martes, 17 de febrero de 2015

SwissLeaks y El caso Falciani

Por Sergio Ruiz y Marcos Rivera

El escándalo de la lista Falciani ha sido cabecera de todos los telediarios, y portada de todos los periódicos. El sobrenombre de Swissleaks ha sido difundido ante la publicitación de los nombres de decenas de personajes públicos con ahorros en Suiza, varios de ellos incurriendo en un delito fiscal.

El banco HSBC, una de las mayores entidades financieras del mundo, como detallamos en el anterior artículo: (HSBC, el gigante desconocido) es parte muy protagónica de este fraude. La omnipresente delincuencia de este “cártel internacional” es tan consistente que un comentarista del diario británico, Guardian, se refiere a los bancos globales como “la rama de servicios financieros de los cárteles de la droga”. Y es que realmente, ¿qué mejor lugar se puede encontrar para depositar los beneficios de los cárteles de la droga que el cártel financiero? ¿Y por qué iban a renunciar los bancos a su papel fundamental en el comercio mundial de las drogas?
Criminalidad bancaria: el dinero de la droga y el cártel bancario global por encima de la ley. El día que el New York Times calificó el 11 de diciembre de 2012 como el más negro para el estado de derecho, el HSBC, segundo banco más grande del mundo, no pudo ser enjuiciado por sus extensas y generalizadas actividades criminales de blanqueo de capitales de regímenes sujetos a sanciones, cárteles mejicanos de la droga y organizaciones terroristas (incluía Al Qaeda).

A pesar de admitir su culpabilidad, y con la culpa asegurada, el estado y las autoridades federales de Estados Unidos decidieron no enjuiciar al banco ante el temor de que los cargos penales pudieran poner en peligro a uno de los mayores bancos del mundo, y en última instancia, desestabilizar el sistema financiero global”. A cambio, el HSBC aceptó pagar la cantidad de 1.920 millones de dólares. El temor era debido a que un enjuiciamiento penal sería la “pena de muerte” para el HSBC. El Departamento de Justicia de Estados Unidos, que llevaba el enjuiciando del caso, recibió la advertencia del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal de Estados Unidos de que tomar “una medida tan agresiva” contra el HSBC podría tener efectos negativos para la economía. En su lugar, el banco debía renunciar a 1.2 millones de dólares y pagar además 700 millones de multa por violar la Ley del Secreto Bancario y la de Comercio con el Enemigo. En su declaración, El Presidente Ejecutivo del HSBC declaró: “Aceptamos nuestra responsabilidad por los errores anteriores… Nos comprometemos a proteger la integridad del Sistema Financiero Global. Y a tal fin, continuaremos trabajando estrechamente con los gobiernos y reguladores de todo el mundo”.

Con los más de siete mil millones de dinero de los cárteles mejicanos de la droga blanqueados sólo a través del HSBC, la multa equivale a un cachete en la mano, no hay mas que hacer un análisis del coste-beneficio del negocio: si el “coste” de blanquear miles de millones del dinero de la droga es inferior al “beneficio”, continuarán con la misma política. Ni un solo banquero ha sido acusado en el caso como parte del acuerdo alcanzado entre las partes. El New York Times admite que “al gobierno norteamericano le han vendido la noción de que si se es demasiado grande para quebrar también se es demasiado grande para encarcelar”.

El HSBC engrosa la lista de los peores grandes bancos del mundo que pagan multas por actividades penales, como Credit Suisse, Lloyds, ABN Amro e ING, entre otros. El asistente del Fiscal General de Estados Unidos, Lamy A. Breuer, se ha referido al acuerdo con el HSBC como un ejemplo de responsabilidad por los fallos impresionantes del supervisor. Lamy Breuer, que dirige la división penal del Departamento de Justicia y se responsabilizó del enjuiciamiento del caso contra HSBC, fue socio de un despacho de abogados (Junto con el Fiscal General de Estados Unidos Eric Holder) que representaban a una serie de grandes bancos y otros conglomerados en casos relacionados con fraudes de ejecución hipotecaria. Mientras que Breuer y Holder fueron socios en Covington & Burling, el bufete representaba a clientes notables como el Banco de América, Citigroup, JP Morgan Chase y Wells Fargo, entre otros. Parece que en el Departamento de Justicia continúan haciendo el mismo trabajo: proteger a los bancos más importantes de ser procesados por conducta criminal. Con todas las luces enfocadas en los 1.9 millones de la multa pagada por el HSBC, no se hizo apenas mención del hecho de que el HSBC tiene aproximadamente unos activos de 2,5 millones de dólares y tuvo unos beneficios 22 mil millones de dólares en 2011. Pero no hay que preocuparse, los altos directivos del HSBC han dicho que “aceptaban las responsabilidades de los pasados errores”, y añadieron: “Hemos dicho que lo sentimos profundamente y lo volvemos a decir”.

