Con Zinedine Zidane, el Real Madrid trata de conseguir un nuevo impulso, al igual que cuando se contrató al fallido Rafa Benítez. Pero esta vez, con el galo hay un objetivo añadido que ya se ha cumplido solo con su contratación: dotar al club de una figura de la que carecía en el sentido estricto de la palabra.
Cuenta Público que Zinedine Zidane ya ejerce, además de como entrenador, de director deportivo. Desde el palco se le ha transmitido que el peso será suyo en cuanto a los fichajes y la planificación de la plantilla. Zizou será una especie de 'general manager' a la inglesa. Algo más visto en la Premier League y que Jose Mourinho trató de imponer en su paso por Valdebebas: ser el completo responsable de la parcela deportiva del primer equipo.
El poder que se le ha dado al francés ya salió a relucir incluso antes de que fuese presentado a los medios. El club trató de colocar a Santiago Solari como su segundo, pero él fue tajante: David Bettoni ocuparía ese puesto, y también le acompañaría Bernardo Requena como preparador físico. Así ocurrió.
Otro producto de este nuevo estatus fue la renovación de Mariano, delantero del Real Madrid Castilla fijo con Zidane, que tendrá ficha del primer equipo la próxima temporada. En definitiva, decisiones tomadas a contracorriente, pero aceptadas.
La situación en este momento es muy simple: será Zidane el que decida los jugadores a seguir, las altas y bajas de cada temporada...y por supuesto, las labores propias del entrenador. Pero hay más: cualquier asunto que afecte a la primera plantilla pasará por sus manos. Tendrá voz y voto en todo. Evidentemente, Florentino Pérez (como presidente) deberá aprobar las operaciones, pero se tratará de una formalidad.
Desde luego, en lo referente a los fichajes, el club está tranquilo. Los antecedentes sonríen a un Zidane que se fijó en Isco Alarcón (cuya salida ha frenado en seco, y al que ha devuelto a la titularidad), que fichó a Raphael Varane cuando aún era un desconocido y que fue el encargado de hacer un seguimiento especial a Bale, que va ganando enteros poco a poco y que sigue siendo considerado el sucesor de Cristiano.
Tras una etapa en la que se miraba al entrenador, Rafa Benítez, con demasiada suspicacia, llega otra totalmente diferente al Real Madrid. Una en la que el técnico ejerce un poder casi desconocido en el club blanco. Florentino se echa a un lado.
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