La sonda japonesa Akatsuki ha entrado con éxito en la órbita de Venus tras cinco años girando alrededor del Sol, después de que el primer intento fracasara debido a problemas de propulsión, informó hoy la Agencia Aeroespacial de Japón (JAXA).
La nave tardará tres meses en acercarse más al planeta y obtener una trayectoria mejor, pero el equipo ya ha recibido las primeras imágenes en las que pueden verse los gases que lo rodean, explicó en rueda de prensa el encargado de la misión, Masato Nakamura.
"Hoy hemos recibido la primera imagen y me quedé muy sorprendido porque nunca hemos visto una tan buena como ésta. Creo que podemos esperar mucho (de la labores de Akatsuki)", destacó el japonés, quien también señaló que el equipo espera "hacer bien" los siguientes pasos de la "ardua" operación que queda por delante.
Según su posición actual, la sonda tarda 13 días y 14 horas en dar una vuelta completa a Venus, pero en los próximo meses corregirá su trayectoria para posicionarse de tal manera que tarde unos nueve.
La JAXA espera que la nave comience sus operaciones regulares a partir de abril del próximo año.
La sonda Akatsuki fue lanzada en mayo de 2010 con seis tipos de equipamiento de observación destinados a estudiar las espesas nubes sulfúricas que envuelven al planeta, además sus fenómenos volcánicos y meteorológicos como su superrotación atmosférica, que se mueve sesenta veces más rápido que su superficie.
El vehículo debía entrar en la órbita del planeta en diciembre de ese mismo año, pero un fallo en el sistema de propulsión del motor principal impidió que desacelerara lo suficiente y dejó atrás el planeta sin completar la operación.
A partir de entonces y hasta el lunes, Akatsuki estuvo dando vueltas alrededor del Sol y llevando a cabo las maniobras necesarias para corregir su trayectoria.
La JAXA reprogramó el vehículo para que los cuatro propulsores restantes lograsen ponerlo en la trayectoria deseada, y tras una ralentización de 20 minutos y 28 segundos para reducir la velocidad del vehículo y ponerlo en órbita, la maniobra fue un éxito.
Japón invirtió unos 25.200 millones de yenes (188 millones de euros/205 millones de dólares) en su misión a Venus, con la que pretende realizar el primer mapa tridimensional de las espesas nubes sulfúricas que envuelven al planeta.
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