domingo, 20 de septiembre de 2015

Cansados votantes griegos acuden a las urnas en unas elecciones muy reñidas

Eran pocos los primeros votantes griegos que acudían en la mañana del domingo a la jornada electoral para decidir quién asumirá la difícil tarea de dirigir el país que afronta dolorosas reformas a causa del rescate y que tiene el reto de resolver una creciente crisis de refugiados.
Alexis Tsipras, el izquierdista que perdió su lucha con las grandes potencias de Europa para poner fin a la dura política de austeridad económica impuesta al país, busca la reelección un mes después de que dimitiera como primer ministro.

Las encuestas finales mostraron el viernes unos resultados muy reñidos entre su partido Syriza y el conservador Nueva Democracia liderado por Vangelis Meimarakis, quien acusa a su rival de paralizar la economía.

Muchos griegos, llamados a votar en una segunda elección nacional este año, están desilusionados con un proceso político que ha reducido los niveles de vida y no ha podido hacer frente al alto desempleo.

"Lo que estamos esperando es al menos inútil (político)

que haga el menor daño a Grecia", dijo Yannis, de 77 años de edad, en las afueras de un centro de votación en Atenas.

La votación comenzó a las 0400 GMT, pero alrededor de dos horas y media participación después seguía a un ritmo que parecía menor que en las recientes elecciones.

El cierre de colegios está previsto para las 1600 GMT, seguido inmediatamente por una encuesta a pie de urna y con una proyección anticipada de voto a las 1800 GMT. Algo menos de 10 millones de griegos pueden votar este domingo.

Los sondeos de opinión sugieren que Tsipras puede tener ventaja, pero la situación está tan reñida que una victoria de Meimarakis no sorprendería.

No se espera que ninguno de los dos partidos obtenga en torno al 38 por ciento de los votos, umbral considerado necesario para una clara mayoría en un parlamento compuesto de 300 asientos.

Eso significa que sea quien sea quien consiga la mayoría de votos -logrando con ello una bonificación de 50 asientos- necesitará formar una coalición, con uno o dos del resto de principales partidos, el centrista To Potami y el socialista PASOK.

Los comicios están siendo observados de cerca también fuera de Grecia porque el ganador tendrá que supervisar las profundas reformas económicas requeridas para un rescate de 86.000 millones de euros que Tsipras se vio obligado a firmar en agosto con los socios de la zona euro.

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