Por Carlos Navarro
El verano suele ser una época de poca reflexión. Un momento de locura en la rutina que normalmente preside nuestras vidas. El verano pasa rápido, como una estrella fugaz, y deja tras de sí memorias que normalmente relacionamos con playa, fiestas, calor y la nostalgia que nos deja al terminar. Sin embargo, el verano es también el ecuador del año y nunca es mal momento para tener un rato en el que reflexionar y pensar qué nos ha deparado este curso y qué es lo que nos deparará. Este momento de sosiego es extraíble a muchos campos, desde lo más abstracto hasta el punto más concreto que te puedas imaginar, y hoy me dio por recapitular y pensar en lo que está por venir en este 2015 tenístico…
El tenis está dominado, para algunos ‘dictadurizado’ por un serbio que siempre vivió a la sombra de dos cracks y que ahora vive sus mejores días en solitario. Y como en cada período glorioso y dominante de un tenista legendario, aparece el tópico de ‘la poca competencia’. Por suerte o por desgracia, su victoria en Wimbledon sirvió para que muchos escépticos abrieran los ojos y, al verlo coronado en la Catedral del Tenis, valoraran lo que está haciendo Novak Djokovic.
Lo de la poca competencia es relativo; Nole, este año, abruma tanto que parece que sus rivales se quedan en paños menores. De hecho, en la cada vez más recurrente comparación con su 2011, se menciona que este año ha ganado más veces a a top-10’s que en aquel año; pero sí, la calidad de los componentes del mismo, para mí también es menor. Cada período de dominio tiene sus luces y sombras y Novak no se salva…
Stanislas Wawrinka tiene muchas maneras de ser nombrado: ‘el barriguita cervecera, el tripitas, Gordinka’... pero si nos atenemos a los argumentos de la gente que lo llama así, este 2015 nos ha dejado claro que la capacidad de poder que tiene zampando es igual a la capacidad que tiene de zurrar con violencia a la pelota desde la ‘baseline’. Con ello, el suizo ha sido el único capaz de asestar un golpe mortal al ‘dictador’, privándole de un Roland Garros, que, de nuevo, se vuelve a escapar para el serbio. Sí, 2015 no ha sido un año de demasiado cambio de tendencia…
Federer y Murray se mantienen como más que dignísimos outsiders y rivales más peligrosos y constantes (a diferencia de Stan) de Djokovic. Si tuviese que destacar algo de ellos a día de hoy, sería el hambre y deseo del suizo y la constancia y la expresividad que demuestra Murray. Ellos nos regalaron uno de los partidos más mágicos del año en las semis de Wimbledon y ellos tienen aún varios objetivos por los que pelear con fuerza: Murray se agarra al sueño de la Copa Davis (que lo pondría en las nubes en UK) y Fed al de conseguir el #18, cuya última parada en 2015 pasa por Flushing Meadows…
Los tenistas ‘cabras locas’ se han dejado ver este año más que nunca. Sobre todo Kyrgios; Kyrgios es la revelación en este aspecto. Peleas con los jueces, peinados extravagantes, lanzamientos de raquetas a alturas nunca vistas, declaraciones subidas de tono, multas por pagar… y tenis, mucho tenis. Aunque parezca que no, Nick quema etapas a velocidad gigante, y ha acumulado otros cuartos de finales en Grand Slam, su 1ª final ATP y varias victorias ante top-10 (aunque se le resiste Murray). Anyway, no sólo Nick; Tomic ha vuelto hacer sus locuras, entre las cuales se incluye pasar una noche en el calabozo; Thiem se ha teñido el pelo de rubio en un homenaje a los chavales que un día fueron los Backstreet Boys, Monfils ha dejado su sello de acrobacias bajo el pulcro manto de Wimbledon… y Benneteau ha sido padre, un logro que, misteriosamente, no ha sido capaz de acallar a aquellas personas que se acuerdan de él cuando un tenista inaugura su palmarés de títulos (6 veces lo habrá tenido que aguantar este año el pobre Julien).
Y por último pero no menos importante, 2015 ha sido el año del amor. No sabemos de dónde ha salido esta fiebre, pero a un año vista de la boda del actual jefe del circuito, parece que sus colegas se han puesto las pilas. Feliciano López, tras dejar su sello personal en la lucha sin cuartel que ha sido la Davis, se ha casado; los que un día jugaron una final de Davis contra él, Berdych y Rosol, también predicaron con el ejemplo (aunque se habló más del vestido de Satorova que de Tomas, todo sea dicho)... y hasta Verdasco ha encontrado estabilidad emocional. 2015, fuera de la pista, sí que ha puesto el universo tenístico patas arriba.
