Vía El Mundo
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha proclamado oficialmente ante el Comité Federal que se presentará al proceso de primarias que comienza hoy para ser el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Sánchez pretende "liderar el cambio de izquierdas" que cree que se producirá en las elecciones generales tras los resultados del pasado 24 de mayo.
"Tal y como comprometimos, las primarias del PSOE se celebrarán el próximo 26 de julio. Y os anuncio con humildad, con responsabilidad, con ilusión, con mucha ilusión, que tengo decidido concurrir a estas primarias y solicitar vuestra confianza para ser el próximo presidente socialista del Gobierno de España", ha proclamado ante el máximo órgano de gobierno del PSOE entre congresos.
Tras estas palabras, esperadas por todos, la gran mayoría de los miembros del Comité Federal han irrumpido en un aplauso de aclamación. A él se ha sumado, de forma tardía y algo tímida, la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que estaba sentada en primera fila. Todos saben en el PSOE que Díaz ha llegado a dudar de Pedro Sánchez como candidato idóneo, aunque siempre lo ha negado en público. Esta misma semana, el PSOE andaluz ha intentado retrasar las primarias, sin éxito, para el mes de septiembre.
El dirigente socialista ha asegurado que los resultados de las elecciones municipales y autonómicas han arrojado "una conclusión clara: la mayoría ciudadana desea un cambio a la izquierda en las políticas", un cambio "presidido por el diálogo y la estabilidad".
En las elecciones del domingo, según Sánchez, Mariano Rajoy y elPP "sufrieron un duro golpe" porque "han gobernado frente a la mayoría de los españoles" llevando a la práctica el "verdadero frente", "el frentismo" contra los trabajadores. Ellos se han quedado solos, ha destacado, y "su soledad es la antesala de la derrota que sufrirán en las próximas elecciones generales". El "verdadero frente" ha sido el del PP, ha remarcado Sánchez, en respuesta también a Díaz, que el jueves rechazó que el PSOE se una a "frentes contra nadie", en referencia al PP.
"El PP puede perder las elecciones en noviembre", ha continuado Sánchez en una intervención abierta a los medios de comunicación. "Y es hoy un partido dividido, fracturado, con un proyecto agotado y rechazado por la mayoría social, un partido acosado por la corrupción".
En el lado contrario, el PSOE ha sido "la izquierda que atrae al centro para gobernar el cambio". Pedro Sánchez ha celebrado que "hace muy poco había quienes decían que el PSOE iba a estar ante una disyuntiva fatal: apoyar al PP o apoyar a otros partidos". Pero ahora y tras "la cura de humildad de las urnas», serán "esos partidos" [especialmente Podemos] "quienes deben decidir si apoyan al PP o si apoyan al PSOE", que es "claramente la fuerza mayoritaria en la izquierda, la única alternativa a la derecha".
A partir de ahí, el trabajo del Partido Socialista debe ser, ha asegurado el secretario general, "recuperar la confianza con trabajo y humildad para ser la primera fuerza".
El secretario general ha celebrado los resultados de las elecciones para el PSOE. Pero sobre todo, se ha centrado en que su partido podrá recuperar los gobiernos de Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares o Canarias para gobernar "cambios seguros y coherentes con un proyecto socialdemócrata".
Sánchez ha remarcado dos asignaturas pendientes en las que el PSOE se tiene que esforzar: las grandes ciudades -donde ha sido superado por las candidaturas de unidad popular de izquierdas- y los jóvenes. Su receta para recuperar la confianza social en estos ámbitos será "una mayor apertura, superar cualquier tentación de endogamia, incorporar referentes sociales y liquidar barreras burocráticas" en la relación del PSOE con los ciudadanos.
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