"La única carrera que me planteo es la de volver al teatro", ha asegurado
el candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana y diputado de
UPyD, Toni Cantó, al anunciar que renuncia a esos dos cargos como consecuencia de su enfrentamiento con la dirección nacional de Rosa Díez, a la que pidió en marzo que dimitiera por los malos resultados en Andalucía (UPyD no entró en el Parlamento) y por su negativa a pilotar un acercamiento a Ciudadanos.
La marcha de Cantó, sin embargo, no cierra la crisis en UPyD. El
también diputado Álvaro Anchuelo, crítico con la dirección, ha asegurado
a EL PAÍS que se mantendrá en su escaño, mientras que la diputada Irene
Lozano, que también solicitó la marcha de Díez, sigue estudiando su
futuro político.
Cantó, al que debería sustituir en el Congreso Rafael Soriano,
seguirá como afiliado de la formación al menos hasta el Congreso
Extraordinario convocado para después de las elecciones municipales y
autonómicas de mayo. Un congreso en el que Cantó ha dejado claro que
será beligerante a favor de "un cambio de rumbo" de la formación, en la
que pasará a ser un afiliado de base.
“No me presentaré a la presidencia de la Generalitat por UPyD”,
ha dicho el diputado en una concurrida rueda de prensa en Valencia.
“Por consiguiente, entregaré el acta de diputado en cuanto llegue a
Madrid. Ha sido una decisión complicada. Emocionalmente siento una
afinidad con muchísimos afiliados y candidatos”, ha añadido. “Como
afiliado espero al Congreso Extraordinario de junio, y según el
resultado tomaré la decisión de si continúo o no en el partido. (…)
Lucharé porque las cosas, la dirección, cambien. El rumbo de la
dirección no es el adecuado”.
El 28 de marzo, Cantó abandonó “triste” el Consejo Político Extraordinario de UPyD. Allí propuso la dimisión de Díez y su equipo directivo
y la formación de una gestora comandada por Luis de Velasco, portavoz
del partido en la Asamblea de Madrid, u otro histórico de la formación.
Como su posición no encontró un respaldo significativo, Cantó viajó
inmediatamente a Valencia para recorrer las tres provincias de la
Comunidad y pulsar la opinión de los militantes que le habían aupado a
la candidatura a la presidencia de la Generalitat. Quiso saber si al
menos en su tierra contaba con los apoyos suficientes a su posición, que
incluía un acercamiento a Ciudadanos. No fue así, lo que finalmente le
ha llevado a la dimisión.
En el partido de Albert Rivera nunca recibieron su llamada, según
confirmó este diario. Cantó, sin embargo, supo por terceros las
condiciones para su hipotético cambio de filas: renuncia
a su acta de diputado y a su candidatura por Valencia; ingreso como
“afiliado de a pie”; y paso por primarias para presentarse a cualquier
puesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario