Volvía Luis Enrique a Roma, después de su pobre paso por el equipo giallorosso en la temporada 2011/12, y también regresaba Leo Messi al Olímpico, escenario donde hace casi seis años y medio, en mayo de 2009, logró uno de los tantos más importantes de su carrera, el que le hizo al Manchester United en la final de la Champions -la tercera del Barça- y que suponía el 2-0 definitivo.
Piqué vuelve al once
El conjunto culé, que esta noche estrenó la camiseta de color azul eléctrico, saltó al césped con la novedad de Gerard Piqué. El central internacional aún está sancionado en Liga, pero estaba claro que iba a jugar en el estreno en la máxima competición europea, y más aún teniendo en cuenta la lesión de Vermaelen. Piqué formó en el eje de la zaga junto a Jeremy Mathieu, a quien Luis Enrique dio la titularidad en detrimento de Javier Mascherano, aunque el Jefecito acabaría saliendo en la segunda parte tras la lesión de Rafinha.
Piqué vuelve al once
El conjunto culé, que esta noche estrenó la camiseta de color azul eléctrico, saltó al césped con la novedad de Gerard Piqué. El central internacional aún está sancionado en Liga, pero estaba claro que iba a jugar en el estreno en la máxima competición europea, y más aún teniendo en cuenta la lesión de Vermaelen. Piqué formó en el eje de la zaga junto a Jeremy Mathieu, a quien Luis Enrique dio la titularidad en detrimento de Javier Mascherano, aunque el Jefecito acabaría saliendo en la segunda parte tras la lesión de Rafinha.
Enfrente estaba la Roma de Rudi Garcia, subcampeón de la Serie A y que este verano se ha reforzado bien, especialmente en el ataque. Así, el técnico francés puso en el tridente ofensivo a Edin Dzeko, Iago Falque y Mohamed Salah. Especialmente incisivo se mostró el delantero egipcio, peligrosísimo al contragolpe y que en más de una ocasión retrató a Mathieu.
El Olímpico vibraba con las incursiones por banda de Salah y Dzeko, pero el primero en golpear fue el Barça. Un centro de Rakitic lo aprovechó Luis Suárez para cabecear en el segundo palo y establecer el 0-1 en el marcador (m.21). Un tanto no exento de polémica, pues los romanistas reclamaron falta previa de Messi -más apagado que de costumbre esta noche el argentino- sobre Lucas Digne. Sólo dos minutos después, Suárez cayó derribado en el área por el portero polaco Szczesny, pero Kuipers no quiso pitar nada. Penalti claro que se fue al limbo pese a las protestas del Barça.
Los azulgranas parecían tener controlada la situación hasta que a la media hora llegó el golazo de la noche, obra de Florenzi con un descomunal disparo desde 45 metros y escorado a la derecha. El misil del canteranogiallorosso sorprendió a un Ter Stegen que se quedó haciendo la estatua. El Barça intentó reaccionar, aunque la ocasión más clara la tuvoNianggolan con un peligroso disparo que desvió el cancerbero alemán.
El Olímpico vibraba con las incursiones por banda de Salah y Dzeko, pero el primero en golpear fue el Barça. Un centro de Rakitic lo aprovechó Luis Suárez para cabecear en el segundo palo y establecer el 0-1 en el marcador (m.21). Un tanto no exento de polémica, pues los romanistas reclamaron falta previa de Messi -más apagado que de costumbre esta noche el argentino- sobre Lucas Digne. Sólo dos minutos después, Suárez cayó derribado en el área por el portero polaco Szczesny, pero Kuipers no quiso pitar nada. Penalti claro que se fue al limbo pese a las protestas del Barça.
Los azulgranas parecían tener controlada la situación hasta que a la media hora llegó el golazo de la noche, obra de Florenzi con un descomunal disparo desde 45 metros y escorado a la derecha. El misil del canteranogiallorosso sorprendió a un Ter Stegen que se quedó haciendo la estatua. El Barça intentó reaccionar, aunque la ocasión más clara la tuvoNianggolan con un peligroso disparo que desvió el cancerbero alemán.
Grave lesión de Rafinha
A la vuelta de vestuarios, primer contratiempo para Rudi Garcia: Szczesnyse lesionó tras un encontronazo con Luis Suárez y tuvo que dejar su puesto a un Morgan De Sanctis que no tuvo tiempo para calentar. Pese a todo, el cancerbero italiano, ex del Sevilla, estuvo bastante bien en las ocasiones que tuvo el cuadro visitante.
Los culés llevaban el peso del partido hasta que se produjo la gravelesión de Rafinha, tras una entrada criminal de Nainggolan a la rodilla derecha del internacional brasileño. Rafinha sólo llevaba tres minutos en el campo -había entrado en sustitución de Rakitic- y tuvo que ser retirado en camilla. En su lugar entró Mascherano.
El Barça acusó el golpe y por unos momentos pareció a merced de una Roma que, si bien es cierto, tampoco conseguía inquietar a Ter Stegen. Sin embargo, poco tardaron los catalanes en volver a llevar la voz cantante y a crear ocasiones, como un remate de Messi que se estrelló en el larguero (m.77) o un disparo casi sin ángulo de Iniesta que detuvo De Sanctis (m.79). De ahí al final, el Barcelona fue un quiero y no puedo para acabar estrellándose contra la muralla de una Roma que terminó celebrando este punto como una victoria.
(Última hora): La brutal entrada de Nainggolan sobre Rafinha deja al brasileño fuera de combate: se pierde lo que resta de temporada
Se confirman las peores previsiones sobre la lesión de Rafinha. Las pruebas realizadas la pasada madrugada confirman que tiene rotos los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y tendrá que pasar por el quirófano en los próximos días. Tendrá que estar de baja, al menos, uno seis meses.
Una escalofriante entrada de Nainggolan ha dejado a Rafinha fuera de combate. Un quebradero de cabeza importante para Luis Enrique que se ve privado de su jugador número 12, en una plantilla ya de por sí, demasiado corta. Se queda sin prendas de abrigo en su armario el técnico asturiano.
Se confirman las peores previsiones sobre la lesión de Rafinha. Las pruebas realizadas la pasada madrugada confirman que tiene rotos los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y tendrá que pasar por el quirófano en los próximos días. Tendrá que estar de baja, al menos, uno seis meses.
Una escalofriante entrada de Nainggolan ha dejado a Rafinha fuera de combate. Un quebradero de cabeza importante para Luis Enrique que se ve privado de su jugador número 12, en una plantilla ya de por sí, demasiado corta. Se queda sin prendas de abrigo en su armario el técnico asturiano.
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