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Lorena Fernández para Estrella Digital
España es el país de la Unión Europea que mayor número de abandono animal presenta. En total, 150.000 animales -entre gatos y perros- son abandonados, coincidiendo, sobre todo, con el inicio de las vacaciones y el final de la temporada de caza. Es justo en ésta última fecha, entre enero y febrero, cuando 50.000 animales, principalmente galgos, son desamparados.
Este es el principal motivo de situar a España en cabeza en abandono animal: es el único país de la UE que permite este tipo de modalidad de caza. Si echamos cuentascada día se abandonan 416 animales; 17 cada hora; y tres cada minuto. Lo que completan los 150.000 anuales.
A finales del año pasado el Partido Popular propuso una ley de tenencia y comercio de animales en la que se prohibirían actuaciones como la exhibición de los mismos en los expositores de las tiendas, entre otras medidas, pero esa ley sigue en un cajón, en el cajón del olvido. “Precisamente fueron cazadores y criadores de animales quienes se han opuesto y convencido al gobierno para que esa ley no saliese”, cuenta a Estrelladigital.es Silvia Barquero, Presidenta de PACMA Partido Animalista).
En PACMA luchan por el ‘Sacrificio cero’, lo que supondría que ningún animal fuese abandonado ni sacrificado en ningún momento, y que se persiguiesen a aquellos que los maltratan. El ‘sacrificio cero’ puede llegar en cualquier momento porque es “económica y socialmente viable”, sentencia Barquero. De hecho, en el Código Penal el maltrato está tipificado como delito en los artículos 337, 631 y 632.2, lo que supone entre tres meses y un año de cárcel, pero hasta el momento no hay nadie entre rejas por pegar a un animal.
El problema es que no hay un marco legal nacional, sino que cada comunidad autónoma se encarga de su ámbito, lo que supone que lo que en unas CCAA está penalizado, en otras se permite. Para Silvia Barquero esto se debe a una falta de voluntad política, doblegada a los intereses de los grupos que se benefician de una falta de legislación tajante”.
Según el informe de la Fundación Affinity (FA) son algo más de 140.000 animales los que se abandonaron el año pasado entre perros y gatos. La responsable de prensa y marketing de ANAA (Asociación Nacional de Amigos de los Animales) informa a este diario que las cifras del informe son “cifras optimistas”, porque no tiene en cuenta los animales atropellados, recogidos por pequeñas protectoras o por clínicas veterinarias, entre otros. “La realidad es mucho más dura”, sentencia.
En ANAA llevan intentando salvarle la vida a los animales desde hace 22 años y como la responsable de prensa informa a Estrelladigital.es, “se puede colaborar de muchas maneras diferentes”, todas ellas se pueden ver en su página web.
La Asociación es un centro de adopción pionero, y que pretende ser “un lugar de paso y nunca una casa”, para los animales que acogen. Su máxima es intentar darle un hogar a los animales y que la Asociación y las casas de los voluntarios sean un lugar de tránsito hasta encontrar su familia definitiva. Hacemos lo que podemos”, concluyen desde ANAA.
En toda España hay muchas perreras y asociaciones que se encargan de proteger y defender los derechos de los animales. Egapeludos es una de ellas. Se encuentra en Navarra y su labor es la de “buscar casas de acogida para animales que van apareciendo, hasta que encuentren hogar” comenta a Estrelladigital.es María José López Caamaño, una antigua voluntaria del centro. Allí se encargan tanto de perros como de gatos, es la principal diferencia que tienen con respecto a una perrera, que como su propio nombre indica, solo se encargan de acoger a los canes.
Según cuenta María a este diario, en relación a los gatos callejeros “se suelen recoger y esterilizar gatas para evitar las camadas”. Egapeludos está formado por voluntarios que acogen en sus casas a los animales, los esterilizan y protegen, hasta que alguien decide quedarse con ellos y llevárselos a casa. El problema es que como no tienen un espacio físico, un local, su capacidad es muy reducida y si no hay quien adopte a los animales, ellos no pueden seguir llevándoselos a sus casas.
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