Vía ABC
Setenta años se cumplen de una fecha inolvidable para los hombres de bien: la liberación del campo de exterminio de Auschwitz por los soldados del Ejército Rojo. Curiosamente, tuvieron que ser las tropas de otro régimen de terror, el estalinista (que a esas horas hacía lo mismo con sus represaliados en el Gulag siberiano) los que abrieran (o cerraran, según cómo se mire) las puertas de ese antro del mal donde miles y miles de personas fueron cruelmente asesinadas y martirizadas en uno de los mayores ejemplos del espeluznante terror nazi.
Afortunadamente, no se ha olvidado (aunque a muchos les gustaría) aquella hecatombe para la especie humana, y la cultura no podía faltar en este aniversario. Se publican libros, se estrena alguna película y no faltan diversos actos conmemoratvos.
Pero antes de nada, conviene recordar el más aterrador testimonio escrito que sobre aquellos infiernos peores que el de Dante se haya escrito jamás, «El libro negro», escrito por los entonces periodistas, corresponsales en el Ejército Rojo, Vasili Grossman e Iliá Ezherenburg, que luego, paradójicamente, acabarían de manera muy distinta: Grossman se convirtió en un escritor repudiado por Stalin y Eherenburg fue el poeta oficial de la Unión Soviética.
Les dejamos con unos apuntes sobre este estremecedor relato, «El libro negro».
Pero ahora, la actualidad. Hablemos por ejemplo de un libro llamado «Un niño afortunado», autobiografía de Thomas Buergenthal (reeditado ahora por Plataforma Editorial), en el que Buergenthal, un niño judío que sobrevivió a Auschwitz, recuerda aquel horror y el resto de su vida (jamás se borró del brazo su número de seriede prisionero, B-2930) hasta llegar a convertirse en Juez de la Corte Internacional de Justicia (el antiguo Tribunal de La Haya), donde se juzga, precisamente a quienes atentan contra los Drechos humanos.
También este fin de semana se estrena el la película «La conspiración del silencio»,un thriller sobre la investigación y condena de las atrocidades cometidas por soldados de las SS en Auschwitz.
Por su parte el Centro Sefarad-Israel promueve una serie de interesantes actos para conmemorar la efeméride. En primer lugar con la comparecencia y testimonio de Jorge Klainman, que sobrevivió al exterminio nazi porque creyeron que había sido fusilado, que ha tenido lugar el 26 de enero a las 19.00. h. en el Palacio de Cañete (Mayor, 69), con entrada libre. Siete veces estuvo al borde de la muerte.
También en el Centro Sefarad se ha inaugurado la exposición «Jugándose la vida: polacos que socorrieron a judíos durante el Holocausto», en Mayor 69. La muestra está producida por el Instituto Polaco de Cultura, y presenta -según Casa Sefarad- «los rostros, las historias y las motivaciones de aquéllos que socorrieron a los judíos en el contexto histórico de la Polonia ocupada, con el detalle de sus circunstancias y la medida de su ayuda». En dicha inauguración intervendrá Janina Rektajtis, superviviente de los campos: Janina y su madre permanecieron en el campo femenino de Birkenau y el 17 de enero de 1945 fueron evacuadas a Berlín Renickendorf, uno de los campos subalternos de Sachsenhausen, de donde fueron liberadas por el Ejército Rojo a finales de abril de 1945.
Finalmente, el 28 de enero, Día Oficial de la Memoria del Holocausto, se desarrollará en el Círculo de Bellas Artes (19.30 h.; entrada libre) el concierto «Una storia di mare e di sangue». Está organizado por la Organización de Naciones Unidas, el Centro Sefarad-Israel, el Instituto Italiano di Cultura, el Instituto Polaco, el Goethe-Institut, las embajadas de Francia e Israel y el Círculo de Bellas Artes.
También se publica «Ruta Tannenbaum», de Miljenco Jergovic (Ed. Siruela), que cuenta la historia de Deutsch niña prodigio judía de Zagreb que llegó a ser una gran estrella del Gran Teatro Croata y que fue deportada a Auschwitz con tan solo 16 años.
Aunque no es Auschwitz, Mauthausen fue otro de los dantescos campos de exterminio nazis, y además allí fue donde acabaron muchos de nuestros compatriotas, como el exministro y escritor Jorge Semprún. Un libro extremadamente documentado y riguroso los recuerda ahora, «Los últimos españoles de Mauthausen», del periodista Carlos Hernández (Ed.B) que, según la propia editorial, «además de recopilar más de 100 testimonios de deportados españoles, 18 de ellos entrevistados directamente, reúne documentación existente y aporta nueva, sobre las decisiones políticas que llevaron a que más de 9.000 españoles estuvieran presos en campos de concentración nazis y más de 5.000 perdieran la vida en ellos».
