jueves, 21 de abril de 2016

El CNI lamenta las amenazas del Estado Islámico a España

El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán, ha lamentado la "propaganda" de los avisos del grupo terrorista Estado Islámico o Daesh sobre posibles atentados en España.
"Si hacemos caso a lo que dice el Daesh y sus órganos de publicidad, esa revista que tienen tan magnífica y esos vídeos, muy pocas cosas se pueden librar del ataque: ni playas ni museos ni la Sagrada Familia, que la han citado un montón de veces", ha dicho este jueves al preguntársele sobre yihadismo en una conferencia-coloquio del Círculo de Economía.

"Las citas están bien como citas, pero a nosotros lo que nos debe preocupar no es la cita, sino si hay fundamento, y después actuar en consecuencia", ha añadido.

Sanz Roldán, que lleva siete años dirigiendo el CNI, ha afirmado que el terrorismo yihadista es uno de los elementos en los que el Centro está "haciendo una lucha mayor" y ha explicado que la lucha contra ETA ha hecho que España esté bien preparada y sea un elemento de valor para las relaciones exteriores.

Según él, "es necesaria la colaboración, la integración, tener amigos y aliados. Y para ello, hay que ser bueno, porque, si no se es bueno, la calidad de las alianzas y tu papel en ellas no es aquel en el que tengas capacidad de exigir".

Sanz Roldán ha definido el CNI como un organismo que respeta los parámetros de una democracia, "huye de la idea de ser un pequeño Estado" y está reglado por una ley orgánica que cumplen en el 100% de los casos.

"No somos un radical libre, no salimos de caza todas las mañanas a ver qué nos dicen para contárselo al Gobierno. Nuestra misión está orientada desde el 1 de enero al 31 de diciembre", ha dicho, tras añadir que en España hay 3.500 hombres y mujeres que trabajan como agentes secretos, desplegados en 67 países.

En el CNI conviven todas las carreras que se imparten en la universidad, se trabaja en 32 idiomas y hay unas 100 ó 120 incorporaciones al año de nuevos miembros.

Entran al pasar dos pruebas: una de estabilidad emocional -que mide si el candidato está preparado para no dar datos a sus familiares sobre las investigaciones- y otra de seguridad --para controlra que sean capaces de no vender información--.

El director asegura que casos como Wikileaks y Snowden se deben a la deslealtad de los agentes secretos, y que un agente del CNI está cumpliendo 12 años de cárcel por alta traición: "El cáncer de un servicio secreto es tener un desleal".

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