Mostrando entradas con la etiqueta #EstadosUnidos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #EstadosUnidos. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de febrero de 2016

Obama pidió U$S 1.800 millones para combatir el Zika

La Casa Blanca busca destinar 1.800 millones de dólares para enfrentar la epidemia de zika mientras expertos insisten en que su impacto será menor en EE.UU. “La buena noticia es que esto no es como el Ébola", dijo el presidente de Estados Unidos.


lunes, 7 de diciembre de 2015

El ex presidente de EEUU Jimmy Carter dice que no hay señales de cáncer en su cerebro

El ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, dijo el domingo que su último estudio cerebral no reveló señales de cáncer, pero destacó que seguirá con el tratamiento contra la enfermedad.

martes, 3 de noviembre de 2015

Conversaciones cuatripartitas sobre Siria a las que se suma Irán

Los ministros de Exteriores de EEUU, Rusia, Turquía y Arabia Saudí se reunieron en Viena para comenzar las conversaciones sobre una solución política al conflicto sirio, a las que otras delegaciones se añadirán el viernes, entre ellas la de Irán, por primera vez.

Esta reunión, que estuvo precedida de una entrevista entre el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, ha sido seguida también en la capital austriaca por otra "ampliada" a otras diplomacias de Oriente Medio y Europa, para tratar las perspectivas de una solución en Siria, donde la guerra civil ya ha provocado más de 250.000 muertos desde 2011.

martes, 15 de septiembre de 2015

Cuba detiene a medio centenar de disidentes y EEUU responde con un tuit "consternado"

Tras llegar a un acuerdo político histórico ahora EEUU se muestra "consternado" porque Cuba siga siendo una dictadura.

La subsecretaria de Estado para Latinoamérica de EEUU, Roberta Jacobson, se declaró este lunes "consternada" por la detención de al menos 40 mujeres del grupo disidente Damas de Blanco durante una protesta en Cuba, sólo una semana antes de la visita del papa Francisco.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Más de 30 muertos en un ataque de la coalición contra el EI en Siria

Un total de 32 personas, entre ellas 20 yihadistas, murieron en una ofensiva aérea de la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, contra un túnel del grupo radical Estado Islámico (EI) en la provincia de Al Raqa, en el norte de Siria.

miércoles, 1 de julio de 2015

Cuba y Estados Unidos anunciarán la reapertura de embajadas el miércoles

Vía El País

Cuba y Estados Unidos han llegado a un acuerdo para "restablecer relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas", el paso más simbólico en el proceso de normalización de relaciones iniciado hace algo más de seis meses. Según fuentes estadounidenses, el anuncio lo harán formalmente este miércoles el presidente Barack Obama desde Washington y el secretario de Estado, John Kerry, que se encuentra en Viena participando en las negociaciones nucleares con Irán.

domingo, 15 de marzo de 2015

Una nueva primavera en Estados Unidos

Vía El País

Estados Unidos salía de una década de crisis y pesimismo, el nuevo presidente había llegado a la Casa Blanca decidido a romper con las inercias, la economía tomaba impulso y los ciudadanos recobraban la confianza. “Vuelve a amanecer en América”, decía la voz en off de uno de los anuncios más célebres de la historia electoral. Con imágenes de ciudadanos trabajando o con sus familias, el narrador explicaba que, gracias al presidente, jamás tantos hombres y mujeres habían estado ocupados, que la inflación se había reducido a la mitad y que los estadounidenses volvían a comprar casas.

El presidente era Ronald Reagan, héroe republicano, y el anuncio se emitió en 1984, el año de su reelección. Pero el mensaje valdría para el demócrata Barack Obama en 2015. Después de una crisis financiera que convocó el fantasma de la Gran Depresión de los años treinta; después de una de las peores recesiones en décadas; después de seis años en los que oficialmente esta recesión había terminado pero el ciudadano de a pie seguía sin notarlo; después de todo esto, EE UU pasa página y el presidente anuncia una nueva era de esplendor, un nuevo amanecer en América.

