Por Mati Cardeñas
Desde los inicios de las sociedades, las personas hemos asistido a múltiples y diversos brotes de enfermedades que han ido asolando a la humanidad. Virus, bacterias y otros hándicaps de salud que nos han obligado a buscar una cura a éstos, mediante terapias, medicación y otros métodos alternativos de sanación.
Hemos ido de la mano junto a los avances científicos, cuando se descubría una enfermedad, rápidamente se buscaba una cura para ella o un método que aliviara los síntomas y el dolor que suponía ser víctimas de ella.
Es por eso que desde siempre, hemos estado “atados” a la rutina de tomar medicación, a seguir una terapia para combatir los problemas de salud.
Por otra parte, y por ser un animal social, el ser humano se ha reunido siempre en grupos para compartir sus experiencias, cooperar para buscar comida y cazar, se une en parejas para reproducirse y mantener la especie… Es por eso que desde tiempos inmemoriales, las personas hemos acudido a fiestas y celebraciones, reuniones culturales que nos convirtieron poco a poco, en animales aún más sociales.
Desde los rituales para que las cosechas dieran frutos, ofrendas a dioses y demonios, rituales de protección, funerarios para despedir a nuestros seres queridos y nuestros “jefes de manada” y rituales de guerra, en los que se preparaba a los soldados para la batalla, entre muchos otros.
Y es precisamente en estos contextos donde se utilizaban componentes químicos y naturales que acercaban a los asistentes a un grado de excitación, meditación o libertad espiritual y que les ayudaban a conseguir el éxito de los rituales.
Y, ¿por qué hemos unido estos dos contextos sociales?
Hoy queremos hacer una aproximación a las drogas más conocidas en la actualidad, los contextos en los que se consumen y a los efectos sociales que provoca su uso, hábito, consumo o adicción.
Para comenzar, nos gustaría hacer una breve clasificación de las drogas actualmente más consumidas y sus efectos en los usuarios:
● Derivados opiáceos (morfina, heroína, metadona, codeína, marihuana, hachís)
Son prescritos por un doctor para tratar dolores, una adicción anterior, prevenir la diarrea, o como relajantes. La dependencia a este tipo de drogas es muy alta, aunque la duración de los efectos puede variar según el componente.
Se consume de forma oral, inyectada, fumada, esnifada o con parches transdérmicos. Provoca euforia, náuseas y sedación entre otros efectos. En cuanto a los efectos a largo plazo, encontramos la tolerancia o adicción, problemas coronarios, artritis, venas colapsadas, estreñimiento, coma, convulsiones, muerte…
Su síndrome de abstinencia es uno de los más graves, provocando lagrimeo, irritabilidad, temblores, sudoración extrema y dolor agudo.
● Psicoestimulantes (potenciadores cognitivos)
Se prescriben médicamente para anestesias locales, narcolepsia, control del peso y para el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, entre otros casos. Su dependencia física es moderada, pero la psicológica es extremadamente alta. Se consume de forma oral, inyectada, fumada o esnifada.
Durante su consumo, se incrementa la atención y la euforia, como también la tasa cardíaca y la presión arterial, los consumidores sufren de insomnio y falta de apetito, creen tener más agudeza mental y sufren contracción de los vasos sanguíneos y dilatación pupilar.
Su síndrome de abstinencia presenta apatía, somnolencia, irritabilidad, depresión y desorientación.
● Alcohol
Este tipo de droga no tiene función médica, sólo se comienza a consumir en entornos sociales. Su dependencia tanto física como psíquica es muy alta y la duración del efecto depende de la cantidad consumida. Su uso se realiza de forma oral y provoca deshinibición, euforia, relajación, facilidad para conversar, dificultad para asociar ideas, desorientación, etc.
Sus consecuencias son, la intoxicación etílica, conductas de riesgo (sexuales, por ejemplo), hipertensión, alteración del sueño, agresividad, depresión…Su síndrome de abstinencia comporta agitación, temblores, vómitos, mareos, sudoración...
● Nicotina
Tampoco tiene prescripción médica y se consume en entornos sociales. Su dependencia psíquica es alta y la física, moderada, sus efectos duran entre 1 y 2 horas y se puede consumir fumada, oral o esnifada.
La nicotina relaja al consumidor, incrementa su atención y puede disminuir el apetito. Provoca enfermedades cardiovasculares, cáncer y adicción. Durante el síndrome de abstinencia, las personas adictas pueden sufrir alteraciones del sueño e hiperactividad, reducción del apetito, ansiedad, apatía…
● Alucinógenos (LSD, peyote, MDMA, MDA)
Se recetan en casos de estar realizando una psicoterapia o en trastornos alimentarios. Su dependencia depende del tipo de droga, en caso de los alucinógenos es baja, media en caso del MDMA.
Los efectos inmediatos varían también según el tipo de droga, el LSD y el peyote alteran la percepción y provocan desorientación espacial. Las drogas de diseño, hacen al consumidor sociable, provocan euforia, autoestima, locuacidad, arritmia y confusión, entre otros efectos. El síndrome de abstinencia dependerá también de la droga consumida.
