El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha reiterado, ante la juez, que el dinero oculto por su familia en Andorra procede de una herencia legada por su padre, Florenci Pujol. En una declaración de dos horas, Pujol ha aludido a unas cartas, las cuales no ha aportado, en las que su padre legaba su dinero oculto. Los documentos, ha afirmado el exmandatario, está en manos de su mujer, Marta Ferrusola, que a su vez se ha acogido a su derecho a no declarar.
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Pujol se ha mantenido firme en la tesis que ya defendió, en su comunicado público del pasado 25 de julio, y que amplió en su comparecencia ante el Parlamento catalán. Según fuentes judiciales, el expresidente ha reconocido que su padre, Florenci, había ganado ese dinero mediante el “cambio de divisas”, una actividad que, según ha admitido, era “ilegal” pero hasta cierto punto estaba “tolerada” durante la etapa franquista. El abuelo Florenci falleció en 1980.
La juez Beatriz Balfagon y el fiscal Alejandro Luzón sospechan que el capital regularizado por la familia podría tener un origen distinto y así se lo han preguntado a Pujol, que lo ha negado de forma tajante. Sin ser preguntado explícitamente por el cobro de comisiones -un asunto que, por el momento, no es objeto de la investigación- el expresidente ha remarcado, como ya hiciera en el Parlament, que el capital no procede de la “corrupción” ni del “erario público”, han explicado las mismas fuentes judiciales al término de la declaración
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