Afortunadamente, no se ha olvidado (aunque a muchos les gustaría) aquella hecatombe para la especie humana, y la cultura no podía faltar en este aniversario. Se publican libros, se estrena alguna película y no faltan diversos actos conmemoratvos.
Pero antes de nada, conviene recordar el más aterrador testimonio escrito que sobre aquellos infiernos peores que el de Dante se haya escrito jamás, «El libro negro», escrito por los entonces periodistas, corresponsales en el Ejército Rojo, Vasili Grossman e Iliá Ezherenburg, que luego, paradójicamente, acabarían de manera muy distinta: Grossman se convirtió en un escritor repudiado por Stalin y Eherenburg fue el poeta oficial de la Unión Soviética.
Les dejamos con unos apuntes sobre este estremecedor relato, «El libro negro».
Pero ahora, la actualidad. Hablemos por ejemplo de un libro llamado «Un niño afortunado», autobiografía de Thomas Buergenthal (reeditado ahora por Plataforma Editorial), en el que Buergenthal, un niño judío que sobrevivió a Auschwitz, recuerda aquel horror y el resto de su vida (jamás se borró del brazo su número de seriede prisionero, B-2930) hasta llegar a convertirse en Juez de la Corte Internacional de Justicia (el antiguo Tribunal de La Haya), donde se juzga, precisamente a quienes atentan contra los Drechos humanos.
También este fin de semana se estrena el la película «La conspiración del silencio»,un thriller sobre la investigación y condena de las atrocidades cometidas por soldados de las SS en Auschwitz.
Por su parte el Centro Sefarad-Israel promueve una serie de interesantes actos para conmemorar la efeméride. En primer lugar con la comparecencia y testimonio de Jorge Klainman, que sobrevivió al exterminio nazi porque creyeron que había sido fusilado, que ha tenido lugar el 26 de enero a las 19.00. h. en el Palacio de Cañete (Mayor, 69), con entrada libre. Siete veces estuvo al borde de la muerte.
También en el Centro Sefarad se ha inaugurado la exposición «Jugándose la vida: polacos que socorrieron a judíos durante el Holocausto», en Mayor 69. La muestra está producida por el Instituto Polaco de Cultura, y presenta -según Casa Sefarad- «los rostros, las historias y las motivaciones de aquéllos que socorrieron a los judíos en el contexto histórico de la Polonia ocupada, con el detalle de sus circunstancias y la medida de su ayuda». En dicha inauguración intervendrá Janina Rektajtis, superviviente de los campos: Janina y su madre permanecieron en el campo femenino de Birkenau y el 17 de enero de 1945 fueron evacuadas a Berlín Renickendorf, uno de los campos subalternos de Sachsenhausen, de donde fueron liberadas por el Ejército Rojo a finales de abril de 1945.
Finalmente, el 28 de enero, Día Oficial de la Memoria del Holocausto, se desarrollará en el Círculo de Bellas Artes (19.30 h.; entrada libre) el concierto «Una storia di mare e di sangue». Está organizado por la Organización de Naciones Unidas, el Centro Sefarad-Israel, el Instituto Italiano di Cultura, el Instituto Polaco, el Goethe-Institut, las embajadas de Francia e Israel y el Círculo de Bellas Artes.
También se publica «Ruta Tannenbaum», de Miljenco Jergovic (Ed. Siruela), que cuenta la historia de Deutsch niña prodigio judía de Zagreb que llegó a ser una gran estrella del Gran Teatro Croata y que fue deportada a Auschwitz con tan solo 16 años.
Aunque no es Auschwitz, Mauthausen fue otro de los dantescos campos de exterminio nazis, y además allí fue donde acabaron muchos de nuestros compatriotas, como el exministro y escritor Jorge Semprún. Un libro extremadamente documentado y riguroso los recuerda ahora, «Los últimos españoles de Mauthausen», del periodista Carlos Hernández (Ed.B) que, según la propia editorial, «además de recopilar más de 100 testimonios de deportados españoles, 18 de ellos entrevistados directamente, reúne documentación existente y aporta nueva, sobre las decisiones políticas que llevaron a que más de 9.000 españoles estuvieran presos en campos de concentración nazis y más de 5.000 perdieran la vida en ellos».
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