Yannick Ferreira Carrasco ya es rojiblanco. Miguel Ángel Gil cerró ayer en Mónaco el acuerdo por el cual el extremo belga queda vinculado a la entidad del Manzanares para las próximas cinco temporadas.
El consejero delegado del club negoció con los dirigentes del equipo del Principado las cifras finales del traspaso, 15 millones de euros por el 75% de los derechos del jugador, con la seguridad de tener atado de antemano al propio futbolista, dispuesto desde el primer momento a unirse al proyecto de Simeone lo antes posible.
El Atlético paga así 15 kilos y no los 20 de la cláusula del hasta ahora futbolista del Mónaco, que se queda con el 25% de los derechos del jugador. La suya ha sido una operación rápida y no muy complicada. Con Ferreira Carrasco convencido y ganado para la causa rojiblanca, los contactos entre clubes se han mantenido a lo largo de unos días, hasta el hecho de tenerlo prácticamente cerrado a la espera del viaje de Gil Marín a Mónaco.
El Atlético paga así 15 kilos y no los 20 de la cláusula del hasta ahora futbolista del Mónaco, que se queda con el 25% de los derechos del jugador. La suya ha sido una operación rápida y no muy complicada. Con Ferreira Carrasco convencido y ganado para la causa rojiblanca, los contactos entre clubes se han mantenido a lo largo de unos días, hasta el hecho de tenerlo prácticamente cerrado a la espera del viaje de Gil Marín a Mónaco.
No es que la ruptura de la negociación con el Benfica por Gaitán obligara al Atlético a buscar una solución de urgencia, es que el club ya tenía en su mira desde hacía tiempo al futbolista belga.
Su llegada tiene un efecto rebote, y es que su nacionalidad permite a Correa mantenerse de momento en la estructura del primer equipo, un puesto que habría perdido automáticamente si el fichaje de Gaitán hubiera prosperado.
En el club gusta su proyección y, aunque debido a su juventud le pueda faltar esa chispa de experiencia que tanto le interesa a Simeone, se le considera capacitado para cubrir el hueco que deja Arda en la plantilla.
Su llegada tiene un efecto rebote, y es que su nacionalidad permite a Correa mantenerse de momento en la estructura del primer equipo, un puesto que habría perdido automáticamente si el fichaje de Gaitán hubiera prosperado.
En el club gusta su proyección y, aunque debido a su juventud le pueda faltar esa chispa de experiencia que tanto le interesa a Simeone, se le considera capacitado para cubrir el hueco que deja Arda en la plantilla.
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