Así que, por tanto, los altos directivos del segundo banco más grande del mundo no sólo pidieron perdón por el blanqueo de miles y miles de millones del dinero de la droga (además de otros delitos), sino que se disculpaban…otra vez. Así, pagan una multa relativamente baja y no tienen que hacer frente a cargos penales. Me pregunto si un vendedor de crack de cualquier gueto de Estados Unidos podría evitar el enjuiciamiento penal si pidiera perdón no una sola vez, sino dos. Realmente no tenemos que preguntárnoslo. En mayo de 2012, cuando estaban testificando en Washington ante el Senado de Estados Unidos altos directivos de HSBC, admitiendo su participación en el blanqueo del dinero de la droga, un pobre negro fue declarado culpable de la venta al menudeo de 5,5 gramos de crack justo al otro lado del río frente al edificio del Capitolio de Estados Unidos y fue condenado a 10 años de prisión.
 
HSBC, siglas en inglés de The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation, es una de las más grandes organizaciones de servicios bancarios y financieros del mundo. (Rank # 1 en lista Forbes 2008.) Tiene su sede central en Londres.

En agosto el banco declaró que había realizado una reserva de 700 millones de dólares para pagar multas por sus actividades ilegales, que casualmente era la cantidad exacta de la multa que les había sido impuesta por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (sin incluir el embargo de los beneficios). Lany Breuer declaró que el acuerdo era “un resultado muy justo, muy realista y muy potente”. Efectivamente se podría estar de acuerdo en que los resultados eran “potentes” y “muy reales” en cuanto que representan una decisión aprobada por el Estado según la cual los grandes bancos no serán enjuiciados por sus vastas actividades criminales, precisamente porque son bancos grandes. El resultado “muy real” de todo esto es que podemos garantizar que continuarán tales comportamientos criminales, puesto que los bancos continúan siendo protegidos por el Estado. Con las noticias del acuerdo, el precio de las acciones de HSBC en el mercado subieron el 2,8%, una clara señal de que los “mercados financieros” también premian el comportamiento criminal y la omnipresente cultura corrupta en el HSBC (en palabras del informe del Senado de los Estados Unidos).

Jack Blum, fiscal de Washington, que fue consejero del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, especializado en cuestiones de blanqueo de dinero y delitos financieros, declaró que “Si esta gente no es procesada, ¿quién lo va a ser? Y añadió: “¿Qué tiene uno que hacer para ser procesado?” 
Habían cruzado todas las líneas rojas de la legislación bancaria. ¿Cuándo habrá un delito que sea lo suficientemente grave para poder procesar a un gran banco?” Pero Lanny Breuer del Departamento de Justicia explicó que su departamento había tenido en consideración “las consecuencias colaterales” del enjuiciamiento. Si se enjuicia a uno de los mayores bancos del mundo, se ponen en riesgo los puestos de trabajo de mucha gente, otras instituciones financieras y las demás partes abandonarán el banco y se producirá algún tipo de conmoción en la economía mundial”. En otras palabras, el Departamento de Justicia de Estados Unidos había decidido que los grandes bancos deben estar por encima de la ley, porque el no estarlo acarrearía severas consecuencias para el sistema financiero.
Esto no significa buenas noticias solo para el HSBC, el banco favorito de los cárteles de la droga mejicanos, (según Bloomberg), sino bunas noticias para todos los bancos. Después de todo, el HSBC no es el único banco involucrado en el blanqueo de dinero de la droga y otras actividades ilegales. Remontándonos al año 2010, Wachovia (actualmente parte de Wells Fargo) pagó unos 160 millones de dólares en multas por el blanqueo de aproximadamente 378,4 millones de dinero de la droga. También se ha encontrado dinero de la droga blanqueado por otras instituciones financieras, como Banco de América, Banco de Santander, Citigroup y la rama bancaria de American Express. Casi todos los mayores bancos del mundo han sido investigados o lo están siendo actualmente, por otros delitos, incluyendo la manipulación de las tasas de interés (lo que se conoce como el escándalo Libor) y otras formas de fraude.

Entre los bancos que están siendo investigados actualmente por fiscales de Estados Unidos por haber cometido actividades delictivas se encuentran Barclays, Deutsche Bank, Citigroup, JP Morgan Chase, Royal Bank of Scotchland, USB, Banco de América, Banco de Tokio Mitshubishi, Credit Suisse, Lloyds, Rabobank, Royal Bank of Canadá y Societé Générale, entre otros. Los reguladores e investigadores del escándalo Libor – “el mayor escándalo financiero que se haya producido nunca” -, declaran que los mayores bancos del mundo se involucran en “fraude organizado” y funcionan como un “cártel” o una “mafia”.

Estos bancos, por tanto, dominan la economía global y dictan las medidas de “austeridad” a las oligarquías políticas nacionales. El hecho de que el Departamento de Justicia rechazara enjuiciar al HSBC, debido a los efectos que podría tener en el sistema financiero, debería ser un signo claro de que el sistema financiero no funciona para el beneficio de la gente y de la sociedad en su conjunto, y por lo tanto necesita un cambio drástico: destruir los cárteles, dividir los grandes bancos para crear bancos pequeños, castigar su comportamiento criminal —no recompensárselo— y que sea la gente la que decida las políticas de la sociedad no una pequeña red de bancos internacionales de un cártel global.

La 'lista Falciani' revela los nombres de más de 130.000 evasores fiscales

La lista, elaborada con la información del HSBC, de Ginebra, que el informático Hervé Falciani grabó en un CD y entregó a la Hacienda francesa en el 2009, sale a la luz fruto de una investigación internacional coordinada por 'Le Monde' y el ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación). Entre los diarios que publican la lista están, además de 'Le Monde', en España 'El Confidencial', en el Reino Unido, 'The Guardian (al que hemos citado con anterioridad).

Entre los presuntos evasores fiscales destacan el fallecido presidente del Santander, Emilio Botín, el piloto Michael Schumacher, el futbolista Diego Forlán, o los reyes de Marruecos y Jordania, entre otros.

Según "El Confindencial", la familia Botín tenía una fortuna oculta en el HSBC de Suiza de más de 2.000 millones de euros y añade que también utilizó un entramado societario en Panamá y las Islas Vírgenes con testaferros "para esconder quién estaba detrás de sus cuentas".

Algunos nombres destacados

Diego Forlan, futbolista

1,4 millones de dólares entre 2006-2007

El delantero uruguayo, campeón de la Europa League con el Atlético de Madrid y de la Copa America con su selección, ha sido cliente del HSBC desde 2006, cuando vestia la camiseta del Villarreal. Aparece relacionado con dos cuentas que acumulaban 1,4 millones de dólares. Una de ellas a nombre de Rosario Trading Company; la otra, cifrada. El jugador ha declinado hacer comentarios.

Elle MacPherson, modelo

12 Millones de dólares entre 2006-2007

La modelo australiana es conocida como ‘EL CUERPO’ y esta considerada como una de las top models que revoluciono la moda en los años 80 y 90. Esta relacionada con 7 cuentas en las que se repartían 12 millones de dólares. Elle es ciudadana australiana y paga sus impuestos en Reino Unido de acuerdo a las leyes del país, aseguran sus abogados.

Flavio Briatore, empresario
73 millones de dólares entre 2006-2007

Briatore ha sido director deportivo de f1 del equipo Renault hasta 2009 tras trabajar con la escudería italiana Benetton. Su ficha en el HSBC le relaciona con 38 cuentas bancarias donde se repartían 73 millones de dólares. Sus abogados explican que Briatore no puede confirmar si los datos son ciertos pero admite haber tenido cuentas legalmente declaradas en Suiza.

David Bowie, músico

3,9 millones de dólares entre 2006-2007

David Robert Jones, uno de los artistas más importantes de la historia del pop, controlaba 2 cuentas en el HSBC de Ginebra. Desde 1976, poco después de la publicación de Ziggy Stardust, Bowie es residente legan en Suiza, según han explicado sus representantes.

