Los cuatro detenidos en la operación contra la supuesta cúpula de ETA el pasado martes en Saint Etienne de Baigorry, en el País Vasco francés, han sido presentados hoy en París ante el juez de instrucción antiterrorista, informó a Efe una fuente judicial francesa.
Los presuntos etarras comparecen hoy ante el juez para la apertura de una investigación judicial preliminar, dijo la fuente, que agregó que esta noche o mañana podrán conocerse los cargos que la Fiscalía imputa a los arrestados.
En la acusación del Ministerio Público podrá comprobarse si Francia considera a los detenidos David Pla e Iratxe Sorzábal, al igual que hace el Gobierno español, como los máximos dirigentes de la organización terrorista en la actualidad.
Los presuntos etarras Sorzábal y Pla, junto al antiguo responsable del aparato internacional de ETA Ramón Sagarzazu y el propietario del caserío donde fueron detenidos, el francés Pantxo Flores, fueron trasladados ayer de la comisaría de Bayona a la sede de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) en las afueras de París.
Como hacen de forma habitual los miembros de la banda, los cuatro detenidos no respondieron en sus interrogatorios en Bayona a los agentes, precisaron fuentes judiciales.
El arresto en casos de terrorismo puede prolongarse en Francia hasta 96 horas antes de que la Policía presente a los sospechosos ante un magistrado instructor con vistas a su inculpación.
Una vez imputados, es otro juez de las libertades y de la detención el que decide sobre su ingreso en prisión.
Sorzábal (43 años) y Pla (40 años) tenían sendas pistolas cuando fueron capturados en Agorerreka, el caserío de Flores, donde también fueron hallados documentos de identidad falsos.
La mujer, que durante su etapa de clandestinidad tuvo un hijo con el exdirigente etarra Mikel Carrera Sarobe -que cumple varias penas en Francia-, ya ha estado encarcelada en el país galo por su pertenencia a la organización terrorista.
Además, ha sido condenada en rebeldía, la última vez a cinco años de cárcel en 2013 en el juicio en el que se impuso la cadena perpetua a Carrera Sarobe por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en 2007.
La Guardia Civil llevaba más de cinco años tras Sorzábal y Pla, quienes, según las autoridades españolas, formaban la cúpula de ETA.
Sagarzazu, de 49 años, fue considerado en 2005, cuando fue detenido en Francia por última vez, como el jefe del aparato internacional de ETA.
La Policía francesa le atribuyó entonces labores de preparación de negociaciones entre ETA y el Gobierno español.
Por su parte, Flores ya fue detenido en septiembre de 2007 dentro de una investigación sobre la preparación de un atentado contra un complejo hostelero en Bidarray.
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