Para demostrarlo ha emitido un vídeo en el que se ve al líder norcoreano, Kim Jong-un siendo testigo de las maniobras desde un navío.
Sin embargo, los expertos han mostrado sus dudas en cuanto a la veracidad de las imágenes, así como a las afirmaciones de Pyongyang el pasado miércoles en las que aseguró haber detonado una bomba termonuclear.
Lo que es cierto es que la tensión en la zona se ha disparado.
“Celosos del éxito de la prueba de nuestra primera bomba de hidrógeno, Estados Unidos y sus seguidores están llevando la situación al borde de la guerra. Han vuelto a emitir mensajes psicológicos y han traído a francotiradores”, dijo Kim Ki-Nam, un alto funcionario del Partido de los Trabajadores.
Los mensajes psicológicos hacen referencia a los altavoces instalados por Seúl en su frontera con Corea del Norte y que el gobierno surcoreano ha vuelto a encender para emitir mensajes contra Pyongyang.
La última vez que se pusieron en marcha fue en agosto del año pasado, lo que desencadenó el intercambio de disparos entre ambos países.
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