La ausencia de una dirección deportiva en el Real Madrid hace que el peso de las contrataciones recaigan en Florentino Pérez (con la llegada de Zinedine Zidane se trata de que eesto se alivie), y a veces la situación da lugar a episodios un tanto controvertidos.
Cuenta el periodista Marco Ruiz en As que este vacío de poder que rellena Florentino Pérez provocó un fichaje un tanto surrealista, al menos por la forma en que se produjo y los avales con los que llegó al Real Madrid. Se trata de la llegada de Mateo Kovacic, el último refuerzo del equipo en el mercado de fichajes.
En la presentación del jugador croata, Florentino confesaba a su círculo cercano que el '16' llegaba al Real Madrid gracias a la previsión de su compatriota Luka Modric de que sería Balón de Oro en dos años...y también por la opinión del médico personal del propio Kovacic, que habría recomendado al presidente la realización de la operación.
El coste de la inversión se cifró en unos 30 millones de euros, y se trató de un movimiento inesperado al tratarse el croata de otro mediapunta que se añadía a la amplia nómina de jugadores en esa demarcación. En su presentación, afirmaba que su puesto era el de mediocentro, pero su paso por el Inter negaba la mayor. El afán por colocarse en el pivote generó una sospecha que no se ha terminado de desvanecer con el paso del tiempo.
En la actualidad, los números de Kovacic son bastante discretos. Es el jugador número 16 en minutos disputados (con 924, solo James, Lucas Vázquez y por supuesto Cheryshev han jugado menos que él de todos los centrocampistas) y su participación se difumina.
Con Zidane, solo ha jugado 25 minutos (ante el Deportivo estuvo sancionado). De los últimos 10 encuentros, ha jugado cuatro como titular y el último fue el que le complicó mucho la situación: en Mestalla, ante el Valencia, con una autoexpulsión muy prescindible. El balance total es de un gol y dos asistencias en 21 partidos jugados.
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