Los principales actores políticos de España están aún lejos de un acuerdo que permita la gobernabilidad del país. El fragmentado resultado tras las elecciones del 20D y la expectación ante el reto independentista en Cataluña hacen que ningún pacto se intuya cercano.
Esta situación, que hace tan inviable un acuerdo entre PP, C's y PSOE por la negativa de los socialistas apoyar a Mariano Rajoy como un pacto entre los de Pedro Sánchez con Podemos, IU y varias fuerzas nacionalistas, ha hecho que ya se empiece a hablar de un posible Gobierno de transición encabezada por alguna personalidad política de prestigio que suscite el consenso entre las fuerzas pujantes.
Entre los nombres más comentados están, según el diario El Mundo, algunos como el del excomisario y exministro socialista Joaquín Almunia o el del propio ministro en funciones de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Otros que se habrían postulado para este cargo son, según fuentes cercanas a EcoDiario.es, el exministro del PP Alberto Ruiz-Gallardón así como el también exministro y expresidente del Congreso amén de histórico dirigente socialista, José Bono. A esta terna de nombres, informa El Español, también se ha añadido en las últimas fechas a la presidenta de Madrid con el PP, Cristina Cifuentes.
Sin embargo, el principal 'tapado' para encabezar este posible Ejecutivo, que duraría no más de dos o tres años es Javier Solana, según informa el diario La Razón. El exministro de Educación y de Asuntos Exteriores en los Gobiernos socialistas de Felipe González así como secretario general de la OTAN y Alto Representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea en años posteriores sería un nombre al que, en principio, ni PP ni PSOE podrían oponerse.
Este hipotético Ejecutivo provisional encabezado por Solana podría emprender las reformas económicas que quedan aun pendientes en España y generaría una amplia unidad en materias como la lucha contra el terrorismo o el desafío independentista en Cataluña. Del mismo modo, este período serviría para que las principales figuras políticas españolas se recolocasen en el tablero ante otros comicios fundamentales.
Según añade el citado diario, el perfil diplomático de Solana y su amplia experiencia en el plano internacional harían que tanto EEUU como la UE viesen con agrado su nombramiento. Un apoyo que sería clave para que España no perdiese visibilidad en el panorama global a cuenta de sus rencillas políticas internas.
No obstante, por ahora se trata de una posibilidad y, aunque parece el nombre mejor colocado, el de Solana se añade a otra lista de nombres de políticos que podrían generar consenso que ya se han postulado o de los que ya se ha hablado para aceptar esta difícil misión que se les podría encomendar.
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