
En un auto —resolución judicial razonada— de siete páginas, el magistrado rechaza abrir una pieza separada de fraude fiscal sobre Bartomeu porque aprecia “relevantes elementos de conexidad objetiva y subjetiva” respecto de la investigación ya iniciada sobre el anterior presidente, Sandro Rosell. Esta conexión de hechos y personas aconseja, según Ruz, “su enjuiciamiento conjunto”. El juez afirma que las diligencias de investigación sobre Bartomeu pueden realizarse “sin demora”.
En la resolución, Ruz rechaza acordar por el momento el procesamiento del expresidente azulgrana Sandro Rosell por un delito societario y dos delitos contra la Hacienda Pública, como le había pedido la Fiscalía. Por estos dos delitos fiscales, el ministerio público había solicitado al magistrado el procesamiento del propio Fútbol Club Barcelona como persona jurídica.
En su informe, el fiscal del caso, José Perals, describe cómo Rosell decidió en 2013 anticipar el fichaje del delantero incrementando los pagos que había pactado dos años antes con el padre del jugador (40 millones de euros). Según este relato, Rosell decidió mantener públicamente que la incorporación de Neymar un año antes de lo acordado no tendría coste añadido, más allá de los 17 millones que había que pagar a su entonces equipo, el Santos, para hacerse con los derechos federativos del delantero. Según las cifras esgrimidas por Rosell, Neymar costó 57,1 millones. Según el escrito remitido por el fiscal al Juzgado de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, el coste real fue de 82,74 millones, a los que habría que sumar otros 12,14 millones en impuestos no pagados entre 2011 y 2014, en total 94,8 millones de euros.
En el auto de este martes, el magistrado exige al club que en cinco días presente los certificados de retenciones que se hayan realizado sobre el contrato de Neymar y pide a la Agencia Tributaria un nuevo informe en el que analice el alcance de la supuesta defraudación derivada del fichaje del jugador.
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