Valentino Rossi, piloto de Moto GP

23.9 millones de dólares entre 2006-2007

Nacido en Italia en 1979, ostenta nueve títulos mundiales en las tres categorías y ha competido con Honda, Yamaha y Ducati. Tenía una cuenta en el HSBC a nombre de ‘Kikki 62’ con 23,9 millones de dólares. Sus abogados han explicado quesos cuentas han sido regularizadas y que Il Dottore ha pagado unos 30 millones de euros al fisco Italiano.

Emilio Botín, banquero

82 millones de dólares entre 2006-2007

Era cliente del HSBC de Ginebra desde, al menos, el año 2003. La cuenta con la que está relacionado, a nombre de la sociedad panameña ‘North Star Overseas Enterprises’, tenia 82 millones de euros entre 2006 y 2007. A raíz de la información de la ‘lista Falciani’, la familia Botín tuvo que pagar mas de 200 millones de euros a la Hacienda española.

Fernando Alonso, piloto de F1

42 millones de dólares entre 2006-2007

Bicampeón mundial de Formula 1, actualmente en el equipo británico Mclaren. Nacido en Oviedo hace 33 años, el piloto tenía una cuenta en el HSBC por ser residente en Suiza y nunca tuvo problemas con Hacienda, explica su agente. Repatrió su patrimonio a España en 2011. Hoy reside en Dubai.

Jordi Pujol Ferrusola, empresario
La familia del expresidentes Jordi Pujol ya movía fondos en el extranjero como mínimo en 1994, cuando el mayor de sus sietes hijos, Jordi Pujol Ferrusola y su mujer abrieron una cuenta en el HSBC para depositar presuntos fondos opacos. La cuenta se mantuvo operativa hasta el 2 de febrero de 1995.

Gillermo Luca de Tena, nieto del fundador de ABC
1,33 millones de dólares entre 2006-2007

Figura como titular de la cuenta junto a su esposa. La familia es, a día de hoy y a través de Valjarafe, S.L., accionista relevante de Vocento, conglomerado de prensa cuyo buque insignia es ABC. La familia asegura que la situación esta regularizada y las cuentas canceladas, pero no proporciona documentación que lo demuestre.

Jorge Trías, abogado

El hombre que desvelo los papeles de Barcenas y los sobresueldos que supuestamente repartía la cúpula del PP tuvo al menos una cuenta en Suiza.

La cuenta de Trías fue abierta en 1992 y cerrada en 1994. Contactado por El confidencial, Trías niega que haya dispuesto de cuenta en Suiza. ‘’No lo creo, compruébenlo bien’’, afirma.

Fernando Masaveu, empresario

2,6 millones de dólares entre 2006-2007

Fernando Masaveu, al frente de uno de los mayores imperios financieros ligados a Bankinter y Liberbank, tenía hasta ocho números de cuenta en Suiza a través de las sociedades Marianas Limited y Forum System Corp. Los Masaveu, el undécimo mayor patrimonio de España, han declinado hacer comentarios sobre esta información.

José Mestre, empresario y narcotraficante

8,9 millones de dólares entre 2006-2007

José Mestre era el propietario de la empresa de estiba Tercat, la mayor del puerto de Barcelona. Fue condenado a 12 años por tráfico de cocaína. Estaba relacionado con dos cuentas con 8,9 millones de dólares. Sus abogados aseguran que el dinero pertenecía a su hermano Rogelio, condenado por fraude.

Estos paraísos fiscales son conocidos por todos, pero se han aceptado como parte de los derechos de los más ricos. El caso de Swissleaks, nuevamente, incide en el fraude y evasión fiscal como actividad habitual para evitar perder miles de millones de euros. 
¿Ha declarado el mundo una guerra al fraude a Hacienda? 
¿La corrupción extendida entre tantos políticos, ha sido la mecha que ha encendido a las demás instituciones de control? 
Desde luego, si ésto ha servido para que la sociedad, asimismo, despierte de su letargo y empiece a hacer frente a lo que, durante tanto tiempo, ha tolerado y considerado como trivial, bienvenido sea. Swissleaks y el Caso Falcian, pueden ser apenas "la punta del iceberg", como dijo Falciani, pero quizá lleve a la raíz más profunda de la corrupción más gélida.

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