Por Marcos Rivera
Los jóvenes son el colectivo más afectado por la crisis en España. La tasa de paro juvenil es de 51,8%, duplicando la general, lo que representa un total de 907.000 jóvenes en situación de desempleo. Así, son muchos los que apuestan por salir al extranjero en busca de oportunidades, aunque emigrar no es garantía de éxito, recordemos los jóvenes que trabajan en Alemania en unas condiciones más que precarias, o el caso de aquel licenciado en arquitectura que denunció que en Londres trabajaba limpiando suelos y baños con una licenciatura.
Reino Unido, Francia y Alemania son los destinos preferidos por los jóvenes que abandonan el país. El problema es que se trata de países con otro idioma, que no se domina lo suficiente como para poder competir con el resto de profesionales de otras nacionalidades.
Los jóvenes españoles salen malparados en su comparación con sus homólogos alemanes, que tienen un avanzado dominio de la lengua de Shakespeare al acabar el bachillerato; o los suizos, que hablan varias lenguas. De esta manera, los jóvenes españoles se ven obligados a conformarse con trabajos de baja cualificación, por debajo de su formación, o volver a casa.
¿Están los licenciados españoles peor preparados que sus homólogos europeos? No, está demostrado que España genera una mano de obra muy quilificada. Además, España es un país donde su tejido productivo no puede absorber esta mano de obra cualificada que se genera.
Las reformas estructurales más que generar oportunidades de empleo a los jóvenes les empuja a irse fuera del país para así poder presumir de unas tasas de paro inferiores. No hay que modificar la reforma laboral para generar empleo, hay que hacer una revolución industrial en la economía española y dejar de perder profesionales, que son los que sin duda con un buen tejido productivo español haría salir a este país de la crisis sin tener que recurrir a políticas baratas de recortes y empleos precarios donde se esfuman de un plumazo los derechos de los trabajadores tan luchados durante los años 60.
Enseñanza de idiomas
El regreso de los jóvenes refleja un sistema educativo que ha descuidado la enseñanza de idiomas, según denuncian los organizadores de la Feria de los Idiomas en el Extranjero-Go Global. Una educación internacional se convierte en un arma para mejorar el currículum académico y conseguir un trabajo.
"Aunque la crisis ha ayudado a cambiar la mentalidad de los españoles acerca de la importancia del inglés para su futuro profesional, España continúa muy por debajo de otros países en cuanto al dominio de esta lengua", explica Jaime Mullerat, director de EFE Education First. "Rumanía o Hungría tienen mejor nivel de inglés", advierte.
En ese contexto, Madrid acoge los próximos 5 y 7 de febrero la cuarta edición de la Feria de los Idiomas en el Extranjero-Go Global, un evento multidisciplinar y de entrada gratuita sobre idiomas e internacionalidad, organizado por EFE Education First, que en su tercera edición recibió más de 6.000 visitantes.
Esto refleja que tenemos un sistema educativo bastante arcaico en tema de idiomas, a lo que respecta, los alumnos desde pequeños tienen implantado una asignatura en inglés, pero pocos son los que al final de la ESO o Baxiller adquieren un nivel de inglés de competencias europeas. Los estudiantes aprenden castellano, catalán, gallego o vasco perfectamente, además de ser la lengua materna de muchos, pero también se podrían destinar los mismos recursos que se emplean a que un alumno hable perfectamente castellano o alguna de las lenguas cooficiales de estado a enseñarles inglés.
La pregunta que planteo es la siguiente: ¿es problema del alumno o del sistema educativo en materia de idiomas extranjeras? El debate está servido.
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