La carrera hacia la presidencia de Estados Unidos ha comenzado este lunes con la celebración de las primarias en el estado de Iowa. El complejo proceso, un sistema de elección indirecto, será el primer obstáculo que deban sortear los presidenciables para ser candidatos en las elecciones de noviembre.
Iowa es el tradicional punto de inicio del largo proceso que finalizará el 14 de junio con las primarias del Partido Demócrata en Washington D.C. Hasta esa fecha demócratas y republicanos habrán elegido en cada estado y territorio a sus delegados, que luego representarán al estado en las convenciones en las que se designe el candidato.
Los delegados se "comprometen" a dar su voto a un candidato. A pesar de que sean elegidos como delegados de un candidato, teóricamente podrían apoyar en la convención a otro candidato, un caso que no ha ocurrido en los últimos años.
Existen dos sistemas para la elección de los delegados: las primarias convencionales y los llamados "caucus". Dependiendo del estado, la elección se realiza por uno u otro modo.
Solo 16 estados eligen por "caucus" a sus delegados, entre los que se encuentran Nevada, Alaska, Washington, Kentucky, Nebraska o Iowa, que abrirá el proceso. Se trata de un sistema rudimentario: una asamblea partidaria en la que se debate y posteriormente se vota a los delegados. La votación se realiza en papel o a mano alzada, lo que hace que sea el sistema más discutido por la facilidad que existe de fraude.
El otro sistema es el de las clásicas primarias, una votación habitual que puede ser abierta, si acuden todos los votantes del censo; o cerrada, donde solo votan los miembros del partido de este estado. También se puede dar la votación semi-cerrada, donde además de los miembros inscritos acuden los independientes. La votación se realiza durante todo el día, a diferencia que los "caucus".
Los demócratas cuentan con un sistema de representación proporcional en todos los estados. Es decir, que cada candidato obtiene un número de delegados dependiendo del porcentaje de voto obtenido. El mínimo para obtener un delegado es 15%.
Por su parte, los republicanos tienen un sistema proporcional como los demócratas en algunos estados. En otros, el sistema elegido es el llamado "the winner-take-all", traducido como "el ganador se lo lleva todo". De esta forma, el candidato que vence obtiene todos los delegados de ese estado.
El número de delegados varía dependiendo del estado. En total los demócratas eligen 4.764, mientras que los republicanos 2.472. Para ser candidato se necesitarían más de la mitad de los delegados: 2.383 para los demócratas y 1.238 para los republicanos.
Los resultados estarán prácticamente resueltos cuando el 75% de los estados hayan elegido a sus delegados, fecha que este año será el 26 de abril. Hasta entonces habrán votado los estados pequeños, por lo que serán estos los que decanten la victoria de los presidenciables.
Una de las fechas importantes de las primarias es el "Super Tuesday" ("Super martes"), que este año será el 1 de marzo. En esa jornada se celebrarán primarias o "caucus" en 15 estados.
Las primarias concluirán con la elección formal de los candidatos en las convenciones de los partidos. Los republicanos celebrarán su convención en Ohio el 18 de julio, mientras que una semana más tarde tendrá lugar la de los demócratas en Pensilvania.
La victoria inicial en Iowa puede ser positiva para los candidatos: ganando en el primer enfrentamiento se dará una imagen de seguridad. Asimismo, las estadísticas indican que quedando tercero en Iowa, difícilmente se podrá acabar ganando. El siguiente estado en celebrar primarias será Nuevo Hampshire, seguido de Nevada y Carolina del Sur.
Por el partido republicano los dos principales candidatos son el magnate Donald Trump y Ted Cruz. La diferencia que separa a ambos es muy reducida. Según las últimas encuestas publicadas antes de la cita, Trump cuenta con el apoyo del 28% de los votantes republicanos, mientras que Ted Cruz con un 23%.
Algo parecido ocurre con los demócratas. Hillary Clinton, con el 45% de los apoyos, competirá con el senador Brenie Sanders, que ha reducido su distancia con la ex secretaria de Estado obteniendo el apoyo del 42% de los demócratas, según los sondeos.
La culminación de todo el proceso es el próximo 8 de noviembre, cuando los estadounidenses elijan al presidente que sustituya al demócrata Barack Obama.
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