Por Sergio Ruiz
- - En 2050 el consumo del líquido elemento aumentará un 44% para satisfacer las demandas industriales y de la población.
- - La Tierra contiene unos 525 millones de kilómetros cúbicos de agua. La cantidad de agua que contiene nuestro planeta no ha disminuido ni aumentado en los últimos dos mil millones de años.
- - El 97% del agua se encuentra en los océanos, y el 2% permanece congelada.
- - El 80% del agua que se encuentra en los continentes está en la superficie. El 20% restante se encuentra bajo tierra o en forma de vapor de agua atmosférico.
- - Sólo el 2.5% del agua que existe en la Tierra es agua dulce. De esa cantidad, el 0.5% se encuentra en depósitos subterráneos y el 0.01% en ríos y lagos.
- - El 90% de los recursos disponibles de agua dulce del planeta están en la Antártida.
- - Sólo el 0.007% del agua existente en la Tierra es potable, y esa cantidad se reduce año tras año debido a la contaminación.
Bien, estos son algunos datos acerca del agua en nuestro
mundo. Así de importante es, así de necesario es para cada uno de nosotros. La
humanidad, sin agua, dejaría de ser tal.
¿Cómo podemos conseguir que el agua deje de ser
despilfarrada, día tras día? Según los expertos, el ahorro de agua se podría
incrementar, significativamente, si se considerara el gasto energético. Además, se reduciría la emisión
de gases de efecto invernadero, no sólo en el consumo, sino también en el
tratamiento y distribución urbana del agua. La investigación se ha desarrollado
en California, región pionera en distribución y gestión de aguas.
El Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat
Politécnica de Valencia (IIAMA-UPV) se creó, en 2001, con el objetivo de impulsar la
investigación orientada a la transferencia de tecnología y colaboración con
empresas y organismos públicos y a promover la docencia y el asesoramiento en
temas de agua.
Àlvar Escrivà-Bou, investigador del IIAMA-UPV, durante su etapa doctoral,
ha indicado que el ahorro de agua se podría incrementar significativamente “si
los consumidores tuvieran en cuenta los gastos energéticos asociados al consumo
de agua”. De hecho, el investigador valenciano indica que un aspecto destacable
es que las inversiones económicamente rentables “se incrementan cuando se
consideran los costes de energía”. En este sentido, afirma que se aumentaría el
ahorro potencial de agua desde un 5% hasta más de un 6%, lo que significaría un
incremento en el ahorro “de más del 20% de agua y alrededor de un 30% de
energía y gases de efectos invernadero, respecto al escenario en el que sólo se
consideran los costes de agua”, sentencia el Dr. Escrivà-Bou.
Todo ello sería posible si se potenciaran unas medidas tan simples como
instalar aireadores o limitadores de caudal en grifos, así como sustituir los
electrodomésticos más antiguos por otros más eficientes. Además, se reducirían
significativamente la emisión de gases de efecto invernadero, lo cual tendría
un notable impacto no sólo en el consumo, sino también en el tratamiento y
distribución urbana del agua, porque “cuando realizamos el estudio, comprobamos
que el mayor consumo energético del ciclo del agua se encuentra en las
ciudades, por los sistemas de calefacción de agua de las casas esencialmente,
pero también por el ciclo urbano del agua que incluye el tratamiento,
distribución y posterior tratamiento de aguas residuales”, explica el doctor
del IAMA-UPV.
California, gran referente en infraestructuras hidráulicas
El proyecto se ha llevado a cabo en California (EEUU), debido a que se
trata de una región muy concienciada con el cambio climático y su impacto sobre
el agua. El científico valenciano destaca que, en este estado tiene, se
encuentran una serie de condiciones climatológicas y socio-económicas muy
similares al sudeste de la Península Ibérica, por el peso de la agricultura en
la actividad económica y el importante consumo urbano de agua. Todo ello,
facilita la colaboración entre ambas entidades.
Sin embargo, la mayor diferencia estriba en el hecho de que, en California,
la gestión del agua tiene un carácter mucho más descentralizado, con una
multitud de agencias implicadas, mientras que, en España, las Confederaciones
Hidrográficas han jugado un papel determinante en la centralización y gestión
integrada de recursos hídricos. Además, el estado norteamericano dispone de una
excelente infraestructura hidráulica, desarrollada esencialmente en el segundo
tercio del siglo XX, que incluye grandes acueductos de interconexión de
cuencas. Esto a su vez, ha propiciado el desarrollo de mercados de agua y otras
herramientas de gestión innovadoras.
Doctor Escriva-Bou |
Según afirma el Dr. Escrivà-Bou, “históricamente, los períodos de sequía ,
como el que se viene produciendo desde 2012, han funcionado como catalizadores
para la mejora de políticas de gestión de aguas, en un estado que de por sí
tiene un estrés hídrico significativo, ya que las demandas superan a los
recursos disponibles prácticamente todos los años”.
California tiene una dedicación especial en la lucha contra el cambio
climático. A nivel social, la concienciación es plena. En este sentido, el Dr.
Escrivà-Bou indica que nos dirigimos hacia un escenario donde “se debe
minimizar la emisión de gases a la atmósfera. El cambio climático es un hecho y
me siento orgulloso, que proyectos como el mío planteen soluciones al problema”.
El Dr. Escrivà-Bou se encuentra trabajando para el Public Policy Institute
of California en San Francisco, un “think-tank” sobre políticas públicas en el
que investiga sobre agua, energía y cambio climático. Por tanto, conoce la
situación de primera mano.
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