Desde los paisajes en Dakota del Norte, Texas o Pensilvania de la fiebre del petróleo y el gas, propiciada por la nueva técnica delfracking, hasta el regreso de una parte de los empleos en las fábricas del Medio Oeste, golpeadas por la desindustrialización, la primera economía mundial retoma el pulso. EE UU, con el dólar fuerte y cerca del pleno empleo, se aproxima a la independencia energética, un hito que transforma los equilibrios geopolíticos. En el discurso sobre el estado de la Unión, en enero, Obama situó en un mismo plano el fin de la recesión y el de 15 años de guerras en Irak y Afganistán. El país se transforma. Las minorías, con la hispana a la cabeza, crecen y cada vez más toman la palabra en la política y la economía. El matrimonio homosexual avanza y la pena de muerte retrocede.

Obama dijo hace un año en una entrevista con el periodista David Remnick que lo máximo a lo que un presidente podía aspirar era a escribir lo mejor posible el párrafo que le corresponderá en los libros de historia. Solo un párrafo. La economía —el bolsillo del ciudadano, sus expectativas, los sueños de que sus hijos prosperen y cumplan el precepto fundacional de este país, el derecho a buscar la felicidad— ocupará una o más frases de ese párrafo.

La tasa de desempleo, un 10% en el otoño de 2009, un año después de la primera elección de Obama, es ahora del 5,5%. En 2014, EE UU creó 3,1 millones de empleos, la mayor cifra desde 1999, durante elboom de los noventa, asociado al presidente demócrata Bill Clinton y al responsable de la Reserva Federal Alan Greenspan. Desde 2010, un año después del final de la Gran Recesión, el número de empleos creados supera los 11 millones. Hoy trabajan en Estados Unidos 148 millones de personas: más que nunca, como en el anuncio de Reagan.


Este es un país que se mueve a sacudidas. Las recesiones son brutales y pueden dejar a millones de personas a la intemperie, sin una red de protección social ni familiar sólidas que amortigüen la caída. La movilidad geográfica y laboral, la existencia de un mercado interior de dimensiones continentales, la inmigración y la capacidad de innovación han permitido recuperaciones tan bruscas como las caídas. La historia, de Jimmy Carter a Ronald Reagan en los ochenta, de George Bush padre a su sucesor, Bill Clinton en los noventa, es como una montaña rusa. La incógnita era si la presidencia de Obama sería la de un nuevo boom tras los años de George Bush hijo, o si la suya sería otra presidencia fallida.

Las repercusiones del veredicto van más allá del presidente Obama. Está en juego el prestigio del capitalismo estadounidense, puesto en duda con la Gran Recesión, y del sistema de separación de poderes de esta democracia: una de las sorpresas de estos años es que, pese a los augurios, la parálisis legislativa del Congreso no ha impedido la recuperación. La condición de primera potencia se ha respaldado sobre su vigor económico: con Carter o en los últimos años de Bush hijo y los primeros de Obama, las turbulencias económicas fueron paralelas a la pérdida de influencia de EE UU y las dudas sobre su papel en el mundo. Un sistema ineficiente no podía ser modélico.

No solo la cifra del paro acredita que el veredicto sobre el legado económico de los años de Obama será más benévolo de lo que parecía hasta hace poco. El déficit presupuestario, la diferencia entre lo que el Estado ingresa y lo que gasta, alcanzó en plena crisis un 10% del producto interior bruto. Ahora no llega al 3%. El precio del galón de gasolina (un galón equivale a 3,8 litros) ronda los 2,5 dólares. Durante la campaña electoral de 2012, cuando el galón costaba 3,5 dólares, políticos como el republicano Newt Gingrich prometían rebajarlo un dólar y parecía una quimera. La promesa de Mitt Romney, rival republicano de Obama, era reducir el desempleo en un margen de cuatro años —es decir, hasta final de 2016— al 6%. Con Obama, ha bajado a medio punto menos y en la mitad de tiempo.

