Via El País
No es fácil imaginar a un presidente de honor de un partido preguntándose en público dónde está ese partido. Es lo que acaba de suceder en la convención política del PP, donde José María Aznar, como se esperaba, se ha convertido en el gran protagonista con dos preguntas lanzadas de modo retórico ante toda la plana mayor del partido, y sobre todo ante su líder, Mariano Rajoy: "¿Aspira el PP realmente a ganar las elecciones? ¿Dónde está el PP?" Aznar ha respondido a ambas diciendo que él sigue en el PP precisamente porque cree que el PP tiene "la obligación de ganar las elecciones" y sigue siendo el "mejor instrumento para defender los intereses de los españoles" pero no debe "despreciar el desánimo ni los recelos" de sus votantes: Pero a la vez ha lanzado un aviso a Rajoy y a toda la cúpula para que vuelva a las esencias del PP y defienda "con la cabeza bien alta" los principios del partido. "Nos van a juzgar. Hay que despejar algunas dudas. Hay quien da por amortizado al PP", clamó en una especie de papel de voz de la conciencia del partido.
El auditorio escuchaba en silencio y casi asustado ante lo que pudiera decir en cada frase de un discurso muy trabajado del expresidente, que llevaba muchos meses sin hablar ante los suyos tras su evidente ruptura con Rajoy. Y en ese silencio sonaron aún más fuertes sus palabras sobre la corrupción y el caso Gürtel, en las que solo puso la mano en el fuego por él mismo, y reclamó que cada uno defienda lo suyo. "La corrupción es un cáncer que no podemos tolerar. Cada uno tiene que responder de sus actos. Yo respondo de los míos. Del primero hasta el último. Y lo digo mirando a los ojos". La guerra entre marianistas y aznaristas para ver quién tiene más responsabilidad en la entrada de la red Gürtel en el PP ha sido muy dura en los últimos años y esta era la respuesta del expresidente, que solo se defiende a sí mismo.
"Tal día como hoy hace 20 años yo estaba en San Sebastián enterrando a Gregorio Ordóñez", ha comenzado un compungido Aznar su intervención en la Convención Nacional del PP. El presidente de honor del PP, que ha sido ovacionado al subir a la tribuna, con gran parte del público puesto en pie, ha querido recordar así a las víctimas del terrorismo de ETA al comienzo de su esperada intervención en el cónclave del partido del Gobierno. Aznar, ya recompuesto, se ha reivindicado a sí mismo en el arranque de su discurso: "No vuelvo de ninguna parte porque nunca me he ido a ninguna parte", ha defendido.
Aznar hablaba de corrupción el día después de la salida de la cárcel del extesorero del PP, Luis Bárcenas, quien ha acusado a Mariano Rajoy de conocer "desde el principio" la contabilidad b del partido."Sé que tendremos que lamentarnos de decepciones y asumir errores", ha reconocido.
La vuelta a las esencias del partido
"España necesita más Partido Popular, más Estado, más Nación, y más unidad, no menos. Necesita más determinación contra quienes quieren acabar con ella. Más estado de Derecho y más ley, más reformas y más confianza, necesita creer más en sus propias fuerzas", ha asegurado Aznar, quien ha encomendado a los suyos la tarea de salvar al país: "No está en juego el éxito del PP, está en juego el éxito de España".
Aznar ha reivindicado la vuelta a las esencias del partido: la defensa de las víctimas del terrorismo —"a las víctimas, dignidad y justicia" ha dicho en un mensaje a las que se manifestarán mañana en Madrid contra la política antiterrorista de Rajoy— y de la unidad de España. "Hay que dejar claro que órdagos, ninguno, secesionismos, ninguno, y chantajes no se acepta ninguno", ha expresado.
El político popular ha exigido a su partido un proyecto "creíble" para España. "Debemos ofrecer un proyecto claro, el nuestro". "La izquierda no lo tiene. La izquierda se divide en tres: los que han decidido hundir el barco, los que están en la inopia y los populistas. A todos se les cayó el muro de Berlín y a algunos se les caen los cascotes del fracaso del chavismo".
Aznar hizo varios llamamientos a la unidad. "Necesitamos unidad y valentía". Y ha animado a Rajoy a "hacer política". "España necesita ambición, un país fuerte, lleno de energía, que anima, que estimula, que premia a quienes se esfuerzan". Y a esos llamamientos a la unidad, una de las claves de esta convención política, se ha sumado también la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que casi contestaba a Aznar. "La unidad es el pilar de nuestra fortaleza. Tenemos un proyecto. Aquí está el PP para servir a los españoles".
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, por su parte, ha arremetido con fuerza contra Podemos. El partido emergente "mezcla lo peor del comunismo más arcaico con lo peor del comunismo más demagógico", ha criticado Aguirre, que ha definido de "crítico" el momento de la política española, marcado por el "desafío secesionista" en Cataluña y la aparición de la formación de Pablo Iglesias.
La aspirante a la candidatura a la alcaldía de Madrid ha abogado por un "rearme ideológico muy profundo" del partido. "Tenemos que tener claro que todos podemos ser prescindibles, lo que no son prescindibles son nuestros ideales y principios. Tienen que ser la clave de nuestra política y son claves para presentarnos ante los ciudadanos", ha expresado Aguirre. "Mucho más cuando los separatistas quieren romper España. O cuando los populistas quieren acabar con el estado Español, o cuando los comunistas quieren aplicar en España todas las fórmulas que ya han fracasado en otros lugares del mundo”, ha reflexionado la presidenta del PP madrileño.
Como en los viejos tiempos, José María Aznar es el gran protagonista del arranque de una conferencia política del PP diseñada como un gran acto de propaganda para dar alas al mensaje de recuperación económica y arrancar la campaña electoral. El expresidente es la estrella en la inauguración, en la que también participan María Dolores de Cospedal, la secretaria general, Esperanza Aguirre,presidenta del PP de Madrid y aspirante a la candidatura a la alcaldía, y la alcaldesa, Ana Botella, esposa de Aznar. La salida de prisión de Luis Bárcenas y sus declaraciones ante las puertas de Soto del Real han ensombrecido la convención.
El expresidente mantiene una relación muy distante con Mariano Rajoy, que será el gran protagonista del domingo, el día de cierre, con un discurso que lleva preparando semanas. La ruptura política entre ellos es definitiva, según coinciden dirigentes de los dos sectores. Sin embargo, como sucedió en 2011, cuando se acercaban las autonómicas y legislativas que dieron el mayor poder al PP de su historia, Aznar y Rajoy aparentan una reconciliación ante la llegada de las elecciones porque todo el PP se juega su futuro en este año 2015, y el poder que puede perder es enorme.
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