"Tras años estímulos monetarios, el mercado se ha dado cuenta de que los problemas de fondo de la banca europea no se han solucionado". Así de tajante se muestra Javier Santacruz a la hora de analizar las crecientes dudas sobre el sector financiero del Viejo Continente.
La tortmenta se ha desatado por la incertidumbre que rodea a Deutsche Bank, pero el miedo al contagio ya es una realidad y son cada vez más las entidades que están sufriendo importantes castigos en los mercados, como muestra la evolución de HSBC o Standard Chartered.
Sin embargo, los miedos empiezan a concentrarse en Credit Suisse, cuyos bonos convertibles contingentes (CoCos) reciben ya un castigo que ronda el 15%.
A lo largo del último año, la capitalización de Credit Suisse en bolsa ha sufrido un duro correctivo que supera el 40% y que deja al banco en sus peores cifras en casi 30 años.
Esta fuerte caída empieza a reflejarse en el mercado secundario: por ejemplo, la siguiente gráfica muestra cómo se ha encarecido el coste de asegurarse contra una eventual quiebra de la entidad helvética.
El nuevo consejero delegado de la casa suiza, Tidjane Thiam, anunció el pasado mes de octubre que su objetivo a largo plazo es reducir el alcance de la banca de inversión de Credit Suisse y potenciar la división de gestión de grandes patrimonios y activos.
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