A dos años del final del segundo y último mandato de Obama, no parece que, al menos en la economía, la presidencia vaya a ser un fracaso. El debate es si será un triunfo rotundo; si, cuando en enero de 2017, Obama se marche de la Casa Blanca, estos años serán recordados como los de un nuevo boom, comparable con el de Clinton en los noventa, una nueva era de prosperidad. En Washington, la mayoría de economistas, de izquierdas y derechas, consultados para este artículo son reacios a descorchar el champán. Apuntan al aumento de las desigualdades y al estancamiento o declive de los salarios de las clases medias. O recuerdan que el porcentaje de personas en edad de trabajar que efectivamente trabajan o buscan trabajo se contrajo en diciembre hasta el 62,7%, el nivel más bajo desde 1978, en plena era del malaise, el difuso malestar que marcó los años de Carter.

“Los ingresos del 99% de americanos o bien se han estancado o han caído, solo el 1% ha visto aumentos”, dice William Spriggs, economista jefe del sindicato AFL-CIO, que representa a 12,5 millones de trabajadores. “Pero la solución no es lo que proponen los republicanos. Sostienen que necesitamos un sector público más pequeño aún, pero esto no ayudará al 99%”. Spriggs, profesor de la Universidad Howard y exsecretario de Empleo adjunto en la Administración Obama, señala tres diferencias de la recuperación actual con la de Clinton. La primera es el descenso de las inversiones públicas, en la educación, por ejemplo, lo que aumenta el precio de las carreras universitarias y el endeudamiento estudiantil. La segunda es el debilitamiento de la red de protección social. Y la tercera es que, al contrario que en los noventa, lo que propulsa el crecimiento no es un sector que requiere un alto nivel educativo, como entonces fue la alta tecnología con la burbuja de Internet.

“La economía se encuentra en una expansión por debajo de la media”, dice James Pethokoukis, del laboratorio de ideas conservador American Enterprise Institute. El PIB creció un 2,4% en 2014. “Seguro que habrá oído hablar de la teoría del estancamiento secular. Hay varias maneras de verlo. Una es que existe una falta de demanda crónica en la economía. El porqué está abierto a la especulación. Hay personas que dicen que hay una desigualdad de ingresos mayor y los ricos no gastan tanto, ahorran demasiado y por esto hay menos demanda. Otras personas dicen que desde la recesión, tenemos un problema de demanda, y que quizá la economía simplemente no puede crecer tan rápido como antes. El crecimiento de la fuerza laboral se ha ralentizado, por motivos demográficos. Hubo un gran aumento de la productividad entre mediados de los noventa y mediados de la década siguiente, pero desde entonces ha sido baja. Y si tienes un aumento de la fuerza laboral débil y una productividad débil, tendrás una economía débil”.

Michael Grunwald no es economista, pero ha sido uno de los cronistas más certeros, y originales, de la era Obama. En 2012, cuando prevalecía una visión negativa sobre los logros económicos del presidente, Grunwald, que es periodista, publicóThe New New Deal (El nuevo New Deal, guiño al nombre del programa de Franklin Roosevelt ante la Gran Depresión), un libro sobre el plan de estímulo —inversiones y rebajas de impuestos— de 800.000 millones de dólares que el Congreso aprobó tras la llegada de Obama a la Casa Blanca en 2009. La tesis era que las inversiones de ese plan evitaron otra Gran Depresión y fueron la semilla de una transformación profunda de la economía estadounidense. A finales de 2014, Grunwald, que colaboró con el primer secretario del Tesoro de Obama, Timothy Geithner, en sus memorias, publicó en la revista Politico un artículo tituladoEverything is awesome! (¡Todo es fabuloso!, del título de la canción del filme La Lego película). Sin ironía, el artículo celebraba las buenas noticias —récords en el Dow Jones, la confianza de los consumidores al alza, el Ébola controlado— y desmontaba el escepticismo de sus compatriotas y de muchos comentaristas. Él sí descorchaba el champán.

“Como las cosas han ido bastante bien, la gente ha olvidado lo horrible que fue la crisis financiera, por lo menos en Estados Unidos. En Europa probablemente no lo han olvidado, porque todavía viven en ella”, dice Grunwald. “El shock financiero después del derrumbe de Lehman Brothers [el banco que, en septiembre de 2008, precipitó la crisis] fue cinco veces mayor que el shock que llevó a la Gran Depresión. Históricamente, las recuperaciones tras las crisis financieras eran lentas, dolorosas y feas. Comparado con este patrón, la recuperación de EE UU ha sido impresionante: más rápida, más fuerte y bastante mejor, con cualquier baremo, que otras crisis financieras recientes y que las recuperaciones de otras economías avanzadas”.

