El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado partidario de alcanzar, a nivel nacional, un pacto de gobernabilidad con Podemos similar al logrado en la región, que "ha tenido como exclusiva preocupación la agenda social".
En una rueda de prensa ofrecida en Cuenca tras su visita a la segunda fase del Museo Paleontológico de Cuenca (antiguo Ars Natura), el también secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha ha sido preguntado por los posibles pactos para la formación de Gobierno tras las elecciones del 20D, según ha informado el Gobierno regional en un comunicado.
El presidente autonómico ha mostrado su intención de trabajar en la dirección de que pueda haber un acuerdo "que además sea estable y razonable, que aventure un cambio" y ha indicado que el entendimiento con Podemos "es asequible", pero ha mostrado "serias dudas sobre que el entendimiento sea posible y recomendable con los independentistas" catalanes.
García-Page ha afirmado que está "muy contento" con el pacto que existe en la región con Podemos, un acuerdo "que va muy bien" y que ha traído "buenas consecuencias" para la región, como los presupuestos para 2016, cuyo anteproyecto de ley fue aprobado ayer por el Consejo de Gobierno. Por ello, ha apostado por un pacto de gobernabilidad en España similar al que existe en Castilla-La Mancha, "que ha tenido como exclusiva preocupación la agenda social".
A su parecer, en el ámbito nacional, existe una especie de "efecto boomerang" con las elecciones catalanas "que se ha terminado colando" en el Congreso y en las elecciones generales, ya que "los votos independentistas pueden terminar siendo determinantes en la estabilidad y formación del Gobierno". Por este motivo, ha invitado al PP a "intentar tender puentes en lugar de romperlos".
Además, ha opinado que "no todo vale" a la hora de formar Gobiernoy ha asegurado que si a él, para ser investido presidente de Castilla-La Mancha le hubieran "impuesto la condición de vulnerar la Constitución o de facilitar la autodeterminación de algún territorio", no habría aceptado.
Ha subrayado que, en su caso, no se dio esa condición y por ello, en Castilla-La Mancha, PSOE y Podemos centraron las conversaciones "con mucha tranquilidad" en los aspectos que, según ha dicho, comparten ambas formaciones, lo que permitió alcanzar un acuerdo de investidura y que se va a traducir en "los presupuestos más progresistas de toda la andadura democrática de esta región".
Apoyar al PP, una "estafa" para los votantes
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, ha asegurado que apoyar la investidura de Mariano Rajoy o de cualquier otro candidato del PP sería una "estafa" a sus votantes, a los que prometieron cambiar las políticas de la derecha.
López, en declaraciones en El programa de Ana Rosa de Telecinco, ha reafirmado el rechazo rotundo a favorecer un Gobierno encabezado por Rajoy, tras su oferta de crear una alianza entre PP, PSOE y Ciudadanos para conformar una mayoría parlamentaria. "Dudo mucho que un solo votante socialista haya votado para que Rajoy o el PP sigan al frente del Gobierno. Es más, creo que han votado lo contrario. Estamos para echar a Rajoy, al PP y cambiar las políticas. Sería una estafa al votante socialista que, después de haber votado al PSOE, gobierne el PP con el apoyo del PSOE. Creo que es de cajón", ha argumentado.
En opinión de López, el PP y el PSOE "representan lo contrario", por lo que es inviable una coalición más allá de consensuar medidas que afecten a asuntos de Estado como la lucha contra el terrorismo o la unidad de España. "Somos coherentes y lo demás sería una estafa", ha insistido el senador.
López ha considerado "absurdo" decir ya que habrá nuevas elecciones, lo que "sería una falta de respeto a la gente que acaba de votar" para elegir un Parlamento más plural. Por ello, ha hecho un llamamiento a los partidos para "hablar y llegar a acuerdos, empezando por quien ha ganado, que es el PP".
El diputado electo del PSOE por Gipúzcoa, Odón Elorza, ha sido el más claro en pronunciarse. Una "gran coalición" entre su partido y el PP está "muerta" y "descartada absolutamente", al tiempo que ha abogado por laconstitución de un "Gobierno de progreso" con Podemos y otras fuerzas parlamentarias. Estas fuerzas tendrán que ser necesariamente los separatistas de ERC y el nuevo partido de Mas para que sumen.
El exalcalde de San Sebastián ha hecho esta reflexión en una entrevista en la emisora Onda Vasca, en la que ha defendido la necesidad de "intentar" llegar a un acuerdo que permita este "Gobierno de progreso" al que, según ha dicho, hay que optar "con pura conciencia" y "convicción profunda".
El dirigente socialista ha resaltado la importancia de "no poner líneas rojas antes de sentarse" en este proceso, tras lo que se ha preguntado "qué es lo prioritario" en este momento para los ciudadanos: ir en "un año a un ejercicio de la autodeterminación vinculante" o que las formaciones de izquierdas "se pongan de acuerdo" en "un montón de cuestiones que llevan la preocupación, la incertidumbre y el sufrimiento a un montón de familias".
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