martes, 28 de julio de 2015

El exalcalde García Albiol, candidato del PP catalán a las elecciones del 27-S

Vía El País

El exregidor de Badalona sustituye a Alicia Sánchez-Camacho.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha anunciado este martes que no será la candidata del partido a las elecciones del 27 de septiembre, y cede el testigo al exalcalde de Badalona Xavier García Albiol. La número dos en la lista será Andrea Levy. "Xavi García Albiol ha demostrado su valía gobernando como alcalde de Badalona para todos sus vecinos. Es una muy buena persona y en política hacen faltas personas leales y trabajadoras como él", ha dicho Alicia Sánchez-Camacho. "Ha sido el mejor alcalde que ha tenido Badalona".

Xavier García Albiol (47), exjugador de baloncesto del Joventut, de 2,01 metros de altura, se ha hecho conocido en toda España por sus duras políticas contra la inmigración cuando fue regidor. García Albiol ha generado en la ciudad tanto entusiasmo como rechazo por su discurso de máxima dureza con la inmigración; en especial, con dos colectivos: los gitanos rumanos y los musulmanes. Pese a haber ganado las elecciones, desde el 24-M se supo fuera del poder: la coalición de izquierdas sumaba mayoría. El alcalde en funciones se rebeló contra lo que ha llamado “pacto de perdedores” y se dedicó acalentar las redes sociales. "Anímicament ha sido un golpe", admitió. 

Por su parte, Sánchez-Camacholleva meses transmitiendo a Rajoy y a la dirección del PP un "cierto cansancio" vital y político con sus actuales responsabilidades en Cataluña. El Partido Popular obtuvo en 2011 el mayor éxito de su historia en unas elecciones municipales en Cataluña y en solo cuatro años dilapidó sus resultados. Los populares lograron entonces siete alcaldías y ahora solo han conseguido retener la de Pontons,un pequeño municipio de la provincia de Barcelona gobernado por Lluís Fernando Caldentey desde hace años.

García Albiol cimentó su ascenso electoral en la frontera de Llefià y La Salut y siempre a costa de la inmigración. Ante los comicios de 2003, pidió denegar el empadronamiento a los extranjeros en situación irregular. Pero su gran trampolín fueron los problemas de convivencia con la comunidad de gitanos rumanos que reside en la zona. En 2007, sacó rédito de las protestas por la existencia de pisos patera donde se hacinaban familias de ese colectivo.

Tres años más tarde, cuando ya era jefe de la oposición y preparaba su ascenso al poder, repartió en el mercadillo semanal de La Salut, junto a la líder del PP catalán Alicia Sánchez Camacho, unos panfletos con el lema “no queremos rumanos”, en los que los vinculaba a la delincuencia. Esa y otras manifestaciones públicas (como cuando tildó al colectivo de “plaga” que había llegado a Badalona para “delinquir”) le costaron una causa judicial por incitación al odio de la que salió ileso.

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