lunes, 29 de junio de 2015

El FMI insta a la Fed a retrasar la subida de tipos de interés a 2016

Por Marcos Rivera

El pasado 6 de junio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las previsiones de crecimiento para Estados Unidos a un 2,5 % para este año, frente al 3,1 % previsto en abril, e instó a la Reserva Federal (Fed) a retrasar el alza de tipos de interés hasta la primera mitad de 2016.
Hasta ahora, el banco central estadounidense había planteado la primera alza de tipos de interés en nueve años para la segunda mitad de este año, dada la recuperación económica.

Sin embargo, la tibieza de los últimos indicadores ha hecho que los analistas apuesten por un retraso de la fecha de esta subida de tipos hasta finales de año.

Taper tantrum. Esta expresión se puso de moda a mediados de 2013 para definir la sacudida que se vivió en los mercados financieros cuando el entonces presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, preparó el terreno para empezar a frenar los estímulos monetarios que el banco central estadounidense estaba enviando en ese momento. Esa volatilidad impactó especialmente en los mercados emergentes, que tras haber sido el destino de muchos de los más de 3 billones de dólares impresos por la Fed con sus sucesivos programas de expansión cuantitativa (QE1, QE2 y QE3) ahora veían cómo el dinero emprendía el camino de vuelta. 

La directora gerente del organismo, Christine Lagarde, rescato este concepto y afirmó, en una rueda de prensa, que, "en otras palabras", esperan "que el alza de tipos de interés (actualmente entre el 0 % y el 0,25 %) se produzca ahora en la primera mitad de 2016".
Christine Lagarde

Lagarde evocó el taper tantrum y alertó de los efectos colaterales derivados de la subida de los tipos en EEUU precisamente a horas de conocer las auténticas intenciones de la Fed. Y estas pasan por una palabra: "paciente". La directora del FMI recuerda que subir los tipos de interés no es buena idea dado que la economía norteamericana no soporta un encarecimiento del precio del dinero desde 2006 y porque los intereses llevan congelados en el mínimo histórico del 0-0,25% desde diciembre de 2008. 

"Existe un fuerte argumento para esperar a subir los tipos de interés hasta que haya signos más tangibles de inflación en los salarios o en los precios de los que ahora mismo son evidentes", señaló el FMI en su informe de revisión anual de la economía de EE.UU.

Sobre la contracción de la economía estadounidense en el primer trimestre de 2015, a un ritmo anualizado del 0,7 %, el Fondo consideró el bache como un freno "temporal", aunque apuntó que incidirá en los pronósticos del año, que redujo hasta un 2,5 % frente al 3,1% calculado previamente.

Para 2016, el FMI mantuvo el pronóstico apenas sin variación, hasta el 3 %. Sin embargo, y precisamente al calor de esa posibilidad, por el camino se ha cruzado un obstáculo que también es citado por Lagarde y que puede invitar a que la Fed continúe siendo paciente. Se trata del dólar, que está fortaleciéndose por momentos animado por esa posibilidad de que Yellen suba pronto los tipos. 

Sobresale su empuje contra el euro, puesto que ya compra 0,94 euros –a la inversa, 1,06 dólares por euro– y ya acumula una apreciación del 14% contra la moneda europea en lo que va 2015, con lo que se acerca a una paridad –1 dólar, 1 euro– que no alcanza desde 2002. Pero el billete verde no sólo se revaloriza contra la moneda única. También sube, y con mucha fuerza, contra el resto de las principales divisas del mundo –se aprecia contra todas, sin excepción– y contra la mayoría de las emergentes. 

Como una apreciación de la moneda equivale a una subida de los tipos, la Fed puede entender que, por ahora, con lo que se ha apreciado el dólar, puede ser un endurecimiento monetario suficiente. Más que nada, para no perjudicar más al sector exportador y poner en riesgo una recuperación que, pese a todo, sigue sin ser demasiado convincente. Y también para no alentar las presiones deflacionistas, después de que el índice de precios al consumo (IPC) arrojara en febrero su primera tasa interanual negativa (-0,1%) desde 2009. 

"Los inversores han sido muy agresivos descontando que la Fed va a comenzar a subir tipos de interés más pronto que tarde. Pero el dólar tan fuerte puede ralentizar la recuperación económica y, por tanto, quizás veamos un nuevo cambio de discurso por parte de Yellen en esta reunión", avisa Miguel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp Patrimonio. Ese cambio buscaría retrasar el reloj de la subida de los intereses. 

Si la Fed pretende frenar al dólar y manifestar que la cuenta atrás para aumentar los tipos no está tan avanzada, mantendrá que puede seguir siendo "paciente". Si opina lo contrario, prescindirá de esta expresión y abonará el terreno para ese repunte de los intereses.

"Eliminar la promesa de que será paciente podría ser visto como un detonantede que elevará los tipos en junio", certifican desde ETF Securities. "Creemos que la Fed prescindirá de la expresión paciente en favor de un lenguaje que resalte que la situación económica garantiza un gradual aumento de la política acomodaticia", apuntan desde Barclays. Y añaden: "Aunque eso no significa necesariamente que el primer aumento se produzca en junio, nuestros economistas piensan que las previsiones sobre el empleo y la economía sí lo garantizan".

No hay comentarios:

Publicar un comentario