Otro debate es a quién atribuir el mérito. “El estímulo ayudó en algo, pero la percepción de su influencia se exagera un poco. Hubo un estímulo federal grande, pero en el ámbito local y estatal se aplicaron medidas de austeridad”, dice Michael Madowitz, del laboratorio de ideas progresista Center for American Progress. “Mi hija tiene un año, y cuando lea sobre todo esto en los manuales de economía, lo que dirán es: ‘He aquí un periodo en el que hubo una gran catástrofe, seguida de mucha inactividad [en el Congreso de Estados Unidos], y la entidad que más respondió fue la Reserva Federal [Fed]’. Merecen el crédito por aliviar el bache e iniciar la recuperación. Si hubiera que construir un monumento, tendría que ser a [Ben] Bernanke”. Fue el presidente del banco central de Estados Unidos entre 2006 y 2014, redujo los tipos de interés a cerca del 0% y puso en marcha un plan de compra de bonos del Tesoro por valor de 3 billones de dólares, un estímulo monetario similar al que, siete años después, pone en marcha el Banco Central Europeo (BCE).

“Lo que ocurrió entre 2008 y 2009”, resume Grunwald, “fue que Estados Unidos tuvo unos rescates bancarios extraordinariamente agresivos y bien pensados, un estímulo fiscal extraordinariamente amplio y bien pensado, y un estímulo monetario extraordinariamente bien pensado. Y Europa no tenía nada de eso. Y es por eso que la economía de Europa está hecha unos zorros y la nuestra no. Los alemanes creían que sabían más que nadie, pero se equivocaban”. Las comparaciones con Europa regresan una y otra vez en las entrevistas con economistas y expertos. Mientras la Fed optaba por los estímulos monetarios y Obama elegía políticas keynesianas de estímulo, Europa, bajo la batuta de la canciller alemana Angela Merkel, aplicaba políticas de austeridad.

En mayo de 2010, en vísperas de la cumbre del G-20 en Toronto, Obama avisó por carta a sus socios europeos del peligro de retirar demasiado rápido los estímulos fiscales adoptados para reactivar el crecimiento tras la recesión. Los europeos no le hicieron caso. El éxito de la fórmula Obama-Bernanke atrae ahora aplausos del centroizquierda y la izquierda europea. En las últimas semanas, desde Felipe González a Pablo Iglesias han elogiado estas políticas en sendas visitas a Washington y Nueva York. Tras la victoria de Syriza en Grecia, el 25 de enero, Obama dijo: “No puedes seguir exprimiendo a países que se encuentran en medio de una depresión”. En 2009, él y Bernanke optaron por la vía opuesta. Creen que la historia les ha dado la razón.

martes, 3 de febrero de 2015

Estados Unidos se planta armar a Ucrania

Por Raquel Márquez

El Congreso de Estados Unidos aprobó el pasado 11 de Diciembre la Ley de Apoyo a Ucrania por la cual entregaría 350 millones de dólares (301 millones de euros) en armas al Gobierno de Ucrania.

No obstante el Gobierno matizó que no iba a poner en práctica la ley para dar una oportunidad a la paz. Sin embargo el sábado pasado, las negociaciones entre los separatistas prorrusos, el Gobierno ucraniano y la propia Rusia llegaron a un bloqueo. Estados Unidos considera ahora si es el momento de poner en práctica esa disposición.


Esa es la opinión del secretario de Estado, John Kerry, del general John Dempsey, jefe del Estado Mayor y de Chuck Hagel, secretario de Defensa en funciones. A pesar de ellos, la clave de la puesta en marcha de la ley está en la consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, que es quien tiene más influencia sobre Obama y que hasta ahora se ha opuesto a dar armas a Kiev, algo que, según 'The New York Times', podría estar reconsiderando.

