El Congreso de Guatemala retiró el martes la inmunidad al presidente Otto Pérez Molina para que sea investigado por las acusaciones que lo vinculan a un escándalo de corrupción sin precedentes que ha sacudido a su Gobierno y al país centroamericano.
El general retirado y su ex vicepresidenta Roxana Baldetti son señalados por liderar un grupo criminal que cobraba sobornos por el paso de mercancías importadas sin pagar los impuestos correspondientes, según las investigaciones del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), ente respaldado por Naciones Unidas.
Los 132 diputados que asistieron a la sesión del Congreso de 158 legisladores votaron a favor de retirar el fuero al presidente, que llegó al poder con la promesa de acabar con la delincuencia.
Luego, la Fiscalía General pidió el arraigo del mandatario para evitar su riesgo de fuga y para asegurar su presencia durante el proceso por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación tributaria.
"En este momento ya es un ciudadano común aunque esté en el ejercicio de la presidencia (...) puesto que no tiene inmunidad y en consecuencia habrá persecución penal contra el presidente", dijo en conferencia de prensa la Fiscal, Thelma Aldana.
"De la captura no le puedo decir exactamente en qué momento. Me voy a reunir con mi equipo de trabajo y con la CICIG (...) para analizar los planteamientos que estimemos prudentes", agregó.
En las afueras del Congreso, opositores al mandatario celebraron la decisión del Congreso con gritos, abrazos y besos, tocando bocinas y silbatos, en un país conmocionado por el caso y que celebrará elecciones presidenciales el domingo.
"Me siento feliz porque siento que mi país merece justicia y nuestra gente pobre merece justicia por todo lo que se han robado. Esta es una fiesta ciudadana que se le debe al pueblo", dijo en los festejos la abogada Betzy Azurdia.
Pérez Molina ha negado todos los cargos y se ha resistido a renunciar, pese a que gran parte de su gabinete ha dimitido y a la presión de ciudadanos, empresarios, universidades, iglesias y organizaciones sociales.
"Es un paso muy importante para Guatemala y que los guatemaltecos ganen. Ninguna presión, ni del presidente ni de nadie", dijo el diputado Salvador Baldizón, del opositor partido Lider y hermano del candidato presidencial Manuel Baldizón, quien encabeza las encuestas.
Pérez Molina, cuyo mandato termina en enero de 2016, dijo el lunes que enfrentaría el proceso por la vía legal.
En tanto, Baldetti está bajo detención preventiva mientras se le sigue el proceso por cargos de asociación ilícita, cohecho y defraudación aduanera.
Pérez Molina dijo también el lunes que las supuestas pruebas que lo implican han sido sacadas de contexto, incluidas llamadas y reuniones con algunos de los involucrados en el grupo criminal que cobraba sobornos a los empresarios sin pagar los tributos correspondientes.
El saqueo de las arcas públicas por mafias arraigadas en las aduanas, el Banco Central, los partidos, la policía o el Seguro Social ha generado una ola de indignación sin precedentes en el país centroamericano, donde se calcula que un 70 por ciento de la población vive en la pobreza.
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