El mítico jugador y ahora senador brasileño Romario celebró el jueves el cese del ex secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, al que ya había acusado de "chantajista" en otras ocasiones desde que emprendió su cruzada política contra la corrupción en el fútbol.
"Esa va por todos los brasileños. Ese bocazas, corrupto y chantajista del secretario de la FIFA, Jerome Valcke, se llevó hoy una patada en el trasero", afirmó Romario en su cuenta de la red social Facebook.
El 'Baixinho' hizo referencia así a uno de los momentos más polémicos que vivió Valcke durante la tensa organización del Mundial-2014 cuando, enfadado con los retrasos de los preparativos, dijo que los brasileños debían "darse una patada" en el trasero para acelerar el ritmo.
Esas palabras provocaron una crisis entre el país organizador y la FIFA, que Blatter tuvo que apagar pidiendo disculpas a la presidenta, Dilma Rousseff.
"Él fue el interlocutor de Brasil con la FIFA durante la preparación de la Copa del Mundo de 2014. Aguantamos la arrogancia de ese bandido, aunque yo me manifesté en varias ocasiones para que el Gobierno tomara una actitud enérgica y no aceptara a ese tipo como interlocutor", escribió el histórico futbolista brasileño.
Romario, elegido por la FIFA como Mejor Jugador del Mundo en 1994, hace años que se muestra muy crítico con la gestión del máximo organismo del fútbol mundial, así como con la Confederación Brasileña (CBF), con la que mantiene un tenso enfrentamiento.
El senador socialista es también el presidente de la Comisión de Investigación instaurada en la Cámara Alta para indagar en los contratos de la CBF sospechosos de corrupción, después de que su expresidente José María Marín fuera detenido el pasado mayo en Zúrich.
"No es que la FIFA sea un ejemplo por despedir a Valcke, deberían autoimplosionar y comenzar de cero. Pero la caída de Valcke, a causa de este escándalo con las entradas, refuerza todavía más la importancia de la CPI del fútbol", concluyó.
Jerome Valcke fue cesado de sus funciones por la FIFA el jueves, después de publicarse en la prensa inglesa las sospechas sobre su implicación en la reventa en el mercado negro de miles de entradas del Mundial-2014.
Desde el Ministerio de Deportes brasileño, sin embargo, no se quiso entrar en polémicas. "Nuestra posición es que las investigaciones deben seguir y los culpables ser castigados", señaló a AFP un asesor del ministerio. "La dimisión de un funcionario es una cuestión que corresponde en este caso exclusivamente a la FIFA", zanjó.
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