En las descomunales escalas del tiempo geológico –referidas a un planeta de 4.500 millones de años—, retrasar el origen de las aves en seis millones de años puede parecer una menudencia, pero ese es justo el lapso que nos ha llevado a los humanos distinguirnos de algo parecido a un chimpancé, lo que no es exactamente un detalle sin importancia. Dos fósiles hallados en China acaban de revelar que los pájaros propiamente dichos son seis millones de años más antiguos de lo que se creía: se remontan a los albores del cretácico, la era de los grandes dinosaurios carnívoros que suelen salir en las películas.
Los dos fósiles definen la nueva especie Archaeornithura meemannae (en la ilustración), una curiosa ave zancuda que, provisionalmente al menos, debe considerarse el pájaro más viejo del mundo. Pertenece a la familia de los Ornithuromorpha, o Euornithes (aves verdaderas), que incluye el más reciente ancestro común de todas las aves modernas. Ming Wang y sus colegas de la Academia China de Ciencias en Pekín presentan su hallazgo en Nature Communications.
http://nature.com/articles/doi:10.1038/ncomms7987
En aquella época, sin embargo, los Ornithuromorpha no eran las únicas aves. Compartían el cielo cretácico con otra gran familia, los Enantiornithes, o “pájaros opuestos”, porque su escápula y otros huesos tienen la orientación invertida respecto a los Ornithuromorpha y a todas las aves actuales. También debían ser más agresivos, porque tenían dientes en el pico y garras en las alas. Pero, curiosamente, se extinguieron todos al mismo tiempo que los dinosaurios, hace 66 millones de años.
Esa gran extinción, asociada al impacto de un meteorito gigantesco y una orgía de erupciones volcánicas, marca el final del cretácico y el origen de un nuevo mundo en que los mamíferos empezamos a dominar la tierra firme. La extinción masiva no solo barrió del mapa a los dinosaurios y a las aves con dientes, sino también a la mitad de las demás especies vivas de la época, en uno de los episodios geológicos más violentos de la historia del planeta.
Pero el recién descubierto Archaeornithura meemannae es muy anterior a todo eso, y ha podido datarse en 131 millones de años atrás, en el cretácico temprano. Es una época de la que han quedado muy pocos especímenes de pájaros fósiles, y en la que cada nuevo hallazgo arroja por tanto una luz fresca sobre los albores evolutivos de las aves modernas. Todas las aves, actuales o extintas, evolucionaron a partir de los dinosaurios en la era anterior, el jurásico.
Los dos fósiles han sido desenterrados en la cuenca de Sichaku, en Hebei, noreste de China. Su excelente estado permite observar el plumaje casi completo, y sus adaptaciones aerodinámicas al vuelo. Seguramente era un ave acuática zancuda, según indican la longitud y la ausencia de plumas en el segmento superior de la pata (tibiotarso, en la jerga). Las plumas ahí no dificultan el vuelo, pero sí los largos paseos por las aguas someras en busca del desayuno.
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