Hasta el momento, EEUU se ha limitado a entregar sistemas 'no letales' a Ucrania, tales como equipos de visión nocturna y redes de comunicaciones.Es más, las armas estadounidenses no pueden integrarse en los sistemas de defensa de Ucrania lo que haría necesario que Washington comprase equipo antiguo a países de Europa Central y se lo enviaran a Kiev.

lunes, 19 de enero de 2015

Los republicamos retoman la batalla migratoria

Por Sergio Ruiz.

El partido republicano, reforzado por la mayoría asegurada, desde el inicio del curso político en las dos cámaras del Congreso estadounidense, ha reanudado su batalla contra Barack Obama acerca de una de sus más importantes reformas, la migratoria.

El objetivo de los conservadores es revertir o bloquear las medidas ejecutivas, que el presidente estadounidense anunció en noviembre, de forma unilateral para frenar la deportación de hasta cinco millones de indocumentados.


La estrategia de volver a sacar el tema inmigratorio a la palestra, por parte de los republicanos, tiene ciertos riesgos: la unidad interna no parece tan firme y los riesgos electorales que pueden implicar volver a enfurecer al influyente voto latino, un factor que no pocos líderes del partido, que aspira a recuperar la Casa Blanca en 2016, tienen muy presente.

La línea a seguir, trazada a finales de 2014, era comenzar presionando con los recursos para el Departamento de Seguridad Nacional, la única partida que no recibió fondos para todo el año en el presupuesto, sino que se quedará sin dinero el 27 de febrero.

Y así lo hizo esta semana, cuando con los votos de la mayoría republicana más amplia de las últimas décadas, la Cámara baja aprobó un presupuesto de 40.000 millones de dólares que contiene varias cláusulas que revertirían no sólo las medidas dictadas por Obama en noviembre, sino incluso su muy aplaudida acción diferida (DACA) de 2012, que ya ha beneficiado a 600.000 jóvenes indocumentados.

Claro que cuando se trazó ese plan no había ocurrido aún el atentado yihadista contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo, que ha elevado el nivel de preocupación por el extremismo islamista en todo el mundo. Y si bien es cierto que el Departamento de Seguridad Nacional es el encargado de aplicar las leyes migratorias —y las decisiones en esta materia dictadas por Obama— también es el máximo responsable de coordinar la seguridad del país. “Nunca es un buen momento para tontear con los fondos del Departamento de Seguridad Nacional, pero en vista de lo sucedido, este es un momento especialmente malo”, apuntó de inmediato el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Además del bad timing o inoportunidad de la votación en este escenario internacional, los republicanos se enfrentan a varios dilemas más.

De un lado, desde sus propias filas se ha reconocido públicamente que la propuesta de ley no tiene futuro. Y no sólo porque Obama ha dicho que la vetará si llega a su mesa. La iniciativa aún tiene que pasar por el Senado, y ahí la mayoría republicana no basta para lograr su aprobación de forma unilateral. Para ello necesitaría 60 votos, cuando solo tiene 54 escaños. Arañar seis votos demócratas para esta propuesta sería “un milagro”, ha admitido el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell. A lo que se une que tampoco todos los republicanos están necesariamente de acuerdo con esta iniciativa.

Al fin y al cabo, la propuesta de ley migratoria que más lejos llegó en su recorrido legislativo al ser aprobada en el Senado en 2013, había sido elaborada por cuatro senadores demócratas y otros tantos republicanos, entre ellos el presidenciable Marco Rubio.

Porque no se puede olvidar el factor electoral, sobre todo ahora que se prepara el campo de batalla para las presidenciales de 2016. Una cita en la que todos los analistas coinciden en que, al contrario que en las elecciones legislativas pasadas, sí volverá a tener mucha importancia el creciente voto hispano, que fue el que apuntaló en 2012 la reelección de Obama.

Existe además una batalla interna dentro del Partido Republicano que no se libra necesariamente en Washington, sino en algunos Estados del Medio Oeste gobernados por conservadores. En esta zona se ubican las otrora florecientes ciudades del cinturón industrial muy afectadas por la crisis y que reclaman facilidades para atraer a trabajadores extranjeros que les ayuden a recuperar el esplendor perdido. Esta región comprende Ohio, Michigan, Pensilvania o Wisconsin, Estados bisagra que podrían decidir quién ocupa la Casa Blanca en 2017.

