Ocho fechas son las que echará de menos el Barcelona a Messi. En Liga, Luis Enrique tendrá que buscar una alternativa a su gran estrella anteSevilla, Rayo Vallecano, Eibar, Getafe y Villarreal. El choque en el Sánchez Pizjuán parece el más complicado, al menos fuera de casa.
En la Champions, el Bayer Leverkusen en el Camp Nou y los dos partidos ante el Bate Borisov contarán con la ausencia de Messi. Por último, Argentina no dispondrá de su referente en cuatro compromisos:Ecuador, Paraguay, Brasil y Colombia. El duelo argentino-brasileño pierde cartel sin el '10'.
Si los tiempos estimados de la lesión se respetan y la evolución es positiva, doce partidos después, Messi se enfrentaría al Real Madrid en Liga.
Si los tiempos estimados de la lesión se respetan y la evolución es positiva, doce partidos después, Messi se enfrentaría al Real Madrid en Liga.
Y es que no anda nada rumboso este Barça, en absoluto. Se vio a un equipo incluso timorato en ocasiones, con la sacudida del Celta en la cabeza, más preocupado de evitar errores propios que de forzar los del rival. Un Barcelona del que sólo tiró Luis Suárez, como hacía en el Liverpool, siendo el más móvil y voraz en el ataque con diferencia, ante un Neymar al que su nueva imagen no le afectó para bien, pues estuvo lento y despistado en varias ocasiones, y que sólo lució algo en la recta final, con el partido roto. Munir, sustituto de Messi tras la lesión, no tiene nada que ver con aquel punta letal en varios partidos del inicio de la pasada campaña, que llevó a crear casi un conflicto diplomático hispano-marroquí. Así, tras la baja de su gran estrella, pese a que Messi trató de continuar, los primeros 45 minutos del Barça fueron pobres, con Las Palmas creciendo con el paso del tiempo.
Pero ya se sabe que la pólvora es la clave del fútbol desde que el mundo es mundo, y el gol es gol. Cuando comenzaba a sentirse más seguro el equipo canario, con el pujante Roque Mesa como líder, un sensacional centro al área de Sergi Roberto, que sigue ganándose el pan como sorprendente lateral derecho, fue rematado a gol por Luis Suárez. Un certero testarazo, casi de otra época, el del uruguayo. Mas no parecía del todo feliz el equipo de Luis Enrique, con Messi en la cabeza, con pocas llegadas arriba, siempre creadas por Suárez y desaprovechadas por un lento Neymar, y demasiada condescendencia atrás. Bien pudo empatar Jonathan Viera en un par de ocasiones cuando se llegaba casi al descanso, que el talentoso y díscolo canario no fue capaz de convertir en la igualada. Hasta sufría el Barça en la salida de balón, provocandoalgunos pitos antes de un intermedio que los de Luis Enrique agradecieron mientras la rodilla de Messi era explorada por los servicios médicos del conjunto culé.
Pero ya se sabe que la pólvora es la clave del fútbol desde que el mundo es mundo, y el gol es gol. Cuando comenzaba a sentirse más seguro el equipo canario, con el pujante Roque Mesa como líder, un sensacional centro al área de Sergi Roberto, que sigue ganándose el pan como sorprendente lateral derecho, fue rematado a gol por Luis Suárez. Un certero testarazo, casi de otra época, el del uruguayo. Mas no parecía del todo feliz el equipo de Luis Enrique, con Messi en la cabeza, con pocas llegadas arriba, siempre creadas por Suárez y desaprovechadas por un lento Neymar, y demasiada condescendencia atrás. Bien pudo empatar Jonathan Viera en un par de ocasiones cuando se llegaba casi al descanso, que el talentoso y díscolo canario no fue capaz de convertir en la igualada. Hasta sufría el Barça en la salida de balón, provocandoalgunos pitos antes de un intermedio que los de Luis Enrique agradecieron mientras la rodilla de Messi era explorada por los servicios médicos del conjunto culé.
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