jueves, 4 de junio de 2015

Los retoques de Benítez

Propone ceder a Lucas Silva, y quiere en la plantilla a Illarramendi, Casemiro y Cheryshev
 
 
Benítez entra en la sala de prensa del Bernabéu.En comparación con ellos, al español se le vio impresionado por el escenario y la carga de protagonismo. Su cliché de tipo duro se le cayó como piel de verano, natural, entre lágrimas frenadas al micrófono y vistazos al retrovisor de la memoria. Volvía a su casa, de donde salió tras prenderse de los banquillos. Emilio Butragueño y él abandonaron casi al mismo tiempo del club, hace 20 años. El miércoles compartían confidencias en la sala de prensa, donde el nuevo timonel blanco demostró paciencia y muleta. No parece un aspersor de titulares, evitando ante las cámaras los temas más controvertidos, pero sí un hombre con las ideas claras. De ellas habló y hablará con Florentino Pérez, el presidente que le abre las puertas del asiento más preciado en el fútbol mundial. «Respira profesionalidad y madridismo desde niño. Nos hará más fuertes», le dedicó el patrón.
 
'Nuestra manera de trabajar: entrenamos un 80% con balón y un 20% sin él'
 
Serio, comprometido, con guión definido... Desde el club hablaban de un hombre que escucha antes de ordenar, mucho más humilde ahora que cuando contactaron con él hace años, en su etapa en el Liverpool. Los resultados serán el fuelle de sus relaciones con la empresa (si entra la pelotita), pero en estos momentos se puede hablar de flechazo intenso. Las reticencias del vestuario y de un sector de la afición al fichaje han unido a las dos partes, ansiosas por demostrar lo acertado de la apuesta. «Rafa conoce la cultura de este club y su nombre es garantía de trabajo, esfuerzo, entrega y pasión por este deporte. Es uno de los mejores entrenadores del mundo y utiliza el método como herramienta de trabajo. Tiene una excelente comunicación con los jugadores y una importante experiencia profesional y un gran palmarés pese a su juventud», repasó Florentino Pérez, satisfecho también por la prudencia inicial del nuevo empleado. Su reto es ganar con el Real Madrid, sin más deseos de gestión.
 
Benítez se desviste del traje de manager con el que ganó fama y títulos en Liverpool. Dejó claro que entiende el funcionamiento del Real Madrid, donde bastante tendrá con hilar ambiciones y seducir a la talentosa plantilla para que todos empujen en la misma dirección. No teme encontrar a los jugadores con el ceño fruncido y llorando a Ancelotti («Me parece muy positivo. Espero que le vaya bien»).
 
El 10 de julio, vuelta al trabajo

Dice que mirará a la cantera con cariño y sin intervencionismo. Y que la lista de la compra la deja en manos del club. Trabajará con los ingredientes que le pongan en la mesa, sabrosos la inmensa mayoría. Quiere a los cedidos Casemiro y Cheryshev y sugiere la cesión de Lucas Silva. De súper fichajes, nada por ahora. «Vengo para ser entrenador y estar a disposición del club. La plantilla tiene tanta calidad que hay que intentar sacar el máximo a estos jugadores, que son muy buenos ya», dijo el técnico, feliz con el bautismo, manteniendo la mirada en su mujer, Montse, cuando la emoción le cortaba la voz. Los dos buscarán hogar en Madrid en los próximos días, antes de las cortas vacaciones que tomará. El equipo está citado el 10 de julio, pero él pretende iniciar su aventura en Valdebebas mucho antes. Ya tiene listo el despacho y su habitación en la residencia.
 
Hombre de números, intentó dejar las cuentas claras sobre su libreto: Rigor, estudio y pelota. «El método de trabajo con respecto al sistema de juego son cosas distintas. Entrenamos un 80% con balón y un 20% sin él. Es nuestra manera de trabajar, con control y rigurosidad, hablando con los futbolistas. Ver las sensaciones que tienen nos ha permitido llegar hasta aquí. Te tienes que adaptar a la calidad de la plantilla pero hay que tener una mentalidad ofensiva manteniendo el equilibrio en defensa».
 
Benítez firmó su contrato de tres años un rato antes, aunque desde el lunes lleva tomando medidas a su nuevo centro laboral, en la Ciudad Deportiva. Ganará en torno a 3,5 millones limpios, incentivos aparte. «El equipo tiene que jugar lo mejor posible para poder ganar y tener una idea clara de lo que quiere. Tiene que ser un equipo competitivo, que juegue bien al fútbol y que gane. Cuando estás en un equipo de tanta calidad tienes que atacar, marcar goles y si es posible jugar bien», resumió.

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