Bueno, ‘in a nutshell’ que dirían los ingleses, un pequeño pedazo del 2015. Pero se nos avecina la temporada americana y habrá que decir algo más, ¿no? Así que entrando en materia y con más seriedad, para mí hay algunos nombres que pueden dar el petardazo en los próximos meses…
Grigor Dimitrov, 16º ATP: ‘A new beginning’. La temporada de Grigor resulta decepcionante. Muchos le presuponíamos un futuro brillante tras destacar en 2014 y le pedíamos un paso adelante en este 2015; sin embargo, el tenis de Dimitrov está en un bache y una espiral negativa de la cual no sale. Sin embargo, en 2 semanas de verano se han precipitado los acontecimientos: Rasheed, su coach hasta ahora, ha hecho las maletas, sin ser el único ya que el búlgaro también ha roto con Sharapova. Toda la fama y el tufillo a prensa rosa que le trajo esta relación han terminado, y Grigor ha prometido ponerse las pilas en lo que resta. En varios vídeos ya se le ha visto entrenando con Lendl, en lo que sería un movimiento fabuloso bajo mi punto de vista. Defiende semifinales en Canadá y ‘tan sólo’ octavos en el Us Open… algo que al tenis de Dimitrov no debería darle miedo. ¿A su cabeza? Está por ver. Pero me fío en ese ‘new beginning’ que predica un chico que parece que sí se ha tomado el verano para reflexionar.
Dominic Thiem, 24 ATP: Antes lo mencionábamos; Dominic es joven y lleva a cabo el leitmotiv de ‘young, wild and free’. El austríaco, desde que acabó Wimbledon, decidió irse a los hoteles más lujosos de Ibiza para disfrutar del verano con sus DJ’s favoritos, además de teñirse el pelo de rubio (prefiero no entrar en razones). ¿Su vuelta? Catastrófica. Dos derrotas en individuales que ayudaron a que Austria no fuera capaz de sacar adelante la eliminatoria de Copa Davis vs Holanda. Sin embargo, que el tenis es impredecible se demuestra en casos como los de Dominic, que pasó de estar hundido a ser una auténtica apisonadora en Umag. Quizás por su cercanía a la playa y el aire a fiesta que destila, no lo sabemos, pero Thiem ha sacado un tenis con un combo de potencia+precisión elevados a una dimensión que yo nunca había visto en él. El año pasado hizo octavos en el Us Open, su mejor aparición en un GS, y en lo que llevamos de verano ya hemos visto que cuando saca su mejor tenis, Dominic tiene nivel de top-15. Y es que, a un tío que escribe ‘Bamos’ con B, un tío que se tiñe el pelo de rubio y que sin embargo es capaz de hacer gigantescos posts en Facebook desglosando sus derrotas, hay que quererle. Y el feeling de que lo que queda de 2015 será enorme para él… yo, lo tengo.

Borna Coric, 33 ATP: El wonderkid croata sigue en su regular y meritoria línea de 2015, donde parece que siempre cumple a pesar de hacer menos ruido que gente como Kyrgios o Rublev. Trabajando en la pista, puliéndose en el gimnasio y demostrando día tras día que él aspira a ser algo grande, Borna enseñó lo que es capaz de hacer al mundo en el Grand Slam neoyorkino en 2014, ganando por primera vez un partido en Grand Slam ante Rosol. En Umag, esta semana, hemos visto como su derecha ha subido un escalón competitivo: es mucho más explosiva y directa, un importante activo en pista rápida. El croata, con su nuevo estatus y su nuevo ránking, mira de tú a tú a los mejores, y aún no ha esbozado ninguna victoria ‘legendaria’ en 2015. Los grandes jugadores ya las tienen desde sus inicios, así que… ¿por qué no pensar que se puede dar en la gira americana que se nos viene?.
Kyle Edmund, 104 ATP: Edmund acaba de ganar un Challenger en Binghamton, USA. Bien, todo normal; se impone en un evento en el que partía como cabeza de serie. Pero su victoria va más allá de ser algo simple: hace 10 años, Murray hacía lo mismo, en el mismo sitio. Kyle no es ni mucho menos el prospecto de tenista capaz de ganar Grand Slams que en su día fue Murray, pero ha demostrado durante estas semanas que su juego es capaz de hacer daño en la pistas rápidas, con un saque y una derecha letales. Le costará trabajo hacer ruido en los grandes eventos debido a su ránking, pero creo que el juego del británico se amolda a la perfección a las condiciones en las que se jugará estos meses. ¿Algún gran resultado a la vista? Complicado de vaticinar en un jugador con un ránking tan alto, pero me permito tomarme una licencia y tirarme a la piscina porque sí, Kyle es otro británico que trabaja con los pies en el suelo y paso a paso, sin mear fuera del tiesto. Siguiendo los pasos de Murray… ¿hará algo grande en USA?
Jared Donaldson, 156 ATP: Sí, estoy medio loco metiendo en una lista con top-30 asentado a un tío que ni tan siquiera es top-150, pero dejen un ojo abierto para mirar a este tipo. Cuando le echas un rápido chequeo, Jared bien podría pegar como el típico empollón de los colleges americanos, con cara de pardillo y de no haber roto un plato en su vida; sin embargo, cuando lo ves en la pista… tu cara probablemente cambie por completo. Está verde, sí; tiene talento, también. Donaldson construye la mayoría de sus puntos desde el saque, tomando la iniciativa y tirando de potencia desde drive y revés para dominar a su oponente. El año pasado ya hizo algunas incursiones en los grandes torneos gracias a WC’s, debutando ante Monfils en el Us Open. Este año, tras haber dado un gran salto cualitativo (estrenando su palmarés de Challengers en Hawaii), parece aún más claro que no le faltarán WC’s de las que hacer buen uso, ya que se ha criado en estas pistas duras de universidades americanas. Si ya con Edmund me he tirado a la piscina, con Donaldson hago un all-in, pero la fé que le tengo me hace presagiar a que hará algo de ruido en estos meses que se nos vienen.
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