El comisario Pierre Moscovici dice que un 'Grexit' sería un "fracaso colectivo terrible". El vicepresidente de la Comisión dice que "si no se puede recuperar la confianza" en Atenas, la salida del euro del país "no es descartable"
Después del fin del programa de rescate, del impago al FMI, del referéndum y de la salida del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis,el Eurogrupo se reúne hoy de nuevo en Bruselas con los mismos objetivos, menos tiempo y menos paciencia.
La reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro es, sobre el papel, un mero formalismo que no debería producir ningún avance. ¿Por qué? Dos razones. La primera, que la delegación griega no envió ayer, ni lo ha hecho esta mañana, ninguna propuesta nueva. La segunda, que los jefes de Gobierno de la Eurozona, con Tsipras a la cabeza, se reúnen esta tarde a partir de las 18.30 también en Bruselas para discutir de lo mismo.
El sistema del Eurogrupo es sencillo. El llamado Grupo de Trabajo del Eurogrupo (del que forman parte altos cargos de los ministerios de Economía, como los secretarios de Estado) analiza los informes de las instituciones (BCE, FMI, Comisión y Mede, además del Grupo de Bruselas, que combina a los técnicos europeos y los griegos). Prepara la agende, masca los temas e informa a los ministros.
Estos, cuando se reúnen, avanzan en temas más políticos que técnicos. No discuten los detalles, no como norma general. Hoy, el nuevo titular heleno, Euclides Tsakalotos, se presentará y explicará el Estado de la cuestión. Grecia tiene que pedir un nuevo programa de ayuda al Mede, pero debería sustentarse sobre la carta que la semana pasada envió Tsipras, en la que aceptaba el grueso de las condiciones de la última propuesta europea.
Pero es que aunque hubiera ideas nuevas, que puedan discutirse hoy, el que lleva en persona las negociaciones es Tsipras. Y es el que tratará de explicarlas a sus homólogos y convencerlos de la necesidad absoluta de incluir una reestructuración de la deuda en el acuerdo para que lo puedan aceptar.
Las Instituciones están dispuestas a hablar de reestructuración.No de quita, pero sí de alargar plazos o bajar los tipos de interés, pero no ahora. Primero exigen la firma del acuerdo y la puesta en marcha de medidas. Y en unos meses, en función del resultado, sentarse a discutir.
Y ya no tienen tapujos en hablar de la posibilidad abierta de que Grecia salga del euro. "No es nuestra intención, pero si no podemos recuperar la confianza, y no hay un plan creíble de reformas, el Grexitno es descartable", ha asegurado a la llegada a la reunión el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del Euro, Valdis Dombrovskis.
"El Grexit no es una solución que nadie quiera, pero el Gobierno griego tiene que poner las condiciones para que eso se evite", ha secundado Guindos. "Es una posibilidad realista, hay que discutir las dos posibilidades", dentro y fuera del euro, ha coincidido el ministro de Finanzas de Malta.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, el que lleva la carga de las negociaciones, cree que la pelota está en el tejado griego. "Vamos a escuchar las propuestas, porque todavía no las han enviado", se ha lamentado una vez más. "No podemos firmar un acuerdo que dañe nuestra credibilidad. Tiene que ser creíble para el futuro de Grecia y de la Eurozona".
"Soy escéptico sobre la posibilidad de lograr un acuerdo hoy. Para mi país, una quita nominal de la deuda es imposible", ha advertido el eslovaco Peter Kazimir, una de las voces más duras en las últimas semanas. "No es una cuestión de personas, de tono, sino de las ideas que presenten", ha añadido el francés Pierre Moscovici en relación al nuevo ministro Tsakalotos. Para Moscovici, un Grexit sería "una fracaso colectivo terrible".
Y todos han coincidido: "hoy la discusión no es sobre alivio de la deuda".
Estos, cuando se reúnen, avanzan en temas más políticos que técnicos. No discuten los detalles, no como norma general. Hoy, el nuevo titular heleno, Euclides Tsakalotos, se presentará y explicará el Estado de la cuestión. Grecia tiene que pedir un nuevo programa de ayuda al Mede, pero debería sustentarse sobre la carta que la semana pasada envió Tsipras, en la que aceptaba el grueso de las condiciones de la última propuesta europea.
Pero es que aunque hubiera ideas nuevas, que puedan discutirse hoy, el que lleva en persona las negociaciones es Tsipras. Y es el que tratará de explicarlas a sus homólogos y convencerlos de la necesidad absoluta de incluir una reestructuración de la deuda en el acuerdo para que lo puedan aceptar.
Las Instituciones están dispuestas a hablar de reestructuración.No de quita, pero sí de alargar plazos o bajar los tipos de interés, pero no ahora. Primero exigen la firma del acuerdo y la puesta en marcha de medidas. Y en unos meses, en función del resultado, sentarse a discutir.
Y ya no tienen tapujos en hablar de la posibilidad abierta de que Grecia salga del euro. "No es nuestra intención, pero si no podemos recuperar la confianza, y no hay un plan creíble de reformas, el Grexitno es descartable", ha asegurado a la llegada a la reunión el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del Euro, Valdis Dombrovskis.
"El Grexit no es una solución que nadie quiera, pero el Gobierno griego tiene que poner las condiciones para que eso se evite", ha secundado Guindos. "Es una posibilidad realista, hay que discutir las dos posibilidades", dentro y fuera del euro, ha coincidido el ministro de Finanzas de Malta.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, el que lleva la carga de las negociaciones, cree que la pelota está en el tejado griego. "Vamos a escuchar las propuestas, porque todavía no las han enviado", se ha lamentado una vez más. "No podemos firmar un acuerdo que dañe nuestra credibilidad. Tiene que ser creíble para el futuro de Grecia y de la Eurozona".
"Soy escéptico sobre la posibilidad de lograr un acuerdo hoy. Para mi país, una quita nominal de la deuda es imposible", ha advertido el eslovaco Peter Kazimir, una de las voces más duras en las últimas semanas. "No es una cuestión de personas, de tono, sino de las ideas que presenten", ha añadido el francés Pierre Moscovici en relación al nuevo ministro Tsakalotos. Para Moscovici, un Grexit sería "una fracaso colectivo terrible".
Y todos han coincidido: "hoy la discusión no es sobre alivio de la deuda".
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