viernes, 29 de enero de 2016

Alemania va a acelerar las expulsiones de migrantes

En una reunión que ha acabado con semanas de tensiones entre los miembros de la coalición gubernamental, se acordó junto a los “Länder” incluir a Marruecos, Argelia y Túnez en la lista de países considerados “seguros” para evitar los actuales obstáculos a las devoluciones. Alemania ya hizo lo mismo con los países de los Balcanes dejando claro cuáles son las demandas de asilo con pocas posibilidades de prosperar.

“Queremos integrar a las personas con perspectivas de quedarse en el país, pero también expulsar a quienes no las tengan”, dijo Merkel en una rueda de prensa en la que, también, recordó que se acaba con el sistema de obtención automática el derecho de asilo para ciertas nacionalidades como ocurría con los demandantes procedentes de Siria. A partir de ahora se estudiará “caso por caso”, repitió la canciller.

Sigmar Gabriel, líder del partido Social Demócrata, la canciller alemana (CDU) y el bávaro Horst Seehofer (CSU) pusieron fin a varias semanas de rifirafes para definir las nuevas medidas que limiten el número de demandantes de asilo que supera el 1 100 000 en 2015.

Este acuerdo llega tras la multiplicación de llamadas por parte de la clase política alemana para acelerar las expulsiones de ciudadanos procedentes del Magreb. Una reacción después de que la policía haya identificado a varios argelinos y maroquíes entre los sospechosos de las agresiones sexuales y robos delante de la estación de Colonia durante las festividades de Año Nuevo.

Aquellos sucesos suscitaron un gran debate en Alemania y coinciden con un alza del número de demandas de asilo depositadas por parte de ciudadanos procedentes de estos países. En diciembre, 2 296 argelinos y 2 296 marroquíes iniciaron este trámite contra 847 argelinos y 368 marroquíes en el mes de junio.

En la reunión de ayer se acordó poner límites a la reagrupación familiar, suspendiendo este derecho durante dos años a los solicitantes de asilo, restricción que, también, afectará a las personas que gozan de una “protección subsidiaria”, un estatus menos atractivo y que se otorga por razones humanitarias.

Las pocas perspectivas de obtener el estatus de refugiado ha empujado a centeneres de migrantes iraquíes a retornar a su país.

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