Las razones que llevan a una persona a consumir una droga son imposibles de determinar con un número exacto. Los motivos son multifactoriales. Queremos decir, que cada persona consume por un motivo diferente a otra y no todos los consumidores de una misma droga, lo hacen por la misma razón. El uso de una u otra droga, dependerá de las características de la persona, género, sexo, nivel sociocultural y económico, lugar de residencia, acceso a unas drogas u otras… Y también a nivel social, dependerá el grupo de iguales que comparta, el círculo familiar y vecinal, etc.
La mayoría de los consumidores afirman que consumen por mantener un “estatus social”, relajar la mente y el cuerpo y socializar. Las drogas se utilizan de forma recreativa y de ocio pero también con propósitos médicos, terapéuticos y rituales.
Algunas personas las usan para mantenerse despiertos y realizar alguna actividad, acabar con depresiones o sentirse con ganas.
Pero, ¿cuáles son los ambientes o contextos en los que se consumen drogas?
En primer lugar, la calle. Estamos acostumbrados a “malpensar” y creer que el consumo en la calle se relaciona con poblaciones marginadas de las sociales y no siempre es así. Aunque sí es cierto que se consumen más drogas duras como la heroína.
Tradicionalmente, el consumo en la calle tiene que ver con un ambiente hostil. Las personas que consumen en la calle intentan evadir las implicaciones sociales de vivir en sociedad, precisamente. Son adictos extremos, sin techo, que se rodean de sufrimiento social, discriminación, pobreza y marginación. Suelen ser consumidores de inhalantes y “crack”, pero también cannabis con menor frecuencia.
En segundo lugar, fiestas rave o de circuito. Son fiestas de música, a gran nivel y de larga duración. Populares entre los jóvenes por la fiesta “non-stop” y la música electrónica comercial o indie, constituyen una celebración de la libertad.
Durante este tipo de fiestas, es común consumirse estimulantes y también depresores como los poppers (utilizado para mantener sexo anal, ya que dilata el recto), alcohol y cannabis, dentro de los estimulantes y, cocaína, metanfetaminas y éxtasis (o MDMA) entre los depresores.
Espacios recreativos y de entretenimiento nocturno Son otro tipo de lugares de socialización, bares, clubes y lounges más conocidos actualmente como bares “chill-out”.
Los usuarios consumidores utilizan drogas psicoactivas que deshiniben y les ayude a socializar con más facilidad, drogas que provoquen euforia y energía. Las más comunes son el alcohol, el tabaco, cannabis, poppers y éxtasis.
Espacios festivos. Conciertos, festivales de música y fiestas al aire libre. Se buscan drogas para mantener el estado activo durante períodos muy extensos para deshinibirse y relajarse.
Las drogas más comunes son el éxtasis, la cocaína, el LSD y las metanfetaminas.
Psiconáuticos o religiosos. Situaciones de ocio en lugares y contextos de confianza, casas de amigos o familiares. El uso psiconáutico hace referencia a la experimentación de los sentidos, explorar la condición humana y la realización espiritual, o simplemente, pasar un “buen rato” con amigos.
En el caso del uso religioso, se consumen alucinógenos para crear percepciones que no son externas, sino artificiales y psicodélicas de la mente. Se utilizan el LSD, los hongos o setas, salvia divinorum, peyote, ayahusca y otras.
Dejando a un lado la razón o el motivo del uso de una droga, es de vital importancia saber qué efectos tiene para la salud y para el entorno que nos rodea. El consumo habitual de una droga, provoca el alejamiento de nuestros círculos familiares y la incomunicación. Nos deja completamente aislados de nuestro grupo de iguales si no son el grupo de consumo.
En los contextos anteriormente citados es posible encontrar consumos diversos de varias drogas de forma simultánea o alterna. Esto nos lleva al policonsumo y la politoxicomanía.
Es debido a este tipo de consumo y a su nula información sobre los efectos de mezclar drogas, que las muertes e intoxicaciones han ido aumentando a lo largo de los años.
La combinación de cualquier sustancia es peligrosa y tendrá importantes impactos en el organismo. Ningún uso de drogas es seguro y cuando se combinan, los riesgos aumentan.
La gran cantidad de información que podemos encontrar en Internet y otras redes sociales hoy en día, acerca a los jóvenes al uso desconcienciado de las drogas y su combinación con otras. Es por eso que un 80% de los jóvenes de entre 14 y 18 años ya son consumidores frecuentes de nicotina y alcohol.
El fácil acceso a la mala información de los medios y el acceso a las drogas, han llevado a muchos jóvenes a probar estas sustancias sin tener claros sus efectos inmediatos y a largo plazo.
Es por eso que desde aquí, queremos invitar a un consumo responsable de alcohol, nicotina y otras sustancias. Absolutamente TODAS las drogas son adictivas, en una medida u otra. TODAS las drogas nos aíslan de nuestra familia y amigos. Las drogas crean un bienestar ficticio. Son las mejores mentirosas del mundo.
“Las drogas son una pérdida de tiempo. Ellas destruyen tu memoria, respeto y autoestima”
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