Pese a que casi todas las partes coinciden en que la acción del Congreso es más un desafío político que una acción con visos de tener éxito, para Janet Murguía, presidenta del influyente Consejo Nacional La Raza (NCLR), constituye de todos modos un “desastroso paso político”.

“Nuestra comunidad no va a olvidar que la primera acción de los líderes republicanos en el Congreso ha sido una estratagema política destinada a aplastar la esperanza de todas esas familias (beneficiarias de las medidas de Obama), sin ofrecer ni una sola alternativa plausible a cambio”, advirtió la jefa de una de las organizaciones que más movilizan el voto hispano.

Más aún: la propuesta republicana de revertir prácticamente todas las medidas migratorias de Obama, impulsada por las presiones del ala más ultraconservadora del partido, el Tea Party, no parece contar siquiera con el visto bueno general de los estadounidenses. Según una encuesta realizada esta misma semana por la cadena CBS, aunque las opiniones sobre si Obama se extralimitó o no con estas medidas ejecutivas están muy divididas, una clara mayoría (55%) considera que el Congreso debería dejarlas como están, frente a un 40 % que pide que las revoque. De hecho, el 69 % de los estadounidenses apoya, según este sondeo, que los indocumentados que están en el país puedan regularizar de alguna forma su situación.

viernes, 16 de enero de 2015

Hollande recibe a Kerry en París

Por Raquel Márquez

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se ha reunido con el presidente francés, François Hollande, con el que tiene previsto hablar de los atentados terroristas, ocurridos la semana pasada.

Oficialmente, el principal punto de discusión es la colaboración antiterrorista, lo que implica un intercambio de información sobre la investigación de los ataques sufridos en suelo francés. El estadounidense hará una declaración común con la alcaldesa, Anne Hidalgo, en homenaje a las víctimas de los ataques terroristas del miércoles pasado.


Un día después de los atentados contra "Charlie Hebdo", el presidente estadounidense, Barack Obama, se desplazó a la embajada francesa en Washington. Allí escribió un mensaje en el libro de honor en el que, en nombre de todos los estadounidenses, subrayaba su "profunda simpatía y solidaridad tras ese terrible ataque terrorista".

"Avanzamos juntos, convencidos de que el terror no vencerá a la libertad y a nuestros ideales que iluminan el mundo", terminaba el presidente estadounidense en su escrito, antes de lanzar un "Viva Francia", en lengua gala.

Por su parte, Kerry ha manifestado que con su visita a París quería dar "un fuerte abrazo" a Francia tras lo sufrido.



Siria acusa a EEUU de financiar el terrorismo por entrenar a los rebeldes sirios.

Vía EuropaPress

El Gobierno de Siria ha acusado este viernes a Estados Unidos de "financiar el terrorismo" tras la decisión tomada ayer por el Pentágono de enviar a 400 soldados para entrenar a los rebeldes sirios.
 
"Washington sigue apoyando el terrorismo en Siria, y ha anunciado su intención de enviar a 400 soldados para entrenar a los terroristas", ha hecho saber la agencia oficial de noticias siria, SANA.


El despliegue de EEUU se ampara en la idea de hacer retroceder a Estado Islámico, que ha asumido el control de gran parte del este y del norte del país, y fue decidido tras un encuentro esta semana entre representantes del Gobierno estadounidense y miembros de la oposición siria.
 
El Ejército estadounidense aún no ha identificado dónde desplegará sus fuerzas para la misión de entrenamiento, que previsiblemente se iniciará en primavera. Los gobiernos de Turquía, Qatar y Arabia Saudí ya se han ofrecido para acoger las prácticas.
 
El programa de entrenamiento es parte de los planes del presidente, Barack Obama, para intentar conseguir que las fuerzas locales detengan y finalmente derroten a los milicianos yihadistas, que están siendo objetivo de una campaña de bombardeos por parte de Estados Unidos.
 
El Pentágono ha indicado que que podría entrenar a más de 5.000 reclutas en el primer año del programa, cifrando en 15.000 el número de milicianos necesarios para recuperar las zonas del este de Siria actualmente controladas por los yihadistas.

Fuente: Europa Press