miércoles, 26 de agosto de 2015

Indiferencia ante la paliza ideológica a la candidata de Vox

De todo hay en las portadas de la prensa. Presupuestos, China, terrorismo. Falta en algunas la paliza que le dieron ayer a una chica de Vox.

El Mundo dice que "Montoro abre el debate de pensiones en precampaña". ¿Cómo que en precampaña? Ese debate no se les cae de la boca en todo el año. También lleva la paliza que le dieron a la líder de Vox en Cuenca -"Mi paliza ha sido un ataque contra la libertad", si bien el director ha preferido editorializar antes con el "desengaño sobre el omega-3" que sobre la agresión política.


El Mundo sigue dándole pellizquitos de monja a Ciudadanos y hoy lleva a su portada que "una dirigente de C's de Cataluña se marcha tras enfrentase a Rivera", una tal Francesca Benito. El periódico que dirige ahora David Jiménez abre su sección nacional a toda pastilla: "Deja C's por 'discrepancias'". Pues hace muy requetebién en irse si no está de acuerdo. Casimiro García Abadillo encuentra, como hace unos días con Podemos, ocho "factores que están provocando el desfondamiento de Ciudadanos". El primero, "un excesivo peso del liderazgo de Rivera", aunque admite que "Ciudadanos sin Rivera seria inconcebible". ¿Entonces por qué es un factor de desfondamiento? No lo aclara. En segundo lugar cita “un claro desequilibrio territorial en su implantación”. El propio Casimiro dice que esto se está corrigiendo. “Justamente en estos días se está llevando a cabo una remodelación de su comité ejecutivo”. También considera un factor de desfondamiento “una ubicación ideológica confusa” porque, en su opinión, “todavía muchos ciudadanos votan en función de posiciones ideológicas clásicas (izquierda vs. derecha)”. Claro, pero esos votan PP-PSOE o IU. A lo mejor Ciudadanos lo que quiere es, precisamente, captar el voto no purista. También cree Casimiro que a Ciudadanos le han perjudicado los “pactos de conveniencia en las elecciones municipales y autonómicas” porque, dice, “es visto por algunos votantes como una falta de coherencia y un exceso de ambición de poder”. ¿Poder? Pero si no ha entrado en ningún gobierno. También puede ser que los ciudadanos lo vean como el apoyo a la lista más votada, un criterio que muchos valoran. Lo mismo lo que le ha perjudicado es el diferente trato a Susana Díaz y a Cifuentes. En quinto lugar, Casimiro cita como un problemón en Ciudadanos las “tensiones internas”, pero para mí que esto sólo lo ve El Mundo. "Carencia de apoyo mediático", dice Casimiro en el sexto punto de su análisis. "No tiene un grupo de medios de comunicación que le respalde de manera abierta". Rivera es "un perro sin collar". En cambio, algunos se dedican a tocar las narices un día sí y otro también. A Casimiro también le parece un hándicap la “coincidencia de su programa económico con el del PP”. Pues no se por qué. Eso le permite pescar entre gente que prefiere la economía en manos del PP que en las del PSOE, pero que ve al partido de Rajoy un poco rancio ideológicamente. El octavo pie del gato que ve Casimiro es que “Ciudadanos es percibido como un partido que puede condicionar, pero que no tiene opciones de gobernar” y “no puede capitalizar el llamado voto útil”. Mira, eso no te lo discuto. El de Podemos te salió mejor, Casimiro. Segundas partes nunca fueron buenas.

El País abre con China y, en nacional, con presupuestos. "Los partidos usan el debate presupuestario para lanzar su mensaje electoral". Lleva siete temas en su portada, pero no se molesta en mencionar la paliza a la chica de Vox. El editorial, pesaditos con Cataluña. "Lo que de común tienen los Països Catalans (sic) es que en ellos se habla catalán". Pues como en El País, parece, porque en castellano se diría, si existieran, Países Catalanes. "De eso no se deduce, sin embargo, que estén necesariamente destinados a un unirse en un Estado. Seguramente es más beneficioso para salvar la unidad de la lengua y cultura catalanas la convivencia de todos sus territorios en un Estado español plural". Y cita al cantante Raimon para apoyar sus argumentos. La paliza a Inma Sequí se lo lleva a la página 20 y expresa sus dudas. "Sufrió una agresión aparentemente por motivos políticos". "No se llevaron su dinero, lo que refuerza la idea de que es una agresión política", porque el hecho de que le gritaran "a ver qué dices ahora, fascista de los cojones" no les parece suficiente.

Al igual que El País, ABC no le da ninguna importancia a que le partan la cara a una muchacha por motivos políticos. En ninguna de sus dos portadas ha encontrado un huequecito para incluir la noticia. En la principal abre con presupuestos. "Unas cuentas preelectorales 'para garantizar la estabilidad y el empleo'". Luis Ventoso sí se ha sentido conmovido por la paliza a la chica. Incluso cree que si hubiera sido de Podemos "primeros espadas de todos los partidos condenarían la repugnante paliza con razón. Tres cadenas de televisión mantendrían el asunto al rojo vivo durante semanas. Pero la agredida ha sido una mujer ubicada al otro lado del espectro ideológico". Y por eso aunque él encuentre "gravísimo" lo sucedido , "ese punto de vista no es muy compartido. La noticia no mereció ni un sumario en el Telediario del mediodía de TVE y fue despachada con un suelto". Ya te digo Ventoso, fíjate que en tu periódico, con dos portadas, no le han dado ni una llamadita. ¿Y si hubiera sido del PP?

La Razón dice que "los yihadistas detenidos cruzaban cada día a Melilla para urdir una masacre". El periódico de Planeta sí encuentra sitio para denunciar la agresión a la militante de Vox. "Paliza a la presidenta de Vox en Cuenca: "¡A ver si eres tan valiente, fascista!". "Agresión a cara descubierta", dice como toque a la policía para que sean rapiditos en dar con los autores. Pero como todo no se puede tener, aquí falta algún tipo de condena. Ni editorial, que se dedica a alabar los presupuestos, ni ninguno de los tres Puntazos, ni sus columnistas ha tenido a bien dedicarle unas líneas de apoyo a la muchacha.

Tampoco La Vanguardia dice ni una palabra muy centrada en que "China actúa y acota la crisis a los mercados asiáticos" y en sus manteros. Pero de los del conde de Godó no esperábamos nada.

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