Vía El País
El juego está entre cuatro partidos políticos, a poca distancia unos de otros, que necesariamente tendrán que establecer algún tipo de alianza para formar Gobierno. Los dos grandes partidos tradicionales, PP y PSOE y los emergentes, Podemos y Ciudadanos (C’s), se reparten casi el 80% de los votos, según el barómetro del mes de marzo de Metroscopia para EL PAÍS. Las dos nuevas fuerzas políticas apuntan con solidez a su asentamiento definitivo y, como consecuencia, a poner el punto final al largo ciclo político bipartidista.
La duda sobre si el partido de Pablo Iglesias sería flor de un día parece despejarse, ya que el paso de los meses no lo marchita, aunque sí continúa en descenso en el último trimestre. En paralelo, Ciudadanos va al alza, a ritmo rápido, y PP y PSOE intercambian segunda y tercera posición, según sus actuaciones hayan sobresalido para bien o para mal. La excepcionalidad del momento actual la marca la escasa distancia entre el más y el menos votado de este cuarteto, que no supera los cuatro puntos, lo que sería un empate técnico. Muy cerca unos de otros pero muy lejos, individualmente, de una mayoría que permitiera a uno de los cuatro alzarse con comodidad como opción de Gobierno.
Las respuestas de los ciudadanos consultados entre los días 3 y 4 de marzo vuelven a colocar a Podemos a la cabeza, con un 22,5% en estimación de voto, cinco puntos menos que el mes anterior, pero en el pódium por tercer mes consecutivo.
Si el mes pasado los consultados enviaron al PSOE a la tercera posición, esta vez sube al segundo puesto, con un 20,2% de los votos y una ventaja de casi dos puntos sobre el PP, a cuyo líder, Mariano Rajoy, los ciudadanos dieron como perdedor por décimas frente al líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el Debate del estado de la Nación celebrado una semana antes de este sondeo. La bajada del PP de dos puntos, con un 18,6%, y la subida de seis puntos de Ciudadanos les aproxima hasta rozarse solo con dos décimas a favor de los populares. La permanencia en el tablero político, aunque muy a la baja, de los dos grandes y la irrupción fortísima de los dos nuevos, arrastra hacia abajo a las dos fuerzas políticas, Izquierda Unida y UPyD, dramáticamente perjudicadas por el impulso de cambio que muestran los ciudadanos. Su intensa labor de oposición no ha hecho mella en los encuestados, que en este sondeo les dan un 5,6 y un 3,6, respectivamente, dentro de un marco de alta participación, en el que un 74,6% declara que piensa ejercer su derecho al voto.
Avances y retrocesos que producen una fuerte fragmentación del voto y conducen a la necesidad de pactos si esta foto de hoy se mantiene. La estabilidad no tiene que venir necesariamente por un Gobierno de coalición o un pacto formal. La opción mayoritaria, con un 71%, apunta a que gobierne en solitario el partido más votado “con apoyos puntuales de otros partidos”. Así lo quiere el 82% de los votantes del PP, el 71% del PSOE, el 70% de Podemos y el 77% de C’s.
Aunque esta sea la preferencia mayoritaria de los ciudadanos, podría haber muchas combinaciones. A los votantes de Podemos y del PSOE la opción que más agrada es la de “un acuerdo entre partidos de centro izquierda e izquierda”, con un 76% y un 74% respectivamente. Pero cuando ya se ponen nombres al juego de parejas, la opción PSOE y Podemos no suscita entusiasmo desbordante. Esta es citada a favor por el 51% de los votantes socialistas y sube al 63% entre los partidarios de Pablo Iglesias.
Las coincidencias que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, observa en algunas propuestas de Ciudadanos —sí en medidas de regeneración democrática pero no en el establecimiento de un contrato único— alientan hipótesis de acuerdos. En esta alianza están interesados el 49% de los votantes del PSOE, en contraste con el 73% de los votantes de C’s. La transversalidad del partido de Rivera se manifiesta en las opiniones de sus posibles votantes. Si un 73% pactaría con el PSOE, un 70% se iría con el PP.
La invocación a la gran coalición, PP-PSOE, que acarician algunos sectores sociales, es acogida de buen grado por los votantes populares, a juzgar por el 73% que la suscribe. En el electorado socialista, la respalda un 41%.
La supuesta exigencia ética a los partidos para que confiesen con quién quieren pactar no tendría especial fundamento. Más del 70% de los votantes de los partidos sobre los que se consulta —a excepción de los de IU, con un 65%— deja las manos libres a la formación para que pacte con quien estime más conveniente. La primera ocasión se dará en dos semanas, tras la celebración de las elecciones andaluzas.
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