Por Rafa Martínez
‘Si la gente quiere saber quién soy, todo está en el trabajo’
Alan Rickman, uno de los actores británicos más prestigiosos, queridos y respetados de su generación, ha muerto en Londres a los 69 años, víctima de un cáncer.
Alan Rickman nació el 21 de febrero de 1946 en Hammersmith, Londres, hijo de Bernard y Margaret Rickman. Su padre murió cuando Rickman apenas tenía ocho años de edad, dejando sola a su madre para criar a RIckman y sus tres hermanos. Ya adolescente, asistió a la Secundaria Latymer con una beca y luego se fue a estudiar diseño gráfico en Chelsea College of Art. Después de la universidad comenzó un exitoso negocio de diseño gráfico con sus amigos llamado Graphiti, antes de que su pasión por el teatro le llevara a buscar una audición en la prestigiosa Royal Academy of Dramatic Arts. Recibiendo así una beca que le permitió estudiar en dicha academia e iniciar su carrera como actor profesional, para más tarde ingresar en la Royal Shakespeare Company.
Como anécdota a su vida personal, decir que Rickman llegó a casarse con su mujer en al año 2012, después de estar nada menos que 50 años como pareja, ya que ambos se conocieron con 20 y 19 años.
Su inmenso talento se forjó primero en los escenarios de teatro (a los que fue regresando durante toda su carrera), saltando a la fama con la adaptación de Christopher Hampton de ‘Las amistades peligrosas’ en 1986, papel que le proporcionó una nominación a los premios Tony. Rickman también actuó en la producción del Royal National Theatre ‘Marco Antonio y Cleopatra’ como Marco Antonio, en ‘Tango al final de invierno’ de Yukio Ninagawa, la producción ‘Hamlet’ de Riverside Estudio en 1991, dirigida por Robert Sturua y en el escenario de la comedia romántica ‘Vidas Privadas’ de Noel Coward, por la que obtuvo otra nominación a los premios Tony.
En 1995 protagonizó la película ‘Sentido y Sensibilidad’ de Ang Lee, que le valió una nominación en los premios Bafta a mejor actor protagonista por su papel del Coronel Brandon. En la película compartió cartel con Emma Thompson, Hugh Grant y una jovencísima Kate Winslet.
Un año más tarde estrenaría ‘Michael Collins’, dirigida por Neil Jordan y compartiendo plano con Liam Neeson, por la que obtuvo una nueva nominación al Bafta en la categoría de actor de reparto.
A finales de la década de los 90 estrenaría la miniserie ‘Rasputín’, interpretando al enigmático Grigori Rasputín y por la que obtuvo un Globo de Oro a mejor actor de tv movie o miniserie y un premio Emmy.
Muy recordado es también su papel en ‘Love Actually’, del año 2003 y dirigida por Richard Curtis, una de las películas navideñas por antonomasia y en la que compartiría protagonismo con Emma Thompson, con la cual ya coincidió en ‘Sentido y Sensibilidad’. En esta película coral Rickman interpretó a Harry, un padre de familia que se ve seducido por una compañera de trabajo más joven que él.
Alan Rickman siempre fue un actor que gozó de prestigio pero quizá no de toda la popularidad que su talento merecía, siempre en la sombra y con personajes secundarios, durante toda su trayectoria se ha ganado el cariño de todos sus compañeros de profesión y de cinéfilos de todo el mundo, sin duda uno de los villanos más queridos del séptimo arte.
Buen viaje Alan y gracias por hacernos
querer a gente tan malvada.
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