en la desolación. Xavier García Albiol aspiraba a los 14-15 diputados en el Parlamento catalán, pero se quedó en 11. "No podemos estar satisfechos", reconocieron. Su gancho no fue suficiente, sufriendo el peor resultado desde 1992.
Apenas disimularon la decepción durante el recuento. "Una catástrofe, un horror", coincidieron varias fuentes consultadas al ver la encuesta de TV3, que daba al PP tan sólo nueve representantes y al bloque separatista una holgada mayoría absoluta. Oficiosamente, se encargaron entonces de recalcar que "no salían las cuentas", que la histórica participación les beneficiaba y que había que esperar. Pero, pese a que las cosas fueron cambiando y los separatistas perdieron fuelle, en el partido de Rajoy no levantaron el ánimo. El PP no subió de los 11 escaños.
Apenas disimularon la decepción durante el recuento. "Una catástrofe, un horror", coincidieron varias fuentes consultadas al ver la encuesta de TV3, que daba al PP tan sólo nueve representantes y al bloque separatista una holgada mayoría absoluta. Oficiosamente, se encargaron entonces de recalcar que "no salían las cuentas", que la histórica participación les beneficiaba y que había que esperar. Pero, pese a que las cosas fueron cambiando y los separatistas perdieron fuelle, en el partido de Rajoy no levantaron el ánimo. El PP no subió de los 11 escaños.
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